Wednesday, May 31, 2006
Sunday, May 28, 2006
Acabo de llegar de no ir a una fiesta. Cenamos con mis amigos para celebrar la llegada del niño que en ocho meses se unirá al grupo. Comí siete porciones de pizza casera y tengo la panza que me revienta. La idea era después ir a una fiesta que mi compañera de casa me vendió como la fiesta para Mata. "Nadie se va hasta que Mata no coja" era la consigna. Pero cuando veníamos en el taxi ni ganas de ir a una fiesta. "Así nunca vas a conocer a nadie" era el comentario más común. Tal vez sea cierto.
De todas formas, me senté a escribir para dejar en palabras dos imágenes lindas que vi en estos días. Después de una hora de entrenamiento jodido donde todos quedamos destrozados, nos dieron dos minutos de descanso mientras estirábamos contra la pared. Sentado en el extremo de una fila de diez tipos transpirados, vi una niebla clara que pensé era una basurtia en el ojo. Después cuando miré a un lado, hacia mis compañeros, me di cuenta de que salía vapor de nuestros cuerpos. Éramos diez tipos que emitíamos un vapor muy clarito, casi luminoso, como un aura. Y todos la respiración agitada y la mirada perdida. La otra imagen la vi esta mañana. Cerca del mediodía el sol entra de lleno en mi cuarto y pega sobre el escritorio, esta vez lleno de cds. Junto al monitor se dibujaba el reflejo de los cds y alrededor de cada uno de los círculos luminosos, un arcoirs. Después probe con otras cosas hasta que combiné una copa con vino y unaso vacío. El vaso vacío desformaba la luz para dibujar la silueta de una mujer que llevaba un vestido violeta dibujado por el vino. No pude sacarle fotos. Tal vez mejor así.
De todas formas, me senté a escribir para dejar en palabras dos imágenes lindas que vi en estos días. Después de una hora de entrenamiento jodido donde todos quedamos destrozados, nos dieron dos minutos de descanso mientras estirábamos contra la pared. Sentado en el extremo de una fila de diez tipos transpirados, vi una niebla clara que pensé era una basurtia en el ojo. Después cuando miré a un lado, hacia mis compañeros, me di cuenta de que salía vapor de nuestros cuerpos. Éramos diez tipos que emitíamos un vapor muy clarito, casi luminoso, como un aura. Y todos la respiración agitada y la mirada perdida. La otra imagen la vi esta mañana. Cerca del mediodía el sol entra de lleno en mi cuarto y pega sobre el escritorio, esta vez lleno de cds. Junto al monitor se dibujaba el reflejo de los cds y alrededor de cada uno de los círculos luminosos, un arcoirs. Después probe con otras cosas hasta que combiné una copa con vino y unaso vacío. El vaso vacío desformaba la luz para dibujar la silueta de una mujer que llevaba un vestido violeta dibujado por el vino. No pude sacarle fotos. Tal vez mejor así.
Thursday, May 25, 2006
Recién, mientras le escribía a mi buena amiga Paula, logré poner en palabras una sensación. Sufro de una falta de capacidad para algunos aspectos del amor. No sabría cuáles son esos aspectos pero sé que no logro que el amor se realice en mi ser. Se siente como si faltara un elemento y mi organismo no lograra sintetizar el producto. Esto de no creer en el amor no sé si es una causa o una consecuencia. Lo cierto es que me gusta estar de novio, me gusta la vida en pareja, me gusta compartir la frazada, cocinar para alguien, despertarme con alguien. Pero eso no es amor, hasta yo comprendo eso.
Me tomé unos minutos para pensar el tema indicado para este texto pero no logré encontrarlo. Tal vez porque ya escribí demasiadas boldeces parecidas.
En fin.
Me tomé unos minutos para pensar el tema indicado para este texto pero no logré encontrarlo. Tal vez porque ya escribí demasiadas boldeces parecidas.
En fin.
Tuesday, May 23, 2006
Durante el almuerzo (algo entre sopa y guiso compuesto por choclo, mucho tomate, cebolla, arvejas, papas y lo que encontré por ahí, todo muy picante porque hacía frío), Andrea me contó que pensaba mudarse con su novio. ¿Otra vez te vas a mudar con un chabón?, fue lo primero que se me ocurrió decirle. Sonó como si no fuera yo el chabón con quien se había mudado por primera vez. En ese momento sentí que un tren con todos sus vagones pasaba por mi cabeza. Chucún Chucún, Chucún Chucún. La locomotora me atropelló sin más, y cada vagón me traía un recuerdo con olores y texturas. Había imágenes felices pero también algunas tristes. Es extraño pero tuve la sensación de que eran los recuerdos tristes los que más me unían a Andrea. Tal vez el nivel de comprensión encuentra su punto más alto en los momentos difíciles. No sé. Pero cuando caí que todo eso que había compartido conmigo ahora iba a compartirlo con otro, el tren golpeó con todo su peso (entendamos bien cuál es el peso de un tren) sobre mi estómago y quedó atrapado en mi garganta. Estoy seguro de que no volvería a mudarme con ella y bastante seguro de que ni siquiera volvería a salir con ella pero aún así siento que estoy perdiendo algo.
¿Qué es lo que pierdo?
¿Qué es lo que pierdo?
Al parecer, estoy en una etapa de la vida donde la gente que me rodea comienza a tener hijos. ¿Qué onda? ¿Cuándo pasó esto? Adoro a Lila, mi sobrina, pero cada vez que la veo me doy cuenta de que es hora de hacerse cargo de que tengo 27 años. No sé muy bien qué quiere decir eso, pero algún significado tiene que tener. Aunque soy conciente de que no es cierto, no veo ningún cambio en mí en los últimos diez años. Es decir, cambios hay pero la sensación de vivir es la misma que cuando terminé la secundaria. ¿Cómo explicarlo? La vida se siente igual que hace diez años. Mis amigos de la secundaria son los mismos que vienen a comer todas las semanas a casa, algo que me hace feliz, digo más o menos las mismas boludeces, me río con las mismas ganas.
¿Esto es el viejazo? ¿Sentir que tal vez algo en uno debería cambiar e ignorar qué es, por qué hacerlo y cómo lograrlo? O, quizás es otra la sensación, más profunda y desesperante: sentir que ya se debería haber hecho algo.
Hoy fue un día hermoso, es extraño que haya derivado en esto.
¿Esto es el viejazo? ¿Sentir que tal vez algo en uno debería cambiar e ignorar qué es, por qué hacerlo y cómo lograrlo? O, quizás es otra la sensación, más profunda y desesperante: sentir que ya se debería haber hecho algo.
Hoy fue un día hermoso, es extraño que haya derivado en esto.
Friday, May 19, 2006
Acabo de darme cuenta de algo: el invierno me gusta si estoy en pareja. Siempre creí que el invierno me gustaba pero ahora que empieza uno más y no hay nadie con quien compartirlo, nadie a quien abrigar y nadie donde abrigarse, tengo mis dudas. Estoy muy resfriado, tengo frío en los pies y eso no está tan bueno. Por eso las parejas conviven, para disfrutar de compartir una frazada, aunque después haya que luchar para que no te destapen.
Qué frío. Todo bien con el invierno (otoño, en este caso) pero qué difícil es levanarse de la cama. Abrí los ojos y miré la biblioteca. Todavía no había llegado a Wild. A pesar de que sabía que la luz entraba diferente, me dije que entonces era muy temprano, conciente de que me estaba mintiendo y que iba a tener que mentirme una vez más al levantarme: Uy, cierto que estamos en otoño... Pero qué boludo, che...
Estoy todo mocudo, algo bien molesto. Pero hoy nada me va a poner de mal humor.
Estoy todo mocudo, algo bien molesto. Pero hoy nada me va a poner de mal humor.
Thursday, May 18, 2006
Si usted trabaja desde su casa o pasa mucho tiempo frente a la computadora, pregúntese qué mierda hace comiendo frente al monitor. No, y bueno nada. Vaya a una mesa, como corresponde, donde va a tener lugar de sobra sin tener que hacer maniobras para poner el plato (empujo un poco el teclado), los cubiertos (corremos un poco el mouse) y el vaso (¿si lo pongo sobre la impresora se caerá?). Además, son las dos de la mañana, esos fideos no pueden volver a recalentarse, podrías ponerte pantalones aunque no vaya a venir nadie y lavarte la cara y peinarte. (¿Hace cuánto que no me afeito? ¿Hace cuánto que no te depilás?) Y no, con que te hayas lavado los dientes no alcanza. La radio no es compañía, vea a personas en carne y hueso, por favor. Y el teléfono no cuenta, el msn tampoco aunque tenga camarita. Basta de escribir jajaja, ríase de verdad. Ríase hasta que le duela la panza y la otra persona lo mire extrañada.
Puta. El vaso se cayó de la impresora.
Puta. El vaso se cayó de la impresora.
Hoy quedé encerrado entre barrotes de llovizna. Sólo salí a comprar coquitos, Altísimo Alimento, para mi té matutino.
Al despertar, miré la biblioteca y no había ningún reflejo del sol. Seguro son como las 11, puta madre (me había acostado a las 3). Pero no, eran las 8 am. Joya, me dije. Sabía que mi compañera no llegaba hasta las cinco de la tarde. Decidí estar en pelotas por la casa: felicidad. Qué lindo es estar en pelotas. No sé por qué la humanidad pensó que debía estar vestida cuando no era necesario. Bastante boluda la humanidad. Oía la lluvia afuera mientras escuchaba música (ahora les pongo un tema). Y pensaba qué pasaría si mi compañera llegara en ese momento: nada. No pasaría nada. Me vestiría, pero sin ningún escándalo. El otro día hice la primera sesión posta de desnudos, la vez anterior había sido improvisada y le había sacado a mi ex cuando ya era mi ex. Esta vez, una amiga me dijo de hacer una sesión y yo justo tenía muchos rollos para usar. Estuvimos laburando cuatro horas, 60 fotos: 36 en 35mm y 24 en 6x6. Muchas salieron hermosas. Y mientras armaba cada toma veía la belleza de su cuerpo, de las curvas y las sombras. El cuerpo humano es maravilloso, el de la mujer más. Y todos los días nos privamos de algo de esa belleza. Todavía no digo que estemos en pelotas siempre, pero sí me pregunto por qué no. Además de las razones obvias como que nuestra sociedad tiene un tratamiento de la sexualidad algo precario, no encontré más razones. Tal vez nos falta evolucionar. Sentado en el sillón de casa, pensaba en estas boludeces cuando tocaron el timbre. Me vestí. Era un amigo, un hermano para mí. Fuimos a buscar los coquitos, subimos. Charlamos diez minutos y se fue. A los pocos segundos llegó mi compañera de casa, que no había ido a laburar.
Les dejo Leali de Rasha. Por favor disfruten de las olas del Mediterráneo (con algo de indio, ¿no?).
Al despertar, miré la biblioteca y no había ningún reflejo del sol. Seguro son como las 11, puta madre (me había acostado a las 3). Pero no, eran las 8 am. Joya, me dije. Sabía que mi compañera no llegaba hasta las cinco de la tarde. Decidí estar en pelotas por la casa: felicidad. Qué lindo es estar en pelotas. No sé por qué la humanidad pensó que debía estar vestida cuando no era necesario. Bastante boluda la humanidad. Oía la lluvia afuera mientras escuchaba música (ahora les pongo un tema). Y pensaba qué pasaría si mi compañera llegara en ese momento: nada. No pasaría nada. Me vestiría, pero sin ningún escándalo. El otro día hice la primera sesión posta de desnudos, la vez anterior había sido improvisada y le había sacado a mi ex cuando ya era mi ex. Esta vez, una amiga me dijo de hacer una sesión y yo justo tenía muchos rollos para usar. Estuvimos laburando cuatro horas, 60 fotos: 36 en 35mm y 24 en 6x6. Muchas salieron hermosas. Y mientras armaba cada toma veía la belleza de su cuerpo, de las curvas y las sombras. El cuerpo humano es maravilloso, el de la mujer más. Y todos los días nos privamos de algo de esa belleza. Todavía no digo que estemos en pelotas siempre, pero sí me pregunto por qué no. Además de las razones obvias como que nuestra sociedad tiene un tratamiento de la sexualidad algo precario, no encontré más razones. Tal vez nos falta evolucionar. Sentado en el sillón de casa, pensaba en estas boludeces cuando tocaron el timbre. Me vestí. Era un amigo, un hermano para mí. Fuimos a buscar los coquitos, subimos. Charlamos diez minutos y se fue. A los pocos segundos llegó mi compañera de casa, que no había ido a laburar.
Les dejo Leali de Rasha. Por favor disfruten de las olas del Mediterráneo (con algo de indio, ¿no?).
Tuesday, May 16, 2006
Hoy hablaba con una amiga acerca de qué influye sobre la habilidad de coger. La experiencia es fundamental pero existen otras determinantes que van más allá de coger. El amor es tal vez lo más importante pero también es necesario que te hayan roto el corazón. Después de que a uno le han roto al corazón hay algo que se sensibiliza, como la piel que cubre una cicatriz, que siempre queda más sensible que el resto de la piel. También es cierto que uno se pregunta por qué le rompieron el corazón, una de las posibilidades es que hay que ser mejor en la cama, entonces uno se pone más las pilas. Además, después de que te dejaron así, tirado, te arriesgás más. La certeza de que otra vez van a lastimarte te hace más audaz. Claro, después está la ternura (por favor no se olviden de la ternura), la posibilidad que te da una relación larga a experimentar un poco más, a tener más confianza y otras cosas más pornográficas.
De todas formas hay algo que me parece cierto en muchos ámbitos de la vida: así como creo que todas las personas pueden escribir bien, sólo hace falta encontrar la historia indicada, todos pueden coger bien, sólo hace falta encontrar la pareja indicada.
Cojan lindo. Sean felices. Hagan feliz a su pareja.
De todas formas hay algo que me parece cierto en muchos ámbitos de la vida: así como creo que todas las personas pueden escribir bien, sólo hace falta encontrar la historia indicada, todos pueden coger bien, sólo hace falta encontrar la pareja indicada.
Cojan lindo. Sean felices. Hagan feliz a su pareja.
Thursday, May 11, 2006
Hoy pasó a visitarme quien sería Andrea. Bajé los ocho pisos y, mientras caminaba por el pasillo de como treinta metros, miraba a mi ex, a mi amiga, parada en la puerta de calle. Con cada paso se formaba una idea en mi mente. La luz debía hacer un largo recorrido desde la salida hasta donde yo estaba, el sol se agachaba y miraba con un ojo cerrado a través del pasillo. Cuando estaba a pocos metros comprendí la certeza que había nacido desde mis pies y había subido como enredadera hasta mi boca. No puedo creer que hayamos sido pareja, dije antes de saludarla. Boludo, estaba pensando exactamente lo mismo, dijo sin saludarme. Esos cinco años de conocernos todos los días y los dos años de convivencia se habían convertido en un abrazo. Rodear su espalda con mis brazos, cerrar los ojos y sentir mejilla contra mejilla. Eso era todo. Es extraordinario cómo nuestra mente, nuestra alma, nuestra panza (todo siempre pasa por la panza) son capaces de sintetizar tantos años de nuestra propia historia en unos pocos segundos. Porque ahora, todos esos elementos que durante años dieron razón a mi vida se habían mezclado, dejado madurar y cocinado a horno muy lento para formar una relación que sólo espera un abrazo del otro. El abrazo más sincero que puedo dar, el abrazo más sincero que vaya a recibir.
Dejo Hooked on the feeling de B J. Thomas.
Dejo Hooked on the feeling de B J. Thomas.
Tuesday, May 09, 2006
Bueno, no es tan grave. Es sólo dinero, que ya conseguiré y que nunca tuvo mucha relevancia en mi vida, y estar uno o dos días embolado con la computadora. De todas formas mi mal humor ejerce resistencia, sin importar qué argumentos le presente. Supongo que tiene relación con otras cosas, algo más profundas, algo más importantes.
Voy a aprovechar que la bronca de ayer rompió el miedo a ofrecer mis clases. Tal vez sea un buen momento para dejar de trabajar en cosas que no me gustan mucho y empezar a dar más clases. Entonces, la oferta sigue en pie. Quien esté interesado, me chifla. Tal vez está mal que lo diga yo, pero las clases son copadas. La gente aprende, logra escribir lo que le corría por la sangre y eso es maravilloso.
Monday, May 08, 2006
Desesperado y taller de escritura.
Hoy tengo uno de esos días que pueden convertirte en asesino, suicida o autista, o las tres cosas a la vez. Estoy de un humor horrible y es una suerte que no haya nadie en casa, porque lo haría sufrir. Para resumir, el día incluyó una bancarrota absoluta sumada a una computadora que en este momento está siendo formateada. Dinero que iba a cobrar por unos laburos no va a ser cobrado, al menos no por ahora que es cuando lo necesito, y el fakin puto microchot güindous del señor puertitas me cagó la máquina.
Me disculpo (también me apena un poco) por usar sentarelculo para estas cosas pero hoy estoy desesperanzado y desesperado.
Además de dedicarme a escribir, sacar fotos y laburar en algunas publicidades, también doy clases de taller de escritura, que es lo que más me gusta hacer. Nunca tuve más de cinco o seis alumnos y nunca me alcanzó para mantenerme sólo de eso. Tampoco era la idea tener más gente, además de que mis aptitudes para el marketing son insostenibles. Ahora, tal vez es tiempo de pensarlo también como un trabajo. Si a alguien le interesa venir a clases puede dejarme un comentario o preguntas en este blog o enviar un mensaje a maximilianomatayoshi@hotmail.com También pueden averiguar mis antecedentes policiales poniendo "Maximiliano Matayoshi" o "Gaijin" en google.
Hoy tengo uno de esos días que pueden convertirte en asesino, suicida o autista, o las tres cosas a la vez. Estoy de un humor horrible y es una suerte que no haya nadie en casa, porque lo haría sufrir. Para resumir, el día incluyó una bancarrota absoluta sumada a una computadora que en este momento está siendo formateada. Dinero que iba a cobrar por unos laburos no va a ser cobrado, al menos no por ahora que es cuando lo necesito, y el fakin puto microchot güindous del señor puertitas me cagó la máquina.
Me disculpo (también me apena un poco) por usar sentarelculo para estas cosas pero hoy estoy desesperanzado y desesperado.
Además de dedicarme a escribir, sacar fotos y laburar en algunas publicidades, también doy clases de taller de escritura, que es lo que más me gusta hacer. Nunca tuve más de cinco o seis alumnos y nunca me alcanzó para mantenerme sólo de eso. Tampoco era la idea tener más gente, además de que mis aptitudes para el marketing son insostenibles. Ahora, tal vez es tiempo de pensarlo también como un trabajo. Si a alguien le interesa venir a clases puede dejarme un comentario o preguntas en este blog o enviar un mensaje a maximilianomatayoshi@hotmail.com También pueden averiguar mis antecedentes policiales poniendo "Maximiliano Matayoshi" o "Gaijin" en google.
Si tenés fiber o flash, tenés cable gratis.
Hoy hice un descubrimiento importante para mi vida en el mes de junio. En casa no tengo televisión, tengo televisor (el aparato) pero no miro tele. Claro que el mundial quiero verlo. Entonces se me ocurrió que el cable de fiber es el mismo cable que cablevisión. Desenrosqué el adaptador que se enchufa al router y enchufé al cable a la tele. Maravilla: tengo cable y sólo pago fiber. Ahora lo único que tengo que hacer es comprar una T (4 o 5 pesos en la ferretería) para cable coaxil así puedo tener cable y fiber a la vez. Estoy seguro que lo mismo puede hacerse con Flash y multicanal.
Hoy hice un descubrimiento importante para mi vida en el mes de junio. En casa no tengo televisión, tengo televisor (el aparato) pero no miro tele. Claro que el mundial quiero verlo. Entonces se me ocurrió que el cable de fiber es el mismo cable que cablevisión. Desenrosqué el adaptador que se enchufa al router y enchufé al cable a la tele. Maravilla: tengo cable y sólo pago fiber. Ahora lo único que tengo que hacer es comprar una T (4 o 5 pesos en la ferretería) para cable coaxil así puedo tener cable y fiber a la vez. Estoy seguro que lo mismo puede hacerse con Flash y multicanal.
Sunday, May 07, 2006
Siempre digo que una forma para escribir bien (con alma) es salir a la caza de los miedos. Escribir algo que no queramos enfrentar, buscarlo y perseguirlo. Así se logra profundidad además de crecimiento. Claro que es difícil, muchas veces imposible. Yo tengo miedo a ser cobarde y a que los demás sepan que soy cobarde. Entonces me fuerzo a ser algo valiente y hago todo lo posible para que nadie se percate de mi cobardía. Al relatar todas las veces que tuve miedo, que me cagué, que no tuve los huevos para, me siento algo más liviano. En la ficción puedo ser todo lo valiente que quiera.
Dejo un relato que acabo de escribir.
El guerrero avanzaba entre casas de fuego, sus huellas se hundían en el recuerdo de cada uno de los prisioneros. Mientras buscaba el lugar más calido donde sentarse se encontró con la mirada de un mendigo, el único hombre que no había bajado la cabeza a su paso. La fama del guerrero había derrotado todas las defensas semanas antes de que su ejército llegara desde las montañas. Se decía que era capaz de cortar siete cabezas en un solo movimiento de su sable. Había sido un súbdito del Emperador, el más valiente y fiel pero, luego de una batalla que apenas se recuerda en la historia, se refugió en las montañas durante años. Hasta que una noche decidió bajar a un pueblo. Entró a la taberna y pidió una botella de licor. Quienes lo vieron aseguran que temblaba de frío, que murmuraba en voz baja y que su pulso errático sólo le permitía beber de a pequeños sorbos. Un empleado quiso cobrar la botella que el guerrero había bebido palabra por palabra pero la única respuesta fue que trajeran otra botella. Cuando se acercó el tabernero, su cabeza terminó de exigir la paga separada de su cuello. Aquella noche, el guerrero bebió frente al fuego que hizo con las sillas y muebles del local. A partir de entonces sus incursiones por los pueblos de las montañas se hicieron frecuentes. Otros hombres se unieron a él para aprovechar el terror que provocaba su sola mención. Se dice que no hablaba con ninguno de ellos, aunque su ejército ya contaba con varias decenas. El invierno atrajo al guerrero a las casas de madera. Para evitar saqueos y violaciones, se organizaron defensas, se contrataron mercenarios, se abandonaron pueblos enteros. Aunque sus hombres saqueaban y violaban cuando tenían la oportunidad, se sabía que el guerrero sólo disfrutaba de la bebida y del calor que emanaba de las casas incendiadas. Caminaba por el pueblo en busca de seis o siete casas que estuvieran cerca una de la otra, prendía fuego a sus vigas y se sentaba en el centro de aquella fogata digna de su fama.
Ahora, frente al mendigo, sentía cómo su sangre helada lo congelaba desde adentro. Se frotó los brazos con furia, las manos desnudas buscaron brazas que pasaba por su cuerpo. Los músculos congelados no le permitían moverse, no podía huir. El mendigo se puso de pie sin dejar de mirar los ojos que reflejaban un fuego azul. Detrás de aquellos años reconoció al súbdito del Emperador, a su compañero de armas, al guerrero imbatible que, en una batalla que nunca fue historia, lo abandonó para esconderse entre una montaña de nieve. En aquel momento, el mendigo recordó la mirada del cobarde.
Dejo un relato que acabo de escribir.
El guerrero avanzaba entre casas de fuego, sus huellas se hundían en el recuerdo de cada uno de los prisioneros. Mientras buscaba el lugar más calido donde sentarse se encontró con la mirada de un mendigo, el único hombre que no había bajado la cabeza a su paso. La fama del guerrero había derrotado todas las defensas semanas antes de que su ejército llegara desde las montañas. Se decía que era capaz de cortar siete cabezas en un solo movimiento de su sable. Había sido un súbdito del Emperador, el más valiente y fiel pero, luego de una batalla que apenas se recuerda en la historia, se refugió en las montañas durante años. Hasta que una noche decidió bajar a un pueblo. Entró a la taberna y pidió una botella de licor. Quienes lo vieron aseguran que temblaba de frío, que murmuraba en voz baja y que su pulso errático sólo le permitía beber de a pequeños sorbos. Un empleado quiso cobrar la botella que el guerrero había bebido palabra por palabra pero la única respuesta fue que trajeran otra botella. Cuando se acercó el tabernero, su cabeza terminó de exigir la paga separada de su cuello. Aquella noche, el guerrero bebió frente al fuego que hizo con las sillas y muebles del local. A partir de entonces sus incursiones por los pueblos de las montañas se hicieron frecuentes. Otros hombres se unieron a él para aprovechar el terror que provocaba su sola mención. Se dice que no hablaba con ninguno de ellos, aunque su ejército ya contaba con varias decenas. El invierno atrajo al guerrero a las casas de madera. Para evitar saqueos y violaciones, se organizaron defensas, se contrataron mercenarios, se abandonaron pueblos enteros. Aunque sus hombres saqueaban y violaban cuando tenían la oportunidad, se sabía que el guerrero sólo disfrutaba de la bebida y del calor que emanaba de las casas incendiadas. Caminaba por el pueblo en busca de seis o siete casas que estuvieran cerca una de la otra, prendía fuego a sus vigas y se sentaba en el centro de aquella fogata digna de su fama.
Ahora, frente al mendigo, sentía cómo su sangre helada lo congelaba desde adentro. Se frotó los brazos con furia, las manos desnudas buscaron brazas que pasaba por su cuerpo. Los músculos congelados no le permitían moverse, no podía huir. El mendigo se puso de pie sin dejar de mirar los ojos que reflejaban un fuego azul. Detrás de aquellos años reconoció al súbdito del Emperador, a su compañero de armas, al guerrero imbatible que, en una batalla que nunca fue historia, lo abandonó para esconderse entre una montaña de nieve. En aquel momento, el mendigo recordó la mirada del cobarde.
Me encanta andar en bicicleta de noche, cuando no hay nadie en la calle. Llevarme el mp3 y cargarlo de música para bicicleta. Música tranquila, que te lleve sola. Pedaleo despacio mientras miro el asfalto retroceder bajo mis pies. Un movimiento que me hipnotiza. Puedo estar horas así y ser feliz durante todo ese tiempo.
Algún día me voy a pegar un palo.
Dejo otra versión de blackbird de los beatles, una de Sarah MacLachlan. Tema precioso para andar en bicleta un día como hoy.
Algún día me voy a pegar un palo.
Dejo otra versión de blackbird de los beatles, una de Sarah MacLachlan. Tema precioso para andar en bicleta un día como hoy.
Por primera vez en quince años, tengo una bicicleta. Es amarilla y tiene un candado rojo, de esos que parecen una D gigante. Es hermosa. Soy feliz.
Mañana ya les contaré cómo nos llevamos. Las treinta cuadras que disfrutamos juntos fueron un viaje. Perdón, era necesario.
Dejo, claro, Bicycle Race de Queen.
Mañana ya les contaré cómo nos llevamos. Las treinta cuadras que disfrutamos juntos fueron un viaje. Perdón, era necesario.
Dejo, claro, Bicycle Race de Queen.
Saturday, May 06, 2006
Una cosa más sobre el amor y prometo dejar de hablar de esas huevadas en las que ya pocos creen. Conozco la persona a quien le fue confiado todo el amor del mundo. Durante algún tiempo salí con esa persona. Llenó de amor y belleza mi mundo (mi mundito), hizo que en algunos momentos el aire brillara y que quisiera conocer todo y a todos los que habitan este planeta. Pero soy tan boludo (mi persona se cierra en un nudo ante esta certeza) que no logré enamorarme de ella. Todavía me es difícil comprender, mesurar, tener una noción de mi estupidez. Todos deberían enamorarse de ella.
Time of your life de Green Day.
Éste es el acústico, no me decido: ¿cuál es el mejor?
De ahora en más sólo voy a hablar de fulbo.
Time of your life de Green Day.
Éste es el acústico, no me decido: ¿cuál es el mejor?
De ahora en más sólo voy a hablar de fulbo.
Friday, May 05, 2006
La gente quiere amor. Yo quiero amor. Tal vez el amor son todas esas pequeñas cosas que no incluyen la palabra amor. El llamado en el momento justo, acompañar a la parada del colectivo, ir a buscar a alguien a la estación, cebar mate, tener la sensación de que se puede contar con alguien, compartir una cena, cocinar para alguien, contemplar durante horas (literalmente horas) aquella espalda mientras la mano acaracia (bien despacio para no despertarla) esa piel tan suave.
Qué se yo. Mejor dejo de pensar boludeces y me dedico a escribir mi novelita.
More than words de Extreme.
B tiene razón, debería tener un programa de radio.
Qué se yo. Mejor dejo de pensar boludeces y me dedico a escribir mi novelita.
More than words de Extreme.
B tiene razón, debería tener un programa de radio.
Thursday, May 04, 2006
Odio comer solo. Si es al mediodía me la banco, pero cenar solo me pone triste. Tan triste, que el sonido del ascensor que anuncia la posible llegada de un comensal alerta todos mis sentidos. Y si la puerta del ascensor se abre en mi piso o el de abajo (todavía no puedo distinguir los sonidos) me alegro de antemano. Creo que por eso nunca viví solo, por miedo a las cenas, por miedo a alegrarme de antemano. Porque, claro, la mayoría de las veces termino guardando la comida que sobra para el almuerzo del día siguiente. Mañana, otra vez pollo con arroz.
(A veces ni yo puedo distinguir entre mi personaje y mi persona. Supongo que no hay diferencias)
Dejo Stand by me de Ben E. King. Un negro que canta una delicia.
Me doy cuenta de que estoy melancólico y no sé bien por qué.
(A veces ni yo puedo distinguir entre mi personaje y mi persona. Supongo que no hay diferencias)
Dejo Stand by me de Ben E. King. Un negro que canta una delicia.
Me doy cuenta de que estoy melancólico y no sé bien por qué.
Wednesday, May 03, 2006
A veces necesito a alguien a quien mimar. Tiene poco que ver con el amor, es sólo cariño y la satisfacción de sentir que alguien disfruta de nuestros cuidados y atenciones. Claro, en mi caso tiene que ser una mina y no sé si a las mujeres les pasa esto alguna vez. Pero se siente bien abrazar a alguien y creer que se la está protegiendo, mantenerse cerca, dar calor, pensar que esa persona se siente segura entre nuestros brazos. Algunas mujeres tienen el encanto de actuar una necesidad de protección, entonces uno puede disfrutar de hacerse el duro por unos segundos, después ceder con una mirada de te cuido pero porque me lo pedís y así uno se va a dormir feliz de la vida. Después, al despertar a la mañana siguiente, la chabona se levanta de mal humor, no tiene ganas de actuar ni de que le hablen, y toda la fantasía se va a la mierda.
En estos tiempos en que no creo en el amor, lo más parecido que encuentro es la satisfacción de mimar a alguien.
La letra no tiene nada que ver con lo que escribí arriba pero sí es un hermoso tema para cantarle en un susurro a la mujer que -ojos cerrados, respiración pausada, delicioso perfume de su pelo- descansa sobre nuestro pecho. Father and Son de Cat Steavens
En estos tiempos en que no creo en el amor, lo más parecido que encuentro es la satisfacción de mimar a alguien.
La letra no tiene nada que ver con lo que escribí arriba pero sí es un hermoso tema para cantarle en un susurro a la mujer que -ojos cerrados, respiración pausada, delicioso perfume de su pelo- descansa sobre nuestro pecho. Father and Son de Cat Steavens
Algunos días me despierto más gay que otros. Hoy desperté bastante gay y por eso (y porque es un tema que le gusta a mi hermana) les dejo Kiss form a rose de Seal. De ahora en más voy a dejer las letras de los temas en los comentarios, así no hinchan tanto las pelotas. Recuerden que este tema se canta con el puño cerrado y el brazo algo levantado, así bien bala.
Tuesday, May 02, 2006
Una vez leí a un tipo (claro que no recuerdo ni su nombre ni el de su obra ni su profesión pero sí recuerdo que es de los referentes de la intelectualidad) que decía que ser culto era poder relacionarse con naturalidad en las diferentes esferas culturales. Es decir, ser culto es poder sentirse cómodo en la cancha, en el colón, en una murga rolinga, entre escritores. Está muy bien esa definición, algo menos facha que la que se tiene por cierta.
Monday, May 01, 2006
Mi ignorancia me avergüenza. Me gustaría haber leído más, visto más películas, escuchado más música, pero no lo hice. Y tampoco lo hago. En realidad no sé en qué se va mi tiempo, supongo que en pensar boludeces. Por ejemplo, el último libro que leí de punta a punta fue El libro de los records Guiness 1995. Ni siquiera eran los records actualizados, pero por alguna razón no podía dejar de leer cifras que encontraban un rincón en mi memoria escasa. Mi amiga Paula me preguntó por qué leía esa mierda. Esto es pura literatura, dije. En este libro conviven descripciones de varios extremos de lo que es ser humano. Callate, dijo ella y por suerte le hice caso.
A veces me encuentro a charlar con escritores y ellos me hablan de tal autor o este otro blog o la genreación de no sé dónde ni cuándo. Al principio aclaro que no conozco nada de su obra; después de exponer mi ignorancia por unos minutos, opto por decir que me suena pero no, no leí nada; al final me quedo en silencio y, como la personas de la literatura suelen ser educadas, ya no me preguntan. Entonces, me prometo leer a todos los autores nombrados, salgo a Avenida Corrientes y camino varias cuadras hasta que me olvido de mi propósito y los kiosocos de revistas con minas en pelotas me ocupan más tiempo que los estantes de las librerías.
A veces me agrupan entre los jóvenes escritores argentinos. Cuando nos reúnen para una entrevista o una presentación, trato de desplazarme poco a poco fuera de la charla hasta quedar como observador. Con algo de suerte mi silencio es interpretado como sabiduría y, al menos, sé que estoy a salvo de decir que me gustan todas las novelas de Borges. Mi último recurso es ser simpático y decir boludeces.
Escribí Gaijin entre los 19 y los 22 años. En ese momento, mis recursos literarios eran escasos (no creo que ahora sean abundantes). Es decir, lo escribí como pude. Lo interesante es que años después, críticos, periodistas y lectores alaban mi economía de recursos, simplicidad, un estilo en "sordina" y algún aire oriental. Mis elecciones en cuanto al estilo (usar pocos adjetivos y adverbios, construcciones simples, descripción con acciones) se debieron también a una falta de capacidad. Si hubiese sabido usar los adjetivos y los adverbios para que quedaran lindos, Gaijin tendría más de los veinte o treinta que tiene.
Ahora, que creo tener herramientas para escribir mejor, es cuando más me cuesta escribir. Ahora, que creo ser algo más culto, elijo leer El libro de los records Guiness 1995.
Mi ignorancia me asombra.
A veces me encuentro a charlar con escritores y ellos me hablan de tal autor o este otro blog o la genreación de no sé dónde ni cuándo. Al principio aclaro que no conozco nada de su obra; después de exponer mi ignorancia por unos minutos, opto por decir que me suena pero no, no leí nada; al final me quedo en silencio y, como la personas de la literatura suelen ser educadas, ya no me preguntan. Entonces, me prometo leer a todos los autores nombrados, salgo a Avenida Corrientes y camino varias cuadras hasta que me olvido de mi propósito y los kiosocos de revistas con minas en pelotas me ocupan más tiempo que los estantes de las librerías.
A veces me agrupan entre los jóvenes escritores argentinos. Cuando nos reúnen para una entrevista o una presentación, trato de desplazarme poco a poco fuera de la charla hasta quedar como observador. Con algo de suerte mi silencio es interpretado como sabiduría y, al menos, sé que estoy a salvo de decir que me gustan todas las novelas de Borges. Mi último recurso es ser simpático y decir boludeces.
Escribí Gaijin entre los 19 y los 22 años. En ese momento, mis recursos literarios eran escasos (no creo que ahora sean abundantes). Es decir, lo escribí como pude. Lo interesante es que años después, críticos, periodistas y lectores alaban mi economía de recursos, simplicidad, un estilo en "sordina" y algún aire oriental. Mis elecciones en cuanto al estilo (usar pocos adjetivos y adverbios, construcciones simples, descripción con acciones) se debieron también a una falta de capacidad. Si hubiese sabido usar los adjetivos y los adverbios para que quedaran lindos, Gaijin tendría más de los veinte o treinta que tiene.
Ahora, que creo tener herramientas para escribir mejor, es cuando más me cuesta escribir. Ahora, que creo ser algo más culto, elijo leer El libro de los records Guiness 1995.
Mi ignorancia me asombra.
Para quien le interese, me avisaron que Gaijin puede conseguirse otra vez en las librerías. No sé si hicieron una reedición (no creo porque no me avisaron) o se los habían encanutado y ahora los sacan a la venta(lo más probable). De todas formas, está bueno que pueda conseguirse otra vez. Me voy a comprar un par, así devuelvo el que le afané a mi vieja.
Una parte importante de cualquier arte reside en la combinación de los elementos. Claro que la calidad de los elementos es fundamental, pero la combinación, la forma en que estos elementos se relacionan le da sentido a toda la obra, ya sea literatura, pintura, fotografía, música o sexo. Y, claro, esta vez voy a hablar de sexo. ¿Alguna vez cogieron con alguien con quien combinan a la perfección? El ritmo, el timing, los acordes que forman labios, manos y exhalaciones componen una obra magnífica. Nadie sabe explicar por qué, ni siquiera los participantes. Los cuerpos parecen estar diseñados el uno para el otro. Su cintura se curva en el lugar preciso para que mi brazo la rodee, mi mano acaricia una espalda con la misma longitud que mi antebrazo, al darle un beso miro hacia abajo en un ángulo que es pura armonia. Resultado: un polvo increíble.
Dejo Satisfaction de los Stones, interpretado por Bjork y PJ Harvey.
Presten atención a cómo la voz terrosa de PJ se combina con la voz celestial de Bjork.
Dejo Satisfaction de los Stones, interpretado por Bjork y PJ Harvey.
Presten atención a cómo la voz terrosa de PJ se combina con la voz celestial de Bjork.
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