Acabo de ver Into the wild de Sean Penn y me gustó. Aunque no deja de ser una película yanqui (historia imposible en cualquier otro mundo), compré todo lo que me vendieron: desde la fotografía hasta la música, las actuaciones y la historia. Tal vez es demasiado larga, pero se la banca: punto para Sean, que además me cae bien.
Quiero hablar del final, así que quien no la vio deje de leer ahora.
El otro día hablábamos de todas estas películas de protagonistas que se rebelan contra el mundo que les es dado y los finales siempre trágicos que tienen que enfrentar. Es molesto ver cómo todas estas historias te dicen que si querés ser libre, feliz a tu manera, sin comprarle nada al sistema, vas a terminar mal: loco, encerrado, arrepentido, de vuelta a donde partiste o muerto, como en esta peli. Está bien, fue libre. Está bien, les dio libertad a las personas que encontraba en el camino. Está bien, hizo felices a otros. Está bien, murió feliz. Está bien, el argumento pedía
a gritos esa muerte. No me quejo narrativamente de todo esto sino que da bronca, viejo, que siempre matemos (yo también he matado protagonistas así) a los espíritus libres, con los huevos suficientes para hacerse cargo de esa libertad. ¿Por qué sentimos que estas historias necesitan estas muertes? Claro, soy conciente de que todos estos relatos serían mucho peores si el protagonista terminara viviendo feliz para siempre. ¿Pero por qué? No sé, tal vez porque no podemos soportar que alguien logre esa libertad, tal vez porque somos unos sádicos de mierda.
Con algo de suerte, algún día voy a escribir unas de estas historias de rebelión y libertad con un final feliz y que no parezca una mierda.
PD: me enamoré de la minita que canta.
PPD: el protagonista parece ser una mezcla entre leonardo di caprio y joe black.
PPPD: groso cómo hicieron adelgazar al actor para el final.
Monday, June 30, 2008
Friday, June 27, 2008
Ayer fue el cumpleaños de Tilsa, 21 tiene la muy hijaputa. Comimos muy bien (ni si quiera sé cómo se llama lo que prepararon) y el cocinero me dijo algo que no me había dado cuenta de que se aplica también a las comidas: "Para mí, el mejor plato es la Santa Trinidad: bife de chorizo, arroz y huevo frito. Yo ya sé esto. Pero todas las demás comidas son para tener la experiencia de otros sabores, otras texturas."
Thursday, June 26, 2008
Wednesday, June 25, 2008
Sí, caí en la tentación. A pesar de que lo presentía, a pesar de que una cuarta edición está casi obligada a ser peor que las anteriores, a pesar de que ya me habían dicho que era mala, fui a ver a Indiana Jones. ¿Y saben qué? Es mala. El argumento no tiene asidero alguno, va flotando entre escenas de acción; Harrison Ford, a fuerza de querer resucitar viejos latiguillos y muecas por poco cae en una parodia de sí mismo; los aliens no combinan con Indiana Jones. Al parecer, se pensaron que hacer un refrito de persecuciones y permanentes (hasta el hastío) guiños a las otras tres que sí valían la pena (sí, ésta es tan mala que eleva un poco a "El templo de la perdición"), condimentarlo con algo más contemporáneo como los aliens y repetir la emotiva banda de sonido indianajonesca era hacer una película. Y se equivocaron.
Pero era algo que sentía que le debía a este personaje que tantas alegrías me había regalado. Se merecía que yo le fuera fiel, aún en contra de todas las señales. Lo malo es que él no supo ser fiel a sí mismo. Por una vez que joliud había logrado hacer un personaje entrañable, lo arruinan. Por suerte, todas esas referencias con las que intentaron atraer al espectador funcionaron un poco y no me aburrí del todo. Pero sí, tengo que sumar otra decepción en mi vida.
Pero era algo que sentía que le debía a este personaje que tantas alegrías me había regalado. Se merecía que yo le fuera fiel, aún en contra de todas las señales. Lo malo es que él no supo ser fiel a sí mismo. Por una vez que joliud había logrado hacer un personaje entrañable, lo arruinan. Por suerte, todas esas referencias con las que intentaron atraer al espectador funcionaron un poco y no me aburrí del todo. Pero sí, tengo que sumar otra decepción en mi vida.
Monday, June 23, 2008
Mi memoria está más amarrada a olores y sonidos que a imágenes. Los estímulos visuales que tengo pocas veces me arrastran a momentos vividos; en cambio, los olores y los sonidos son un link directo a una escena específica. El olor a vapor de la tintorería de mi abuela, el de las milanesas que se fríen en la sartén negra de la casa de mis viejos, el olor a Japón (sí, japón huele de forma particular), el de la rotisería que había en Paraguay y Vidt, el del subte a las 7:11 de la mañana. Y no sólo llega el recuerdo sino también la misma sensación, la emoción que te invadía al escuchar por ejemplo esto:
PD: para los que no conozcan, así abría Robotech, serie japonesa comprada y reeditada por yanquis. La primera vez que la vi la daban en el viejo canal 9 del estado, después la pasó Cablín y hace poco, tengo entendido, locomotion. En realidad, en la versión japonesa, eran tres series separadas con argumentos independientes pero los yanquis, por razones reglamentearias de la tv de allá, las unieron jugando un poco con la edición, las traducciones y la música. El único hilo conductor era la Protocultura, que tampoco se terminaba de saber bien qué era.
PD: para los que no conozcan, así abría Robotech, serie japonesa comprada y reeditada por yanquis. La primera vez que la vi la daban en el viejo canal 9 del estado, después la pasó Cablín y hace poco, tengo entendido, locomotion. En realidad, en la versión japonesa, eran tres series separadas con argumentos independientes pero los yanquis, por razones reglamentearias de la tv de allá, las unieron jugando un poco con la edición, las traducciones y la música. El único hilo conductor era la Protocultura, que tampoco se terminaba de saber bien qué era.
Vamos a tratar de regresar a esta senda, al blog, me refiero, que tanto espacio me ha dado para decir cualquier boludez sin aparentes consecuencias. Además, este lunes no quiere despertarse del fin de semana y hace tres horas que estoy con el word abierto en una página en blanco.
Confieso ("que he bebido") que estuve siendo tacaño con mi blogcito: escatimé infromación, lo dejé plantado en varias esquinas y no contesté sus llamados. Así que para reencauzar nuestra relación no queda más que contar la razón de tanto abandono:
Confieso ("que he bebido") que estuve siendo tacaño con mi blogcito: escatimé infromación, lo dejé plantado en varias esquinas y no contesté sus llamados. Así que para reencauzar nuestra relación no queda más que contar la razón de tanto abandono:
Una mujer me tiene maravillado.
Monday, June 16, 2008
El otro día fui al teatro, algo que no pasa casi nunca. Fui a ver "Fin de partida", de Beckett, dirigida por Pompeyo Audivert, y me gustó. Aunque todavía hay muchas cosas que se me pierden en las simbologías y las actuaciones, lograron que me sintiera parte de ese pequeño pedazo de mundo. La obra transcurre en una casa, un cuarto más bien, que parece haberse salvado de una catástrofe mundial. Toda la historia gira alrededor de las rutinas de los personajes, algo en realidad pequeño, pero que se sostiene por sí mismo. Y lo loco, par mí, narrador, es que esta supuesta escasez de argumento me encantó. En cada pequeño gesto podía sentirse la relación entre los personajes, el desgaste de la repetición, el hartazgo, el miedo, el odio, la necesidad y el amor, todo junto. Me sorprendio (prejuicio de pocas experiencias previas en el teatro) que no se hablara tanto. Incluso, hubiese preferido menos líneas de diálogo. Es que el sentido de la obra me llegó mucho más por el lenguaje corporal que por las palabras. Y acá viene lo que me hizo ruido: la elección del registro o, en realidad, la no elección. A veces hablaban como los más porteños y otras en ese invento del castellano neutral. La diferencia no me hubiese molestado si cumpliera una función, si fuera una herrramienta para darle un matiz más a la obra, pero me pareció que no. Sí, es cierto, en algunos momentos era gracioso pero creo que no aportaba.
En fin, empecé a ir al teatro y fue un gustoso primer paso.
En fin, empecé a ir al teatro y fue un gustoso primer paso.
Saturday, June 14, 2008
Hay veces que el cuerpo no alcanza. El ser crece mucho más de lo que se cree posible. Algunos logran llorar y derraman ese exceso en lágrimas. Otros, los que no sabemos llorar, estamos seguros de que vamos a explotar, de que nos salimos del cuerpo a través de los poros, de que necesitamos otros cuerpos para poder sentir todo lo que estamos sintiendo.
Wednesday, June 11, 2008
Frase de la noche:
"Esta canción es un martillazo en el alma"
Nude, Radiohead.
Don't get any big ideas
they're not gonna happen
You paint your smile
And fill the holes
There'll be something missing
Just when you found it
It's gone
Just when you feel it
You don't
It's gone forever
She stands stark naked
And she beckons you to bed
Don't go, you'll only want
To come back again
So don't get any big ideas
They're not gonna happen
You'll go to Hell
For what your
Dirty mind is thinking
And now that you found it
It's gone
Now that you feel it
You don't
It's gone forever
Nude, Radiohead.
Don't get any big ideas
they're not gonna happen
You paint your smile
And fill the holes
There'll be something missing
Just when you found it
It's gone
Just when you feel it
You don't
It's gone forever
She stands stark naked
And she beckons you to bed
Don't go, you'll only want
To come back again
So don't get any big ideas
They're not gonna happen
You'll go to Hell
For what your
Dirty mind is thinking
And now that you found it
It's gone
Now that you feel it
You don't
It's gone forever
Tuesday, June 10, 2008
Ayer vi La nube errante de Tsai Ming-liang. Me gustó. Más que nada me dejó pensando en esa capacidad que tienen ese grupo de directores (Miike, Kim Ki Duk, Kitano, no se me ocurre ninguno occidental) de hacerse cargo de una historia y contarla con todas las escenas necesarias para contarla, sin escatimar nada.
A ver, empecemos por otro lado. Estoy seguro de que la mitad de las escenas provocaron risas incómodas en muchos espectadores de este lado del mundo. No sé bien de dónde surgen, tal vez del propio miedo al ridículo. Pero lo cierto es que en esta película no hay nada de ridículo. No es una mirada sarcástica la que se muestra, sino la más pura sinceridad. El director se liberó de todos los tapujos para mostrar una historia de amor y descubrirnos la belleza de la que son capaces las personas.
Me encantaría tener la capacidad de usar los extremos de la humanidad para contar algo. Cuando veo estas películas me da la sensación de que siempre me quedo por el medio.
A ver, empecemos por otro lado. Estoy seguro de que la mitad de las escenas provocaron risas incómodas en muchos espectadores de este lado del mundo. No sé bien de dónde surgen, tal vez del propio miedo al ridículo. Pero lo cierto es que en esta película no hay nada de ridículo. No es una mirada sarcástica la que se muestra, sino la más pura sinceridad. El director se liberó de todos los tapujos para mostrar una historia de amor y descubrirnos la belleza de la que son capaces las personas.
Me encantaría tener la capacidad de usar los extremos de la humanidad para contar algo. Cuando veo estas películas me da la sensación de que siempre me quedo por el medio.
Sí, es cierto, soy un bloggero abandónico. Sepan disculpar. Vulevo para contarles que en este momento entra una luz preciosa en el comedor de mi casa pero que estoy poco fotógrafo, así que por esta vez la vamos a disfrutar nosotros nomás. Otra cosa: en este mismísimo momento, un cocinero cocina en mi cocina, una cantante canta en la sala y un escritor escribe en su computadora. Me gusta cuando las cosas funcionan así de bien.
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