Acabo de ver Into the wild de Sean Penn y me gustó. Aunque no deja de ser una película yanqui (historia imposible en cualquier otro mundo), compré todo lo que me vendieron: desde la fotografía hasta la música, las actuaciones y la historia. Tal vez es demasiado larga, pero se la banca: punto para Sean, que además me cae bien.
Quiero hablar del final, así que quien no la vio deje de leer ahora.
El otro día hablábamos de todas estas películas de protagonistas que se rebelan contra el mundo que les es dado y los finales siempre trágicos que tienen que enfrentar. Es molesto ver cómo todas estas historias te dicen que si querés ser libre, feliz a tu manera, sin comprarle nada al sistema, vas a terminar mal: loco, encerrado, arrepentido, de vuelta a donde partiste o muerto, como en esta peli. Está bien, fue libre. Está bien, les dio libertad a las personas que encontraba en el camino. Está bien, hizo felices a otros. Está bien, murió feliz. Está bien, el argumento pedía
a gritos esa muerte. No me quejo narrativamente de todo esto sino que da bronca, viejo, que siempre matemos (yo también he matado protagonistas así) a los espíritus libres, con los huevos suficientes para hacerse cargo de esa libertad. ¿Por qué sentimos que estas historias necesitan estas muertes? Claro, soy conciente de que todos estos relatos serían mucho peores si el protagonista terminara viviendo feliz para siempre. ¿Pero por qué? No sé, tal vez porque no podemos soportar que alguien logre esa libertad, tal vez porque somos unos sádicos de mierda.
Con algo de suerte, algún día voy a escribir unas de estas historias de rebelión y libertad con un final feliz y que no parezca una mierda.
PD: me enamoré de la minita que canta.
PPD: el protagonista parece ser una mezcla entre leonardo di caprio y joe black.
PPPD: groso cómo hicieron adelgazar al actor para el final.
Monday, June 30, 2008
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2 comments:
es una historia real.
el muchacho existio y se murio.
no es una invencion literaria. estar por fuera del sistema implica estar loco, o drogado, o borracho. ademas, seguramente te moris joven.
pero son los menos, la mayoria nos acomodamos a esta realidad, nos aburguesamos, nos dejamos mantener, nos prostituimos y vamos felices al cine a ver las de pochoclo y las otras tambien.
la cuestión es que si el muchacho no se hubiera muerto, los productores no hubiesen hecho la película.
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