Al parecer estaba en busca del extremo de mi estupidez y lo encontré. Estaba lejos, eh. Tuve que esforzarme, esperar el momento justo y, entonces sí, caer. Porque no sólo es cuestión de andar haciendo el ridículo, uno debe hacerlo con taimin y actitú. Así es, pues, que encontré el extremo más profundo minutos después de disfrutar de un beso bonito de una chica más bonita aún.
Por suerte, cuando uno llega al fondo, sólo queda rebotar. Bueh, eso espero.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
4 comments:
el winner loser de mata!
en fin. contame ahora qué pasó.
amiga mia, no es la distancia geográfica la que te mantiene en el desconocimiento. Es Maximiilano en su máximo misterio.
te quiero. A vos también, mata.
Vicky.
tus relatos abonan a veces la teoria acerca de que una vez que se toca fondo, todavia se puede seguir escarbando un poquito mas.
la senda del perdedor...
lamuerteenpatineta.blogspot.com
Yo fui testigo de todo! jeje (seré discreta matoso, no temas)
Post a Comment