Sunday, March 28, 2010
Día 3:
"Recién saqué pasaje para Salta, me atendió el mismo tipo que me vendió el pasaje para la Garganta del Diablo. Disculpame, me dijo, ¿Vos viniste desde allá en una bici sin cambios? Hoy te vi y me dije este chango está loco."
"Salí del hostal y vi a una chica bonita. Voy en busca de pan y queso."
"¿Cómo en ningún lado me venden un pedazo de queso? Sólo hay hormas enteras o queso de máquina, en fin. Ahora estoy sentado en la plaza y está lleno de unos escarabajos simpatiquísimos. Caminan a los pedos como si fueran unos ejecutivos de traje y estuvieran llegando tarde a alguna reunión. Y vuelan, joer."
"Caí otra vez en las empanadas. Si sigo así se me va a romper el estómago"
"Acaba de pasar algo extraño. Casi llegaba al hostal cuando escucho Eh, Japón. Me di vuelta y vi a dos flacos, uno tenía la mano en la oreja como si estuviera hablando con alguien por celular. Algo así como la joda que hacía tinelli pero más pelotuda aún. Así que me frené en seco, me di la vuelta y los encaré. El amigo del boludo se lavó las manos y se alejó. El boludo se cagó de las patas. La verdad que tenía ganas de romperle todo, de una forma desproporcionada, casi que injusta. Menos mal que no reaccionó porque el flaco iba a comerse trompadas que no le correspondían. Seguí camino. Sentada en la vereda, la chica bonita y una amiga. Me miraron. Creo que iban a salir con el boludo y su amigo."
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment