Thursday, December 27, 2007
Hace unas semanas volví a leer el Axolotl de Cortázar. Conversando con Amrei encontramos una lectura posible que me pareció la más satisfactoria: el protagonista del cuento no es ninguno de los personajes sino el narrador. Seguro ya se le había ocrrido a alguien pero bueh...Supongo recordarán el cuento y recordarán que a primera vista parece la historia de un tipo que se convierte en axolotl. Pero esa resolución no cuaja del todo. Más que nada porque tanto el tipo como el pez no dejan de ser ellos mismos aún después de la supuesta transformación. Entonces Cortázar usa el cuento para enganarnos y para contar otra historia, la historia del camino del narrador, del narrador como personaje y protagonista.
Hacía tiempo que no tenía una conversación de este tipo y la disfruté mucho. Claro que después de dos horas de hablar de un cuento de cinco páginas, ya me aburrí.
Hacía tiempo que no tenía una conversación de este tipo y la disfruté mucho. Claro que después de dos horas de hablar de un cuento de cinco páginas, ya me aburrí.
Thursday, December 20, 2007
Disfruto de la compañía de mis amigos y me gusta que alguien viva conmigo en casa pero hay algo maravilloso que sólo puedo hacer cuando no hay nadie: comer sandía a cucharadas. Me compré media sandía, cuatro kilos de dulzura, y me la voy comiendo con una cuchara que también guardo en la heladera (no sé bien por qué). Mis hermanos me cagaban a puteadas cuando hacía eso en lo de mis viejos. Una vez se calentaron tanto que no me dejaron comer más, y eso que estaba casi entera. Pero ahora tengo mi propia sandía fresca y dulce. Creo que es la primera vez que tengo una para mí solo. ¿Uno se puede empachar de sandía? Porque hoy debo haber comido kilo y medio.
Saturday, December 15, 2007
Thursday, December 13, 2007
(sin título)
Mi viejo tuvo un 504 al que se le terminó trabando dos puertas y tres ventanas. A veces, cuando me sentaba adelante, mi viejo me dejaba poner los cambios mientras él manejaba. Antes del 504, tuvo un renault 12 con aire acondicionado. Siempre me pareció que esas luces redondas y esa trompa recta hacia abajo le daba una cara de bobo impresentable. Antes del 12, tuvo un Falcon (sí, uno verde) en el que te cagabas de calor y todas las manijas que eran de metal te quemaban las manos después de estar unas horas bajo el sol. Me acuerdo que en ese auto podía dormir en la luneta (esa es la luneta, no?) de atrás. Mi cuerpo estendido encajaba a la perfección y tenía la ventaja de poder ver el cielo y a los otros autos mientras me echaba una siestecita.
Wednesday, December 12, 2007
Tuesday, December 04, 2007
Monday, December 03, 2007
Leyendo boludeces que escribí, me encontré con esto. Ja, usaba tres puntos.
Ayer conocí una persona de mirada única, mirada cíclope, podría decirse. Tan pura que ni pestañas tenía. Era capaz de rescatar un recuerdo del hueco de nuestras costillas pero era lo único que veía, una sola de esas historias.
- Por ejemplo- dijo al tiempo que señalaba una pareja que subía al taxi. - Aquel hombre traicionó a su mejor amigo. La mujer cuando era niña se encerró con su primo en el placard. Hace meses que el taxista perdió el dinero de la hipoteca en el hipódromo, aunque su familia no lo sabe.
- Sí, todo es posible- dije pera no empujarlo con mi incredulidad.
- Y vos… vos quisiste llorar toda la noche.
Me aferré a la satisfacción de saber que su mirada única no distinguía la sonrisa del hombre, que le abría la puerta a la mujer, que se aseguraba de ampliar el escote de su blusa, reflejado en el espejo retrovisor acomodado por el taxista. Colilla aún encendida sobre el asfalto negro. Y tampoco veía mi necesidad de llamarte.
Ayer conocí una persona de mirada única, mirada cíclope, podría decirse. Tan pura que ni pestañas tenía. Era capaz de rescatar un recuerdo del hueco de nuestras costillas pero era lo único que veía, una sola de esas historias.
- Por ejemplo- dijo al tiempo que señalaba una pareja que subía al taxi. - Aquel hombre traicionó a su mejor amigo. La mujer cuando era niña se encerró con su primo en el placard. Hace meses que el taxista perdió el dinero de la hipoteca en el hipódromo, aunque su familia no lo sabe.
- Sí, todo es posible- dije pera no empujarlo con mi incredulidad.
- Y vos… vos quisiste llorar toda la noche.
Me aferré a la satisfacción de saber que su mirada única no distinguía la sonrisa del hombre, que le abría la puerta a la mujer, que se aseguraba de ampliar el escote de su blusa, reflejado en el espejo retrovisor acomodado por el taxista. Colilla aún encendida sobre el asfalto negro. Y tampoco veía mi necesidad de llamarte.
Sunday, December 02, 2007
Sereno trabaja sin descanso en un tren que también lo tiene como único pasajero. El tren, con la locomotora por detrás y toda una maquinaria de infierno y vapor por delante, fabrica y emplaza sus propias vías y durmientes de concreto. Avanza con lentitud pero inexorablemente sobre un campo vastísimo. Sereno sabe que en poco tiempo su invención se quedará sin acero, sin cemento, sin carbón. Cuando llegue ese lugar, a ese momento soñado con un río que lo cruza verde y silencioso, se sentará a beber un té de menta en su nuevo hogar.
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