Friday, June 30, 2006
Wednesday, June 28, 2006
Dejo Cuando pase el temblor, versión en vivo del último recital de Soda
y Un pacto de la Bersuit, también en vivo.
y dejo las letras en el comentario para que comprueben por ustedes mismos.
¿Qué tan boludo soy?
Tuesday, June 27, 2006
Les cuento sólo una cosa de la película: en un pueblo perdido en las montañas hay una escuela que le enseña a los chicos a volar.
Sunday, June 25, 2006
Friday, June 23, 2006
"Podría dejar de amarte ahora mismo"
algo así escribió mi hermanita Majo en www.bombachitapunk.blogpsot.com Y sí, loco. Basta. Ya está con esto del amor. Yo me aburro de hablar siempre de lo mismo. Te dejo de amar y listo. ¿Que no puedo? Ya vas a ver.
El otro día vino Andrea a cenar y cociné pollo al vedeo con papas y ensalada capresse (dos s?). Riquísimo todo.
- ¿Voy a poder conocer a tu próxima novia?
- Ni a palos. (no le dejé conocer a mis últimas ex)
- ¿Por qué?
- Porque no podría hacer crecer a mi nueva relación, si estás por ahí.
- ¿Por?
- ...
- ...
- NO.
- Bueno, ya entendí.
- Fede (su novio) quiere conocerte.
- Ni a palos.
PD: qué divertido es escribir diálogos, ¿por qué nunca escribo diálogos?
Tuesday, June 20, 2006
Acostado y de pie.
Antes de acostarme, me aseguro de que el arma esté cargada y la dejo sobre la mesa de luz. Me cubro con la frazada y miro cómo las sombras que proyecta la luna llena rotan alrededor del cuarto. Para alejar recuerdos dolorosos, busco el sueño en las mujeres que conocí pero la certeza de que merezco la muerte mantiene mis ojos abiertos. Al fin, harto de aquel pozo que se formó en la noche, me levanto. Los pies descalzos se apoyan en las tablas de madera. Cuando tomo el arma, los dedos se acomodan a la perfección, como si me hubiese estado esperando todo este tiempo. Me pongo de pie y camino hasta el otro extremo del cuarto. Miro la cama, donde todavía duermo bajo la frazada. ¿Cómo me permito soñar?, me pregunto pero sólo responden mis pasos sobre las tablas de madera. Levanto el arma y apunto a la cabeza. Desde la cama, yo también tomo el arma de la mesa de luz y apunto al corazón. No sé cuánto tiempo permanecemos así, yo de pie, yo acostado. Tal vez son apenas segundos hasta que me sonrío seguro de no poder dispararme en el cabeza y tiro del gatillo. Pienso en una mujer, el cabello rojo bajaba por su espalda desnuda. Creo que la amaba.
Monday, June 19, 2006
Saturday, June 17, 2006
Friday, June 16, 2006
Thursday, June 15, 2006
Then laugh at you and hate you
Then they fight you
Then you win
(Primero te ignoran
luego se ríen de vos y te odian
después te combaten
entonces vencés)
Dejo Tripping de Robbie Williams, que no hace nada de eso pero sí es un inglesito que tiene este buen tema y cita al señor Gandhi.
Gracias B.
Wednesday, June 14, 2006
Esto es two princes de Spin Doctors. No sé por qué lo tengo tan marcado en los huesos. Cada vez que escucho este tema me sienta en el escritorio de mi cuarto en la casa de mis viejos, es fin de semana, puedo ver el sol por la ventana que da al jardín y me río al leer the catcher in the rye. Un tema que me recuerda lo fácil que es ser feliz.
Tuesday, June 13, 2006
Hace seis días que no duermo. Seis noches seguidas de mirar la mancha con forma de estrella del techo de mi cuarto. Hoy me decidí, compré una masa de diez kilos y un punto (clavo de cuarenta centímetros de largo) de acero. Sé que las voces del otro lado de la pared medianera son imposibles (junto a mi edificio sólo hay un terreno baldío) y también por eso sé que cuando tire abajo esta pared mi cabeza va a dejar de imaginarse cosas. Muevo la cama y la levanto para apoyarla contra la pared. Ahora, con un poco más de espacio, tomo con las dos manos el mango de madera. Busco una posición en la que mis pies se apoyen firmes, alzo la maza y giro con todo el cuerpo. Dolor. El golpe me lastima las muñecas y la vibración llega hasta mi cabeza. En la pared se hizo pozo pequeño pero no parece haber cedido ni un poco. Con el punto remuevo el revoque suelto: detrás del yeso y la pintura, los ladrillos intactos. Vuelvo a golpear en el mismo lugar pero el resultado no cambia. Apoyo el punto donde se cruzan dos líneas de cemento, lo golpeo dos veces hasta que se clava con firmeza. Antes de agarrar la maza, giro la cabeza hacia un lado y el otro: el cuello suena como si unas ramas pequeñas se quebraran. Me concentro en el odio a aquellas voces, respiro profundo, alzo la masa, aprieto los dientes y las manos y giro con fuerza y velocidad. Cuando chocan los metales, surge una chispa y siento como si algo le gritara a cada uno de mis músculos. Vuelvo a golpear una y otra vez, hasta que el punto se hunde como si aquella pared sólo fuera carne. Cuando lo retiro queda un orificio oscuro donde tendría que haber surgido la luz de un domingo al mediodía. Hago otros agujeros iguales con diez centímetros de distancia entre ellos, hasta formar un círculo. Al poco rato quedo agotado, con una punzada en la espalda y cosquilleos en los dos brazos. Las noches de insomnio caen pesadas y me obligan a apoyarme en la pared. En los minutos que me toma recuperarme me doy cuneta de que las voces desaparecieron y que podría dormir varios días seguidos: mi mente es tan estúpida que piensa que puede engañarme. Con bronca, tomo la maza, doy dos pasos para ganar impulso y golpeo con todas mis fuerzas en el centro del círculo: los ladrillos ceden ante la embestida. De donde tendría que entrar luz, llegan sombras. Como si fuera un negativo, la parte del cuarto cercana al hueco está a oscuras. Retiro con la mano un par de ladrillos sueltos. Busco una linterna para iluminar el otro lado pero el lugar parece alimentarse de luz, lo único que se ve es el polvo que flota a centímetros del foco. Como si tuviera que defenderme de algo, tomo la maza y el punto antes de cruzar al otro lado de la pared. El polvo me hace estornudar y de mi boca no sale ningún sonido. Golpeo el piso con el mango de la maza pero nada, grito sin voz. Estiro el brazo que sostiene la linterna, avanzo dos pasos y me encuentro con otra pared. Un límite que devuelve algo de luz, como si fuera de vidrio o de espejo. Miro hacia atrás, hacia el instante luminoso que es mi cuarto y que parece a kilómetros de distancia. Apoyo la linterna en el piso, tomo la maza con las dos manos y golpeo la pared, que no hace ruido. Apoyo el punto y vuelvo a golpear una y otra vez. Al fin parece hundirse un poco. Un hilo rojo (lo único visible aparte de mi cuarto y la linterna) surge del orificio. Cuando retiro el punto, el agujero llena de luz el lugar que, ahora comprendo, no tiene límites además de la pared de espejo. Antes de caer dormido, miro a través del orificio: a lo lejos, una macha enorme con forma de estrella.
Friday, June 09, 2006
Para que se entienda el sentimiento, les dejo Notti Magiche de Eduardo Bennato. Qué buen tema. Chorrea ochentismo por todos lados, una delicia.
Thursday, June 08, 2006
QUÉ EMBOLE
Hoy fui a la presentación de una antología: Una terraza propia. Un libro de cuentos de 23 escritoras. No me gustan las presentaciones de los libros, me parecen al pedo y aburridas. Incluso las presentaciones de libros que me involucran. Ésta no fue una excepción. En este caso fui porque conozco a algunas de las escritoras y una en particualr es una amiga querida que no veía hacía tiempo. Claro que ni tuve oportunidad de tener una conversación verdadera. Sólo un abrazo, intercambio de algunas palabras y ya. No conozco a ningún escritor o persona que escriba que vea alguna utilidad en las presentaciones de los libros. Todos (público y protagonistas) nos aburrimos, no sabemos por qué estamos ahí y queremos que llegue pronto la hora de los sánguches y las copas de vino. Bueno, en realidad, en la presentación de Gaijin en la Feria del Libro me divertí bastante. Tal vez, todos se divierten la primera vez. No sé. Hasta esto que escribí es aburrido.
Bueno, hay algo de lo que no habla. Existe un sentido para la venganza: el miedo a la venganza. Es como el miedo al sistema penal. Las cárceles no existen para educar a nadie sino para que el resto de la sociedad tenga miedo de que los metan dentro. Por eso, cuanto más piores, más funcionales para un estado. Tener conciencia de que el otro puede vengarse reprime algunos impulsos para dar un equilibrio medio choto a las relaciones humanas.
Tu amor es mucho más profundo que eso.
Sofía no dejó de ser amiga de Belén. Todavía la llamaba por teléfono, tomaban mate en la terraza los jueves a la tarde, la pasaba a buscar todas las mañanas para ir al colegio. Claro que cuando la veía con Martín, hacía más de un año Sofía le había contado a Belén que se moría por Martín, debía hacer un esfuerzo para mantenerse tranquila. Después de dos meses de noviazgo, Martín y Belén hicieron una fiesta a la que fue todo el colegio. Sofía, ahora amiga de los dos, se había encargado de gran parte de los preparativos. En el mejor momento de la noche estaba planeado arrojar un balde de agua helada a cada uno de los novios. Ella misma pasó los baldes, bien diferenciados, a los chicos que se encargarían de la tarea. Martín y Belén fueron empapados al mismo tiempo y los dos gritaron con fuerza. Belén se quedó en silencio a los pocos segundos mientras miraba a Martín rugir por la agonía: su piel se quemaba, el rostro caía de a pedazos sobre el piso y los dedos se despegaban de la mano que trataba de apagar un fuego que no existía.
Semanas más tarde, en el pasillo del hospital, Belén le confesaba a Sofía que no quería estar con un monstruo. Pero tu amor es mucho más profundo que eso, dijo Sofía mientras abrazaba a su amiga que no dejaba de llorar.
Hoy hablaba con un amigo acerca de la capacidad que tiene los japoneses para llevar los relatos hasta las últimas consecuencias. Sea en literatura o cine (de las demás ramas del arte conozco nada), se hacen cargo de lo que cuentan y no se comen los mocos a mitad de camino. Me contaba que en una película de Takashi Miike (una que todavía no vi) una mujer se retuerce las tetas hasta sacar el último gramo de leche, después de que su esposo viola a su hija. En un libro de Tanizaki, después de que una chica sufre un accidente y queda desfigurada, no quiere ver más al novio porque le da vergüenza. Entonces, éste buen muchacho se saca los ojos para poder estar con su amada, a quien le encanta esta acción de despojo. Esto es contar una historia, hacerse cargo de una historia y de los personajes a los que se les da vida. La ñoñez de muchos relatos, en especial yanquis, puede exasperar. No tiene que ver con la violencia de las escenas sino con el dramatismo del relato. El de tanizaki es muy difícil (tal vez imposible) de conseguir en castellano pero, si tienen ganas de leer algún japonés, pueden probar con Lo bello y lo triste de Kawabata (premio nobel suicida). Películas es mucho más fácil. Mis preferidas: todas las de Kitano y de Miyazaki.
PD: claro que hay muchos artistas que no se comen los mocos y tampoco son japoneses pero ya hablaremos más tarde de estas personas.
Tuesday, June 06, 2006
BASTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.
En fin.
dejo los enanitos verdes (sí, también me gustan los enanitos verdes) con lamento boliviano.
Monday, June 05, 2006
Y me doy cuenta de algo que siempre se me olvida y tengo que volver a darme cuenta: la felicidad es muy simple.
Les dejo un cliché pero que está bien igual. Don´t worry, be happy de Bobby Mcferrin. El chabón es un groso muy groso. Y éste no es el tema donde más se luce. Acá todas los sonidos son él pero en tres o cuatro pistas. Cuando lo hace en vivo es increíble.
Saturday, June 03, 2006
Friday, June 02, 2006
¿continuará?
Acabose de ocurrírseme algo: vamos a catalogar los textos por colores. Negro: intento de literatura; azul: mezcla entre literatura y boludeo; vede: boludeo; rojo: exabrupto. Y el naranja me lo reservo.
Thursday, June 01, 2006
Andate a la puta que te parió, fue lo último que me dijo la mujer de mi vida. Ahora todas las mujeres tienen ojos de caramelo, dos lunares en el cuello como mordida de vampiro y hoyuelos que anuncian una sonrisa. ¿Pero por qué tenés el pelo largo? ¿Por qué es tan difícil besarte la nuca? ¿Por qué me acariciás de esa forma la espalda? ¿Quién sos? ¿Qué hacés en mi casa?
Andate a la puta que te parió. Ella -cartera, zapatos, saco y corpiño en mano- cierra la puerta con furia.