Hoy. Ayer. Bueh, hace unas horas terminé de leer Cuando lo peor haya pasado de Pablo Ramos. Me encantó. Y lo más extraño es que lo sentí como un libro de poemas. Muchos escritores que escriben narrativa y poesía no encuentran diferencia entre los géneros. Y supongo, yo, que no escribo poesía, que no la hay. Decía, terminé de leer este libro y me dieron ganas de volver a leerlo. No me pasó eso con los otros libros de Pablo, La ley de la ferocidad y El origen de la tristeza. Las historias de Cuando lo peor... tienen algo más, o algo menos, no sé. Algo que queda resonando como un diapasón; cada cuento es un solo golpe pero esa nota cristalina llama a todo los armónicos.
Monday, April 05, 2010
Hoy. Ayer. Bueh, hace unas horas terminé de leer Cuando lo peor haya pasado de Pablo Ramos. Me encantó. Y lo más extraño es que lo sentí como un libro de poemas. Muchos escritores que escriben narrativa y poesía no encuentran diferencia entre los géneros. Y supongo, yo, que no escribo poesía, que no la hay. Decía, terminé de leer este libro y me dieron ganas de volver a leerlo. No me pasó eso con los otros libros de Pablo, La ley de la ferocidad y El origen de la tristeza. Las historias de Cuando lo peor... tienen algo más, o algo menos, no sé. Algo que queda resonando como un diapasón; cada cuento es un solo golpe pero esa nota cristalina llama a todo los armónicos.
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