El otro día, mientras disfrutábamos de un delicioso ají de gallina que habíamos preparado, se nos ocurrió una nueva forma de dislexia, la dislexia temporal. Acaso nunca les pasó que les empieza a doler el pie y decís qué mierda, y ahora ¿por qué me duele el pie? Justo hoy que tengo tantas cosas que hacer y, zas, te das el pie contra un mueble. Ahí tienen, dislexia temporal: que se te rompa una taza en la mano antes de que se te caiga, estar en pedo antes de abrir la botella, dejar a alguien antes de que te dejen.
Monday, April 19, 2010
El otro día, mientras disfrutábamos de un delicioso ají de gallina que habíamos preparado, se nos ocurrió una nueva forma de dislexia, la dislexia temporal. Acaso nunca les pasó que les empieza a doler el pie y decís qué mierda, y ahora ¿por qué me duele el pie? Justo hoy que tengo tantas cosas que hacer y, zas, te das el pie contra un mueble. Ahí tienen, dislexia temporal: que se te rompa una taza en la mano antes de que se te caiga, estar en pedo antes de abrir la botella, dejar a alguien antes de que te dejen.
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