Tuesday, March 31, 2009
Monday, March 30, 2009
Friday, March 27, 2009
Algo que encontré entre archivos viejos:
Antes de que Mariela me diera aquel beso había tenido que escuchar que yo no le gustaba, que nunca iba a gustarle, me había dicho que era patético, la había visto salir con otros tipos: más estúpidos y más feos, incluso algunos que eran una mierda de persona. Pero al fin, en aquella salida que mis compañeros de oficina organizaron en mi último día de trabajo, Mariela se acercó a mí. Aunque los dos sabíamos que era por lástima lo disfruté como si estuviera enamorada.
Al día siguiente me levanté de la cama cuando era otra vez de noche. Arrastré la resaca hasta el baño, me metí debajo de la ducha y abrí la llave de agua fría. Cuando salí me di cuenta de que todavía tenía puesto un pantalón empapado y de que no había ninguna toalla cerca. Me miré en el espejo mientras la ducha abierta hacía rebotar su murmullo contra los azulejos. Mejor callate, dije. Me lavé los dientes, vomité y volví a lavarlos. Sentí un corte la parte interior del labio. Aunque no me dolía, era profundo, como si faltara un pedazo de carne. En el espejo casi no se notaba, para verlo tenía que doblar el labio y tirar hacia abajo.
Ahora, cada vez que mi mujer me da un beso, su lengua se demora en aquella, su primera, cicatriz.
Antes de que Mariela me diera aquel beso había tenido que escuchar que yo no le gustaba, que nunca iba a gustarle, me había dicho que era patético, la había visto salir con otros tipos: más estúpidos y más feos, incluso algunos que eran una mierda de persona. Pero al fin, en aquella salida que mis compañeros de oficina organizaron en mi último día de trabajo, Mariela se acercó a mí. Aunque los dos sabíamos que era por lástima lo disfruté como si estuviera enamorada.
Al día siguiente me levanté de la cama cuando era otra vez de noche. Arrastré la resaca hasta el baño, me metí debajo de la ducha y abrí la llave de agua fría. Cuando salí me di cuenta de que todavía tenía puesto un pantalón empapado y de que no había ninguna toalla cerca. Me miré en el espejo mientras la ducha abierta hacía rebotar su murmullo contra los azulejos. Mejor callate, dije. Me lavé los dientes, vomité y volví a lavarlos. Sentí un corte la parte interior del labio. Aunque no me dolía, era profundo, como si faltara un pedazo de carne. En el espejo casi no se notaba, para verlo tenía que doblar el labio y tirar hacia abajo.
Ahora, cada vez que mi mujer me da un beso, su lengua se demora en aquella, su primera, cicatriz.
Thursday, March 26, 2009
Estoy escuchando Fito Páez, el Amor después del Amor. Creo que es el primer cd que me regalaron. Me acuerdo que pensaba que era un disco de minitas (no estaba tan errado) pero igual lo escuchaba. Me gustaba ése mismo tema, el Amor después del Amor. No sé por qué, supongo que por el ritmo. La primera vez que lo oí, estaba sentado sobre la alfombra marrón del altillo, cuando mi hermano tenía ahí su cuarto. Ahora es un depósito de porquerías, como el 70% de la casa. Mi hermano escuchaba la radio mientras hacía algo en su computadora. Yo siempre estaba silenciosamente rogando que me prestara la compu para jugar a algo y él se aprovechaba de eso, el muy zorete. En fin, lo que quería contar es que recién ahora, sí, ahorita mismo, interpreto de alguna forma esa frase: el Amor después del Amor. Tengo varios cuentos que tratan de eso. Qué pasa con el amor que todavía se tienen una pareja que se separa, que ya se separó hace años, que les gustaría separarse pero no logran hacerlo. Qué pasa con el amor hacia los padres, que muchas veces existe a priori pero que después pasa algo, se seca, se inunda, se evapora y uno tiene que andar por el mundo pisando esa historia, tratando de regarla de a poco, de secarla con cuidado, de transformarla en algo tangible. La verdad es que no sé qué habrá querido decir el Fito pero al parecer aquel día, sentado conmigo en la alfombra marrón del altillo, me condenó a la cursilería. Ahora cuando escribo me la paso lidiando con la decepción, la ternura, el odio, la obsesión, la nostalgia, la necesidad, el cariño, la desesperación y todas esas otras formas de amor que surgen del amor.
Wednesday, March 25, 2009
El otro día fui a buscar el Gaijin que compré por interné. Me pasaron la dirección de una casa de fotografía en el microcentro. Toqué timbre, miré las cámaras, los lentes, los trípodes mientras esperaba que me abrieran. Entré. Disculpe, vengo a buscar un libro que compré por internet. Llamaron a alguien, una chica que apareció detrás de una mampara. Ah, sí, venís por el libro. Se estiró y agarró un Gaijin blanco reluciente. Te debe gustar mucho el autor. ¿Cómo? Que debés ser fan del autor para poner su nombre en tu meil. Yo soy el autor. ¿Si?, la chica abió la solapa del libro, miró la foto, me miró, volvió a mirar la foto y volvió a mirarme. ¿Y para qué comprás tu propio libro? Porque en la editorial no tienen más. De pronto, sostuvo el libro con las dos manos y lo atrajo hacia su cuerpo. Me gustó, eh. Qué bien, gracias. No, en serio, me gustó. Lo vendo porque no tengo lugar en la biblioteca y la plata me sirve para comprar otro libro que no haya leído. Claro, sí, entiendo. Ahora abrazaba el libro como si fuera el peluche que la acompañó toda su vida. No sé, me da vergüenza venderlo, vendértelo a vos. No, está bien, yo lo necesito, está bien que lo vendas. No, no sé, me da mucha vergüenza. Pero en serio lo necesito. Ya ni me miraba. Buscó una bolsa donde guardó el libro y me la pasó. Le entregué un billete de cincuenta. Mientras buscaba el vuelto me preguntó si estaba escribiendo otra cosa.
Monday, March 23, 2009
Ayer fui a Velez, a ver a Peter Gabriel. Gracias a la generosidad de la fortuna y de mis hermanos tuve la oportunidad de ir a platea. Nunca había ido a un recital fuera del campo. Creía que era así cómo había que disfrutar un recital, parado, contra las vallas, saltando, rozándose con la gente. Pero tengo que reconocer, tal vez sea esto de no tener más veinti, que me encantó estar sentadiro, ver bien todo, el escenario, reconocer a los artistas y que se vean enteritos y no sólo un hombro, un brazo o la cabeza cuando se tenía suerte. Es cierto que hay algo en el campo que no existe en otra partede un estadio, pero bueh, para una onda Peter Gabriel no era tanto lo que me estaba perdiendo.
Ahora pasemos al recital. Estuvo increíble. Sonaron de la puta madre. Creo que fue el recital con mejor sonido que haya ido en mi vida. Peter todavía la rockea y descubrí que me gusta mucho su voz. La banda sonaba en el piso de concreto, en las sillas de plástico y en los huesos. Un tema en particular, Darkness, que les dejo, te asustaba cuando sonaba un acorde grave. Mierda, qué está pasando. Es que posta te sacudía las costillas. Estuvieron impecables durante todos los temas y te hacían pasar de la intimidad al más puro metal con una delicadeza exquisita. Tuvo varios finales. Primero Red Rain, después Father Son y terminó con Biko. A partir de aquí, depende de ustedes, dijo y se fue del escenario mientras la banda seguía tocando y el público gritando. O O Ooooooooooooooo. De a uno se fueron yendo hasta que solo quedó el batero y la gente no dejaba de cantar. Al final tocó el último compás y apagaron todas las luces de golpe. Como dije, increíble.
Darkness de Peter Gabriel
Ahora pasemos al recital. Estuvo increíble. Sonaron de la puta madre. Creo que fue el recital con mejor sonido que haya ido en mi vida. Peter todavía la rockea y descubrí que me gusta mucho su voz. La banda sonaba en el piso de concreto, en las sillas de plástico y en los huesos. Un tema en particular, Darkness, que les dejo, te asustaba cuando sonaba un acorde grave. Mierda, qué está pasando. Es que posta te sacudía las costillas. Estuvieron impecables durante todos los temas y te hacían pasar de la intimidad al más puro metal con una delicadeza exquisita. Tuvo varios finales. Primero Red Rain, después Father Son y terminó con Biko. A partir de aquí, depende de ustedes, dijo y se fue del escenario mientras la banda seguía tocando y el público gritando. O O Ooooooooooooooo. De a uno se fueron yendo hasta que solo quedó el batero y la gente no dejaba de cantar. Al final tocó el último compás y apagaron todas las luces de golpe. Como dije, increíble.
Darkness de Peter Gabriel
Wednesday, March 18, 2009
Tuesday, March 17, 2009
Mierda. Acabo de terminar Un mundo para Julius de Bryce Echenique y me dejó una sensación de pérdida horrible. Hermosa. Terrible. Estoy con ganas de llorar y de reír, de tomar whisky, comer hasta reventar, correr y correr, todo al mismo tiempo. Mañana lo explico mejor. Pero el borrachín me conmovió.
Monday, March 16, 2009
Escena de cuento:
Me gustaría acordarme de todo lo que me dijo esa noche. Recuerdo que le dije que yo no estaba enamorado. Es que me insistió. O tal vez no tanto, pero ya era imposible sostener su no mirada, su espalda entortugada debajo de la sábana, el pelo tan largo, tan lacio. Sos un tarado. Dijo tantas cosas. A manotazos desgarraba todas las envolturas. A tientas buscaba las palabras, se equivocaba, retrocedía y volvía a embestir. Habló de que hay un copado por barrio, de que ella era la copada del abasto y la campeona de Capital. Sos un tarado, eso lo dijo muchas veces. Necesito puchos. Bajamos, caminamos tres cuadras al único kiosco abierto a esa hora. Caminamos de la mano. Volvimos. No quiero subir, dijo. Bueno, tomemos un café. No quiero. Bueno, me tomo un café. Nos sentamos a una mesa en la calle. El café estaba delicioso. Dijo tantas cosas. La seducción es una mierda, hace que el amor sea pedorro. Y no quiero un amor pedorro, dijo. Pedorro era lo único que podía decirse. El tiempo y el espacio apretaban y ahí, debajo de la noche, sólo encastraba pedorro, con todos sus ángulos y aristas. Pedorro. Otro manotazo y esta vez era la última envoltura, detrás del mundo apareció un rayo de luz que me pegó de lleno. Me miró. Claro, ahora me querés. ¿Ves que sos un tarado?
Me gustaría acordarme de todo lo que me dijo esa noche. Recuerdo que le dije que yo no estaba enamorado. Es que me insistió. O tal vez no tanto, pero ya era imposible sostener su no mirada, su espalda entortugada debajo de la sábana, el pelo tan largo, tan lacio. Sos un tarado. Dijo tantas cosas. A manotazos desgarraba todas las envolturas. A tientas buscaba las palabras, se equivocaba, retrocedía y volvía a embestir. Habló de que hay un copado por barrio, de que ella era la copada del abasto y la campeona de Capital. Sos un tarado, eso lo dijo muchas veces. Necesito puchos. Bajamos, caminamos tres cuadras al único kiosco abierto a esa hora. Caminamos de la mano. Volvimos. No quiero subir, dijo. Bueno, tomemos un café. No quiero. Bueno, me tomo un café. Nos sentamos a una mesa en la calle. El café estaba delicioso. Dijo tantas cosas. La seducción es una mierda, hace que el amor sea pedorro. Y no quiero un amor pedorro, dijo. Pedorro era lo único que podía decirse. El tiempo y el espacio apretaban y ahí, debajo de la noche, sólo encastraba pedorro, con todos sus ángulos y aristas. Pedorro. Otro manotazo y esta vez era la última envoltura, detrás del mundo apareció un rayo de luz que me pegó de lleno. Me miró. Claro, ahora me querés. ¿Ves que sos un tarado?
Sunday, March 15, 2009
Thursday, March 12, 2009
Wednesday, March 11, 2009
Monday, March 09, 2009
Hace unas semanas que no escribo nada. Me siento frente a la compu y mis dedos se paralizan. Encima odio esto, escribir acerca de que no me sale escribir. Es una pelotudez. Pero qué sé yo, tal vez las pelotudeces también son necesarias. Lu dice que no escribo porque no quiero, que eso es lo más triste. Y pone triste lo que dice.
OK. Ahora me siento, pruebo cualquier cosa y lo subo al blo. Ahí se ven, babosos.
OK. Ahora me siento, pruebo cualquier cosa y lo subo al blo. Ahí se ven, babosos.
El otro día fui a ver La orquesta inestable y Lapsus! Llegamos un par de temas tarde y el lugar estaba lleno. Encontramos un par de sillas vacías y nos sentamos con unas cervezas palermo de diez pesos. La orquesta sonaba bien, como siempre, pero muy bajo. Después me explicaron: "No esperábamos que vieniera toda esta gente" El lugar estaba repleto con gente parada contra las paredes y demasiada conversación. La orquesta tenía que pelear por el espacio audible y, claro, tres tipos (dos violas, un contrabajo, todo acústico) contra cerca de cien personas es una lucha desigual. De todas formas estuvieron muy bien. Se notaba que lo estaban disfrutando y los aplausos surgieron de pie.
Después llegaron los de Lapsus! Entonces sí. Una onda más partusera, luces y amplificadores. Más alcohol en la sangre de todos y ya no me acuerdo de mucho más. De todas formas estoy seguro que de que estuvieron bien, esos tipos siempre suenan bien.
Acá les dejo una foto de Lapsus!, una de las pocas que mi borrachera no llegó a mover.
Después llegaron los de Lapsus! Entonces sí. Una onda más partusera, luces y amplificadores. Más alcohol en la sangre de todos y ya no me acuerdo de mucho más. De todas formas estoy seguro que de que estuvieron bien, esos tipos siempre suenan bien.
Acá les dejo una foto de Lapsus!, una de las pocas que mi borrachera no llegó a mover.
Tilsa coincide con Euge. Los dormilones no tenemos onda. Todo lo interesante que puede ser un tipo se pierde en esa ensoñación de papar moscas que tanto nos afecta. Los dormilones hinchan las pelotas, dicen. Los dormilones son unos sonsos. Yo tenía claro esto pero no pensé que se notara. Al parecer hay una diferencia abismal entre el tipo ganador que no le da bola a nadie y nosotros los dormilones. La acción (no darle bola a nadie) es la misma pero la actitú es opuesta. Y como sabemos, la actitú lo es todo.
Friday, March 06, 2009
Pocas veces tendrán oportunidad de hacer mejor negocio. Dos bandas muy grosas en el mismo lugar, en la misma noche, en los mismos 10 pesos.
La orquesta inestable y Lapsus!
La orquesta inestable y Lapsus!
Thursday, March 05, 2009
Wednesday, March 04, 2009
Tuesday, March 03, 2009
Monday, March 02, 2009
Terminé de leer El libro de la risa y el olvido. No me gustó. Está bien pero no aportó mucho. La prosa funciona, aunque se zarpe de explicativa. Lo que me pasó es que las historias nunca terminaron de cuajar. Creo que se apoya demasiado en eso de dejar al descubierto la construcción de los personajes (que en sí no está mal) y por eso pierde equilibrio. Son varias historias independientes que quieren apuntar a estos dos tópicos de la condición humana: la risa y el olvido. Falla al quedarse en la superficie. Es más, cuando al final quiere profundizar un poco, llevando a una adulta al mundo de los niños, se vuelve tedioso.
Lo que más me gustó es la definición de "lítost", una palabra en checo que según Kundera es intraducible. Vendría a ser una combinación de humillación, vergüenza, impotencia y bronca.
Lo que más me gustó es la definición de "lítost", una palabra en checo que según Kundera es intraducible. Vendría a ser una combinación de humillación, vergüenza, impotencia y bronca.
Subscribe to:
Posts (Atom)