Tuesday, December 29, 2009
Buenos Aires se zarpa. Hoy volvía por la panamericana cuando vi la panza de una nube que parecía acostada. Después de pasar unos puentes vi otras panzas hasta que a mi frente se desplegaron decenas de nubes acostadas sobre la ciudad. Miré alrededor pero el resto del cielo era del celeste furioso del verano, sólo buenos aires andaba entre nubes, como si todas esas gordas, cansadas de ir flotando por ahí, hubieran decidido dejarse caer y retozar ahí mismo. La luz de la tarde iluminaba las puntas y dejabael resto sombreado. Cada tanto, cuando la panamericana cruzaba alguna ruta, parecía que iba por la autopista hacia una cordillera blanca, anaranjada y amarilla. Entonces bajaba la velocidad para que el momento durara un poquito más. Creo que nunca fui tan despacio por la autopista. Putié bastante porque no tenía la cámara pero igual me sentí feliz de tanta maravilla. Además, mejor no usar una cámara a cien kilómetros por hora. Después, en la Lugones pensé que si me desviaba a la costanera iba a poder seguir disfrutando del paisaje pero no. Había una linda luz pero no mucho más.
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