Thursday, December 27, 2007

carreta

"Viva la pampa húmeda, carajo"

Hace unas semanas volví a leer el Axolotl de Cortázar. Conversando con Amrei encontramos una lectura posible que me pareció la más satisfactoria: el protagonista del cuento no es ninguno de los personajes sino el narrador. Seguro ya se le había ocrrido a alguien pero bueh...Supongo recordarán el cuento y recordarán que a primera vista parece la historia de un tipo que se convierte en axolotl. Pero esa resolución no cuaja del todo. Más que nada porque tanto el tipo como el pez no dejan de ser ellos mismos aún después de la supuesta transformación. Entonces Cortázar usa el cuento para enganarnos y para contar otra historia, la historia del camino del narrador, del narrador como personaje y protagonista.

Hacía tiempo que no tenía una conversación de este tipo y la disfruté mucho. Claro que después de dos horas de hablar de un cuento de cinco páginas, ya me aburrí.

Thursday, December 20, 2007

Disfruto de la compañía de mis amigos y me gusta que alguien viva conmigo en casa pero hay algo maravilloso que sólo puedo hacer cuando no hay nadie: comer sandía a cucharadas. Me compré media sandía, cuatro kilos de dulzura, y me la voy comiendo con una cuchara que también guardo en la heladera (no sé bien por qué). Mis hermanos me cagaban a puteadas cuando hacía eso en lo de mis viejos. Una vez se calentaron tanto que no me dejaron comer más, y eso que estaba casi entera. Pero ahora tengo mi propia sandía fresca y dulce. Creo que es la primera vez que tengo una para mí solo. ¿Uno se puede empachar de sandía? Porque hoy debo haber comido kilo y medio.

Saturday, December 15, 2007

Ayer, en la fiesta de cumplede Ana, mientras charlábamos acerca de tropiezos existenciales, surgió la frase de la noche:

"Hay que hacer porrón y cuenta nueva"

Thursday, December 13, 2007

peugeot

(sin título)

Mi viejo tuvo un 504 al que se le terminó trabando dos puertas y tres ventanas. A veces, cuando me sentaba adelante, mi viejo me dejaba poner los cambios mientras él manejaba. Antes del 504, tuvo un renault 12 con aire acondicionado. Siempre me pareció que esas luces redondas y esa trompa recta hacia abajo le daba una cara de bobo impresentable. Antes del 12, tuvo un Falcon (sí, uno verde) en el que te cagabas de calor y todas las manijas que eran de metal te quemaban las manos después de estar unas horas bajo el sol. Me acuerdo que en ese auto podía dormir en la luneta (esa es la luneta, no?) de atrás. Mi cuerpo estendido encajaba a la perfección y tenía la ventaja de poder ver el cielo y a los otros autos mientras me echaba una siestecita.

Wednesday, December 12, 2007

Frase de la otra noche:

"Como dijo Martin Luther King: - I have a drink..."

Tuesday, December 04, 2007

Tengo una hipótesis a la que le falta comprobación:

el poder de atracción de los dulces
es mayor sobre las mujeres que sobre los hombres.

PD: tal vez el dulce de leche sea la excepción.

Monday, December 03, 2007

Leyendo boludeces que escribí, me encontré con esto. Ja, usaba tres puntos.

Ayer conocí una persona de mirada única, mirada cíclope, podría decirse. Tan pura que ni pestañas tenía. Era capaz de rescatar un recuerdo del hueco de nuestras costillas pero era lo único que veía, una sola de esas historias.
- Por ejemplo- dijo al tiempo que señalaba una pareja que subía al taxi. - Aquel hombre traicionó a su mejor amigo. La mujer cuando era niña se encerró con su primo en el placard. Hace meses que el taxista perdió el dinero de la hipoteca en el hipódromo, aunque su familia no lo sabe.
- Sí, todo es posible- dije pera no empujarlo con mi incredulidad.
- Y vos… vos quisiste llorar toda la noche.
Me aferré a la satisfacción de saber que su mirada única no distinguía la sonrisa del hombre, que le abría la puerta a la mujer, que se aseguraba de ampliar el escote de su blusa, reflejado en el espejo retrovisor acomodado por el taxista. Colilla aún encendida sobre el asfalto negro. Y tampoco veía mi necesidad de llamarte.
El fin de semana de felicidad se completó con Grupo Corpo: Increíble.

Sunday, December 02, 2007


Sereno trabaja sin descanso en un tren que también lo tiene como único pasajero. El tren, con la locomotora por detrás y toda una maquinaria de infierno y vapor por delante, fabrica y emplaza sus propias vías y durmientes de concreto. Avanza con lentitud pero inexorablemente sobre un campo vastísimo. Sereno sabe que en poco tiempo su invención se quedará sin acero, sin cemento, sin carbón. Cuando llegue ese lugar, a ese momento soñado con un río que lo cruza verde y silencioso, se sentará a beber un té de menta en su nuevo hogar.

amarillo en bici B

"libertá amarilla"

En este momento ya estaba a tres personas de la valla.

No puedo irme a dormir sin dejar esto asentado:

hoy fui a ver a The Police y fue el mejor recital de mi vida.

PD: Stewart Copland se convirtió en mi músico de cabecera.
PPD: y sí, Pau, empezaron con Message in a bottle.

Wednesday, November 28, 2007


Le tomé gusto a las sombras.

tigre 05

tigre 06

tigre 01

Monday, November 26, 2007

tigre 02

"iluminación"

Friday, November 23, 2007

Vamos a dejar algunas cosas en claro. Ya me harté de todos esos artificios y corazones rojos que nos vienen vendiendo desde que nacemos. La cosa es simple: aquellas personas que nos quitan la sensación de soledad son las que amamos.


PD: ahora que pienso, el amor tal vez no es otra cosa que una forma de agradecimiento.

Monday, November 19, 2007

broche y lana 02

"Atrapando recuerdos"
o
"Psicología"

Frase de la otra noche:

Los años no vienen sobrios...
pero quién te quita lo bebido.

Friday, November 16, 2007

Siempre hace falta un poco más de Ella:


"When you´re feelin´ your heart breaks
you´re learnin´ the blues. "

Listen to the woman.

Thursday, November 15, 2007

wings 03

"Taimin y actitú"

Tuesday, November 13, 2007

aribondi

"Del bondi"
Acabo de terminar de leer In Fraganti, antología en la que participo. Ahí, Pablo Plotkin publica un cuento que me voló la capocha: Mamá Rosa. Pensaba contarles alguna boludez acerca de mis impresiones pero parece que esta vez me di cuenta de que ya fueron escritas las palabras necesarias, que siempre son las justas, y cualquier cosa que agregue estaría demás.
Consigan el cuento.




PD: también me gustó el de Enriquez y el de Oyola

Monday, November 12, 2007

lila y rio

Los colores de Lila

Saturday, November 10, 2007

"Qué hace un hombre en estas ocasiones? Envía flores. Este es un proyecto ridículo... pero las cursilerías, cuando son humildes, tienen el gobierno del corazón. ", La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares.


Todo el mérito es de B.

Friday, November 09, 2007

lila y mata

"Lila hablaba, yo escuchaba"

El otro día fui a ver Ricordati di me, película italiana del mismo director de El último beso. Me gustó una frase con la que empieza. Los personajes duermen y están por despertarse para continuar sus días: "En un minuto tendrán que recordar que están vivos". Hace un tiempo hablaba con amigos que uno, cuando es chico, no sabe que la vida sigue después de irse a dormir. Por eso los chicos quieren mantenerse despiertos, por miedo a que nada exista nunca más. Con el tiempo, uno aprende que cada mañana se retoma lo que se dejó la noche anterior. O se convence de que hay que hacerlo. Uno se enseña que hay una continuidad, que esos recuerdos corresponden a nuestras vidas, en lugar de asumir que cada día es una vida nueva.

Tuesday, November 06, 2007

Ayer me contaron este chiste:

- Papá ¿qué es la política?
- Es una forma en que se relacionan las personas de una sociedad
- ¿?
- Por ejemplo. Yo, que traigo plata a la casa, soy el capitalismo. Tu mamá, que distribuye esa plata de la forma más justa, es el socialismo. Teresa, la mujer a la que le pagamos para que limpie la casa, es el proletariado. Tu abuelo, que nos da consejos para que hagamos mejor las cosas, es el sindicalismo.
- ¿Y yo, papá? ¿Yo qué soy?
- Vos sos el pueblo, que crece con la política. Y tu hermanito recién nacido es el futuro. Ya es tarde, andá a dormir.
- Buenas noches, pa.

El chico se va a dormir pero se despierta en mitad de la noche porque su hermanito llora. El bebé se hizo caca encima. Entonces el chico va al cuarto de los padres, donde encuentra sólo a la mamá, que duerme. Oye ruidos en el cuarto de Teresa. Se acerca y ve al papá que se mueve sobre la mujer y al abuelo que mira atento desde la puerta. El chico decide volver a acostarse.

- Buenos días, hijo. ¿Y? ¿Entendiste lo que es la política?
- Sí, anoche entendí todo. Cuando el pueblo va en busca de ayuda se da cuenta de que el capitalismo se coge al proletariado, mientras el sindicalismo mira y el socialismo duerme. Por eso nuestro futuro está cagado.
Sólo para anunciar el regreso de las fotos:


pablo
Al parecer estaba en busca del extremo de mi estupidez y lo encontré. Estaba lejos, eh. Tuve que esforzarme, esperar el momento justo y, entonces sí, caer. Porque no sólo es cuestión de andar haciendo el ridículo, uno debe hacerlo con taimin y actitú. Así es, pues, que encontré el extremo más profundo minutos después de disfrutar de un beso bonito de una chica más bonita aún.

Por suerte, cuando uno llega al fondo, sólo queda rebotar. Bueh, eso espero.

Tuesday, October 30, 2007

Tengo un presentimiento:

la poesía la escribe el lector.

Cómo me gusta:

- el olor de la primera pitada de un cigarrillo recién encendido
- el sonido de la botella cuando se sirve la primera copa de vino
El Ministerio de Relaciones Interiores declara que se inician acciones para destrabar el conflicto.

Nuevas tratativas diplomáticas Conmigo Mismo.

Sunday, October 28, 2007

Frase de la noche:

"- Sólo me arrepiento de dos cosas en la vida:
de no haberme cogido a mi prima a los 14 años y de (nadie recuerda el resto)."

Thursday, October 25, 2007

En Palermo Cheto hay un bar que en el fondo tiene un pasillo largo. El pasillo, también oscuro, lleva a un cuarto sin decoración, una mesa pequeña y dos sillas. Le dicen el Nada es gratis. Seguún está explicado en las reglas talladas en la mesa, todo lo que uno ordene será gratuito mientras los dos concurrentes acepten la publicación del informe. El informe no es otra cosa que una crónica de lo sucedido en el cuarto pero sin indicios ni metáforas. Un "¿Qué pedimos?" se ve expresado en su cruda realidad: "Por dios, quiero comerte esas tetas"; si alguien dice "¡Qué buen vino!" la computadora imprime: ¿Hasta cuando vas a dormir? y si alguien se excusa "Voy al baño" sale un desenmascarado: ¡Me abuuurrrrooooo! Pocas son las parejas que aceptan la publicación del informe que es proyectado en una pared del establecimiento. Pagan y se apresuran a salir del bar, evitando la mirada de Lara, mesera exclusiva del Nada es Gratis. Ella también es la única lectora de los informes, que imprime para guardarlos en una carpeta en su casa. Los lunes y martes, sus días francos, son dedicados a pasar a aquellas hojas, que después de risas, puteadas indignadas y alguna lágrima se convierten en estadística:

Nada es gratis (12 de marzo al 17 de marzo)

No me interesa/ me aburro: 5 veces
Uy, qué tarado: 8 veces
No quiero ser tu amigo/a: 8 veces
Quiero cogerte: 10 veces
¿Cuándo me vas a dar un beso?: 12 veces
Qué orto/qué tetas/qué lomo: 27 veces
Te quiero/te amo: 28 veces
No me lastimes, por favor: 62 veces
Cerca de Constitución, a espaldas de la estación de trenes, desde donde pueden verse los camiones que suben a la autopista, hay un pasaje largo que no cruza ninguna calle. En estos adoquines, que algunos llaman el Mar, uno puede pasarse la vida sin tomar decisiones. O, lo que es mejor pero lo mismo, uno puede decidirse por todo. No es necesario descartar las pastas porque ya se ha elegido milanesas con fritas; vino, cerveza y fernet conviven en el mismo vaso; Lucía y Julieta acceden a salir al cine, al teatro y a cenar; el puesto de diarios tiene un cambiador para probarse todas las prendas y juguetes que uno quiera llevarse y un beso es amor, es caricia y mentira. No hay nada que deba descartarse, nada que quede fuera, salvo las decisiones siguientes. Porque en aquel pasaje, la vida, en busca de no perderse de nada, se ahoga antes de llegar a la esquina.
Acabo de ver Sympathy For Mr Vengeance. Se supone que es la segunda parte de una trilogía que comienza con Old Boy. Es una muy buena peli, aunque no me gustó tanto como la primera. No sé, tal vez tantas historias que se cruzan hacen que al final le quite algo de peso al argumento, tal vez porque la actuación del protagonista de Old Boy es zarpada, tal vez por las peleas inexistentes en este segundo laburo. De todas formas vale la pena mirarla. Me di cuenta de que este director usa el sonido como una herramienta principal con la que relatar. Muchas veces lo que sucede, sucede fuera de cámara y uno se entera por lo que se escucha. Está muy bien logrado(potenciado porque uno de los protagonistas de sympathy es sordo). Otra cosa que disfruté fueron algunas tomas en picado casi total con un encuadres que parecen pinturas. También hay un laburo con los colores muy hermoso, aunque haya mucha sangre.

Me dan mucha impresión las operaciones, cortes, inyecciones y ese tipo de procederes pero disfruto de una buena pelea con sangre. Raro eso.

Tuesday, October 23, 2007

Dan ganas de saltar:

Frase de alguna noche:

"To beer or not to beer..."
Conozco la mejor heladería de la ciudad. Además de gustos increíbles (Marroc, con pedazos grosos de marroc) sus clásicos como Chocolate amargo o limón te parten la boca. Tanto, que ya adoptamos a los que supimos llamar helados plenos: deme medio kilo de dulce de leche tentación (sí, el que viene con dulce de leche y cositas de chocolate). Nada de andar mariconeando con gustos mariquitas. Así que después de una panzada de tacos, cerveza y demases, después de desabrocharse el último botón del pantalón (o bajar el tiro del joggin) uno puede llamar y decir que vayan preparando medio kilo de mascarpone con futos del bosque, porque además de estar abierto hasta pasada la media noche (hasta las tres los fines de semana), queda a diez metros de la puerta de mi casa. Como dije, la mejor heladería de la ciudad.
Odio ir a la peluquería. Es una incomodidad que sufro desde chico. Tal vez porque mi viejo hacía que me raparan en la nuca: el ruido penetratne de la máquina, y el raspón frío de la navaja. Después, cuando empecé a ir solo era peor aún porque ya era conciente de que nunca me quedaba bien. Aún hoy, no entiendo cómo es que los peluqueros se las arreglan para cortarme siempre pal orto. Tengo el pelo abundante y bastante lacio, creo que es buena materia prima para que les salga algo no demasiado choto. Pero no, se esfuerzan y así me queda. Esta vez estuve como tres o cuatro meses sin cortarme el pelo, tanto que empecé a usar vincha. Pero también me arte de eso. Hoy pensé en raparme del todo, cada vez que me veo obligado a ir a la peluquería, considero agarrar la máquina y pelarme. Lo malo es que quedaría como un monje. En fin, por lo menos, ahora faltan otros dos meses para que tenga que volver.
Anoche terminé de leer El maestro y Margarita de Bulgakov: librazo.
Me hizo acordar un poco a Boris Vian, por los personajes y los delirios por los que transita. Aunque, sin haber leído mucho de Vian, me gusta más el trabajo del ruso. De alguna forma, la fantasía parece más ligada ala historia, como algo estructural del argumento, minetras que en Vian siempre me pareció como pegado, más un artificio que una obra.

Esta novela la publicaron como veinte años después de su muerte y al parecer el tipo, en algún momento la había quemado. Después volvió a escribirla de memoria. "Los manuscritos no arden", dice el Maestro.

La verdá que el libro me quitó algunas telarañas que se iban juntando en una parte de mi imaginación. Me refrescó la mente y ahora me gustaría escribir un poco así. Voy a probar con un cuentito cuando termine éste del río.
El otro día, haciendo unas fotos para un grupo de danza escuché esta conversación:

- Uh, ¡quién se cagó?
- Yo no, porque no me gusta el olor.
- ¿cómo?, es un asco.
- No mientás, me vas a decir que no te gustan tus propios pedos.


(las cuatro chabonas estaban semi en pelotas)
Vuelto de mis vacaciones blogueras, retomo la tarea diaria de escribir pelotudeces. Por problemas técnicos en mi computadora, por ahora no podré subir más fotos.
Necesito un café.

Friday, October 12, 2007

Frase de la mañana (es muy temprano, no pretendan mucho):

"- La soledad es un amigo que no está.

-Y que no usa celular."

Sunday, October 07, 2007

Recién llegado de larga noche que incluye: recital en puerto madero (qué bien que está bomba de tiempo) y fiesta algo modernosa y demasiado lleno de gente (descontando que no nos dejaron entrar por como media horae) En fin, acabo de comerme un pancho con papas fritas y mientras subía por el ascensor me preguntaba qué tan acertado había sido retirarse de la fiesta en ese momento. - Poco acertado - dice una voz que no le gusta que duerma. Pero ya se había terminado la última cerveza que pensaba tomarme, así que sumemos algunos eslabobes más a la conocida cadena infinita de malas decisiones. Si consideramos que pensé en volver a casa como una hora antes, haber llegado a este momento no está tan mal, ¿no? ¿NO?
Bueh, me voy a dormir. Mañana almuerzo bien, cocina mi viejo.

Thursday, October 04, 2007


Frase de la otra noche:

"- Viste que cuando cerrás los ojos sos invisble? "

Thursday, September 27, 2007

Bueno, sí, la producción ha sido escasa estos días. También el consumo, nada de películas, poco de libros (relectura de El tambor de hojalata) y no mucho más. En su reemplazo he aumentado la frecuencia de la birra y del juego, como ya hemos explicado, mal llamado de azar. No hay excusa pertinente, salvo que me gusta beber y jugar (a pesar de que voy como cuarenta pesos abajo). Encima tampoco practico kung fu por un esguince de rodilla suministrado por mi buen amigo Pablo, con lo que la birra se transforma automáticamente en panza y mis frustraciones, generalmente disipadas por punos y patadas, se acumulan en suenos, rencores y silencios.

Por suerte, manana salgo para mendoza. Me esperan Guille, Ana y el universo Lila. Así que nada de sentar el culo frente a una pantalla que escamotea companía. Al menos por unos días.

Mientras, los dejo con Fiona Apple y su Across the universe, exquisito chocolate amargo.


Wednesday, September 26, 2007

Frases de la noche:

" - No me ninguneen
- Ninguno te ningunea"


"La mala suerte es una imperceptible cadena infinita de malas decisiones"

Wednesday, September 19, 2007

Hoy tengo ganas de tomarme un vino con el monstruo despreciado por el Dr Frankestein.

Es increíble cómo a través de las pelis yanquis transformaron
una historia que abunda en humanidad en xenofobia pura.

PD: mi maq está a punto de morirse por un virus que entró por el msn. Venía zafando pero ya no, a formatear otra vez.
Acabo de ver en la tele de mis viejos una peli tan ridícula que me gustó: Once upon a time in México. Sería algo así como la tercera parte de El mariachi. La primera, que se supone la mejor, no la vi. La segunda, con antonio banderas y salma hayek, me pareció malísima y ridícula. Ahora, apareció esta tercera, con banderas, hayek, depp, rurke y otros famosillos (entre ellos un actor que me gusta pero que nunca me acuerdo el nombre). Cosa que en Once upon... encontraron la veta de la ridiculez hasta el extremo de la parodia y logran reírse de sí mismos. Todo lleno de clichés, sangre y tiros además de joyitas como: agente encubierto de la CIA (depp) que usa un brazo ortopédico falso y una remera que dice CIA; enrique iglesias de mercenario a sueldo, ex fbi que borra el "INVALID" de su credencial con liquid paper, rurke (hecho una vieja por todas las operaciones que se hizo en la cara) con uno de esos perros rata que sólo las viejas con operaciones pueden llevar. Claro, las escenas de depp son las mejores (en un momento mata a un tipo que le tiene que dar un papel con información, como no lo encuentra en los bolsillos piensa que lo debe tener guardado en el orto y, aunque descubre el papel antes de llegar a esa cavidad, de todas formas termina de investigar a fondo sólo por el placer de hacerlo) pero rebalsa de tantas boludeces que es para mearse de risa. Es una de esas pelis que no debe haber vendido ni una entrada y ni una copia, en parte por prejuicios como el mío, pero que estoy seguro que se divirtieron haciéndola.

Tuesday, September 18, 2007

J. me había dicho que Ozu era uno de los diez mejores directores de la historia. Entonces no me quedó más remedio que tratar de bajar alguna de sus películas. Cosa no demasiado difícil pero que tomó dos semanas en llegar a mi compu. Y como sabemos, dos semanas en la era de la banda chancha es una bocha.
Bueno, ayer vi Late Spring con la compañía de Ari. Me gustó mucho pero quiero detallar algunas cosas. Empieza con los títulos sobre fondo gris (gris porque es una peli blanco y negro), que ya anuncian, durante unos cuatro minutos que no pasa nada además de letras que no entiendo, "peli lenta como pocas que haya visto". Llegamos a la primera escena: ceremonia del té. Cuatro, cinco mujeres sentadas en ronda que no hablan porque, claro, están en la ceremonia del té. Pero lo que pasa es que esta escena dura otros cinco minutos donde se muestra en detalle la delicadeza de cada gesto. De todas formas, desde el vamos se nota que el Ozu tiene una fotografía muy cuidada. En esta escena donde todas las personas están sentadas o arrodilladas en el piso, la cámara mira desde abajo, como si fuera un nene o alguien acostado contemplando lo que pasa. Mitad de la película está hecha de esta forma, otro tercio con una fotografía muy bonita y sólo me molestaron algunos primeros planos al mejor estilo de telenovela argentina(o sea: primer plano de Personaje Uno que pregunta; primer plano de Personaje Dos que contesta y pregunta; primer plano de Personaje Uno que responde) Otra cosa que me pareció rara es que todos los planos tenían nada de profundidad de campo (la mayor parte de la escena fuera de foco), no sé si por imposibilidad técnica o como recurso, y además el foco nunca se movía (y creo que la cámara tampoco).
A ver, pasemos a lo que me importa. Dejamos de lado otras escenas interminables (como la del teatro Noh) y pasemos al argumento. La historia es muy simple, incluso ingenua, y aún así te lleva y ayuda a atravesar la lentitud, una mirada para nosotros ya caduca y algunas actuaciones desesperantes (no sé si en esa época era así nomás, pero la mina no para de sonreír como si estuviera drogada). La cosa viene así: una mina vive con su padre, que quiere que se case de una vez por todas; pero la mina quiere tanto al padre que no quiere irse. El relato nos hace suponer que no se casa por algo de miedo por la vida que desconoce y, más que nada, por la relación edípica (para nosotros espectadores freudianos) con el viejo. Además, si ella se casa, seguro el padre se vuelve a casar, algo inmoral para la muchacha (y otra vez edipo). Todavía no sé bien por qué me gustó, pero la verdad que me quedé con la sensación de haber visto una muy buena película. Tal vez porque, pese a la actuación de la mina, logró que me creyera todo lo que me contaba.
Además, Ari, como siempre, lloró con la peli. Es algo que me gusta de ella: siempre logra compenetrarse con lo que sea que esté apreciando, sea película, música, libro, pintura. Aunque a veces esa sensibilidad la lleva a no soportar algunas historias porque le hacen mal. La he visto dejar libros por la mitad o salir del cine con la frase: "Te espero en el café de la esquina".

PD: por lo de "uno de los mejores direcotores de la historia", esta peli no me convenció pero sí logró que quiera ver más cosas del chabón. Ya veremos.

PPD: quien quiera ver la peli pero no quiera saber el final deje de leer ahora.

escena de la peli que me ganó el corazón:
La hija al final se casa. El padre está triste porque la hija se va pero feliz porque sabe que es lo mejor para ella (claro que esto no está explicado), entonces el tipo, con una sonrisa, mira por la ventana iluminada por el sol y dice: - Mañana va a ser otro día hermoso.

Sunday, September 16, 2007

Hoy, dos frases de la noche:

"- ¿Por qué te vas?
- Porque estoy enamorada."

"Hace mucho que no soy tan feliz,
como ahora, que pude volver a mi niñez"

Frase de la noche de ayer:

"No tengo nanda a qué renunciar."

Friday, September 14, 2007

Fragmento de cuento de boxeador, aunque supongo que no va a quedar así. Tu mach y demasiado explicativo pal resto del cuento que viene más sequito y austero.

Las cuerdas que rodean el ring, que tantas veces vistas desde abajo me habían parecido una jaula, no hacen más que encerrar al resto del mundo. Desde arriba, todo lo demás se ve pactado, transado, sometido al antes y al después. Sobre la lona, los segundos se aferran, se guardan en puños cerrados; el tiempo se mira, se respira, pesa. Mi contrincante, el pobre tipo al que ni siquiera le dejan la compañía de la banqueta, me mira compasivo. Tres asaltos de realidad para enseñarme que todo está tan lejos que la lucha sólo puede ser conmigo mismo. Miro por última vez aquella escalera que me abandonó donde ni siquiera existen enemigos. Suena la campana.

Wednesday, September 12, 2007

Frase de la noche:

"La pereza es un síntoma"

Tuesday, September 11, 2007

hipódromo

"tiempo es otra cosa"

Trato de escribir un cuento inspirado en Nicolino Locche y no puedo dejar de ver lo que vio Cortázar en su trompetista (saxofonista, en realidá,pero no sé por qué siempre lo pienso trompetista) de El perseguidor. Estos tipos perciben el tiempo de otra forma, algo que los saca de este universo para abandonarlos náufragos sin asidero posble.

Saturday, September 08, 2007

Nada me queda más marcado en la memoria que las veces que fui cagón. Ninguna victoria, ninguna mujer inigualable, ningún logro enriquecedor. Esas derrotas que sólo me tienen a mí de culpable son las que más vienen a visitarme en cada silencio. Hoy di un examen de kung fu y me cagué. En medio de una danza mi mente quedó en blanco, después de ahí todo fue tropiezo tras tropiezo (incluso con el propio cinturón). Algunos que no me conocen dirán que soy demasiado autoexigente. Como dije, no me conocen.
Lo único que cuenta es hacerse cargo; ser cagón es todo lo contrario. Odio ser cagón. Y puedo asegurarles que no quieren cruzarme cuando me estoy odiando.
En algún momento será otro día, esperemos que sea pronto.

Friday, September 07, 2007

Ayer te soñé.
Nos dábamos un beso, dijiste que vos también me querías.
No podíamos entender todo ese tiempo…
Pero anoche el tiempo no importaba.
Daban ganas de llorar que pareciera un sueño dan ganas de llorar.
Ahora, no sé si estoy triste, enojado, feliz o es toda esta solidez que me duele.
Respiro profundo en busca de respirar ese sueño, comer de ese aire que se escapa entre los párpados.
Cierro con fuerza los ojos pero el agua siempre cae del puño.

No sé cuándo pueda volver a soñarte, amor.

Thursday, September 06, 2007


Acostado solo en la cama, con todos los recuerdos que no quiero en una espiral que cae conciéntica, me doy cuenta de que a veces el tiempo, rodillas cada vez más cercanas, también se hace un ovillo.

Y me cubro, me tapo con la esperanza de que todo eso pase de largo. Pero eso espera, parece no tener otra cosa que hacer, así que espera hasta que, solo, derrotado, en la madrugada, me destapo los oídos: eso me dice su nombre.

Wednesday, September 05, 2007

Es fácil notar algo así como un estilo en mis textos pero ahora empiezo a verlo en mis fotos. De todas formas habría que definir qué es estilo.

colores01emmasupervivencia
Los dejo con la más grande de todos los tiempos.

Gracias Ella:

Tuesday, September 04, 2007

La cerveza es la bebida alcohólica más antigua de la humanidad. Al parecer, ya en el 7000 ac, por la mesopotamia había algún choborra sentado en el quiosco de la esquina bajándose una chela. Hecha a base de fermentación de cereales, cada civilización que desarrolló la agricultura también consiguió fabricar cerveza. Por eso, el amigo, mi queridísimo señor Eames, antropólogo que no conoce nadie, postula que este dulce licor, suave tormento, es una de las grandes causas para la sedentarización de las civilizaciónes. Es decir, la gente dejó de vagar por ahí buscando frutas y animalitos y sentó cabeza en algún lugar para poder producir cerveza.

Brindo por ello. Porque birra hay una sola.
Altísimo recital el de calle 13. Uno de esos eventos en que te la pasás bailando, saltando y gritando durante dos horas, mientras el tipo hace lo mismo. Residente le puso todas las pilas a pesar de que el sonido era bastante choto, distorsionaba algunas veces y la voz (lo más importante en esta banda) estaba muy abajo. Visitante y sus pistas, junto con el resto de la banda (dos percus, una bata, dos violas, bajo, dos vientos y teclado) tocaron de la puta madre. La voz femenina, me enteré más tarde, es otra hermana de los tipos estos. Una de esas mujeres de las que es demasiado fácil enamorarse: linda, simpática, talentosa, con terrible onda. Fui con tres amigas, los pibes fueron el viernes, y todas salieron algo alteradas por Residente, su lomo y su joguin que dejaba ver el calzón.


En un momento apareció santaolalla, algo desubicado con su tango, y vicentico, gordo, pálido, paralizado, rascándose (corrección después de comentario de pau) el culo. Por favor que alguien le alcance cianuro al pobre hombre que ya no quiere más de la vida.

Friday, August 31, 2007

Sisisi, ya tengo mi entrada de Calle 13. A bailotear se ha dicho.

Mi tema preferido: La jirafa.


Thursday, August 30, 2007

El otro día subimos con amrai a la terraza. Había una luna llena increíble, brillaba en todo el cielo. La ciudad parecía iluminada de un gris azulado que le daba a todo un color de conjuro, como si Buenos Aires no fuera más que un hechizo. Pero lo que más me gusta de la luz de luna es la sombra que poryecta. A pesar de la falta de contraste, los contornos parecen más definidos y si, uno se pierde unos segundos en aquella negrura, las sombras ganan volumen. Y una sombra de tres dimensiones es algo que sólo me puede maravillar.

Wednesday, August 29, 2007

ay ay ay

Esperanza Spalding



PD: gracias vix.

Tuesday, August 28, 2007

Terminé de leer Los tres estigmas de Palmer Eldrich de Philip K. Dick y no me gustó. Pienso que el libro es bueno pero creo que ése el problema: uno lo lee pensando. Las ideas están buenas, los personajes están bien aunque a veces les falta algo de profundidad, algunos pasajes son gloriosos. Pero le falta algo. Todos los elementos están atados a un mecanismo racional, sin dejar que nada más se involucre en la historia. Tal vez se le escapa algo de paranoia, incomodidad que él mismo sufría, pero sin dejar de masticarla en cada parpadeo. Como si el tipo padeciera de insomnio y se pasara noche tras noche pensando y nada más que pensando, con los dientes apretados.

Lo que saco de esta lectura es la confirmación de que hace un tiempo elegí un camino en mi literatura, la que leo y la que escribo. Necesito sentir algo para que un libro me guste; no me alcanza si las palabras sólo llegan a mi mente.
juan y pau

"Juan y Paula"


El otro día, después de charlar acerca de escritores que en sus últimos años se hicieron unos fachos aborrecibles, llegamos a una conclusión: la única forma de crecer sin avejentarse es luchar día a día para no convertirse en un garca.

Sunday, August 26, 2007

Paula está cruzando el océano con su novio, Juanje. Fuimos al aeropuerto a despedirlos. Es extraño, pero no estuvo triste ni nada. No sé, creo que nos estamos acostumbrando a que nuestra amistad sea así: banda ancha pero wi-fi.

Vicky le regaló a Paula una foto donde estamos todos, foto que no conocía y que ayer vi por primera y, supongo, por última vez. La miré mucho tiempo. Me sorprendió algo: somos todos lindos. Vicky dice que es porque nos queremos. No sé. La foto es linda y se nota el cariño, sí. Pero además somos todos lindos. No sabía eso.
El otro día con un alumno hablábamos de combinaciones que garantizan el éxito: banana con dulce de leche; empanada y vino; cerveza y papas firtas; negro y rojo; directo de izquierda, directo de derecha, cross de izquierda; pared, centro atrás y gol, y así. Claro, llegamos hasta las minifaldas escocesas de tablitas (que combinan con todo) y me recordó la existencia de una banda que vivió el fulgor de un tema: t.A.T.u. ¿Se acuerdan?
Cierto es que la capacidad de razonamiento de los tipos es algo limitada pero nos hacen trampa si se presentan con estos elementos: dos adolescentes rusas, rubia y morocha, uniforme de colegialas, lluvia torrencial, beso en primer plano. Difícil era que no fuera un éxito.
Además, el tema me gusta.



PD: ahora me doy cuenta de que después de hablar de tatu, ni pensamos en una combinación literaria.

Saturday, August 25, 2007

A veces me da la sensación de que podría escuchar sólo stevie wonder por el resto de mi vida y ser feliz. El tipo no sólo toca el piano, el bajo, la batería y la armónica (uno de mis armoquistas preferidos), no sólo compone como la puta madre, no sólo canta con toda el alma, sino que además tiene tanta onda que la interné se raja al medio:

Master Blaster


Con gilberto gil


Friday, August 24, 2007

Frase y descubrimiento de la noche:

"- Somos pollerudos porque somos feos. "

Thursday, August 23, 2007

Tomás no quiso acompañar a su madre al almacén, ni siquiera cuando le prometieron un alfajor de recompensa. No era que el alfajor le hubiera dejado de gustar sino que hacía unas horas, en la terraza, había visto a su gata Ninja saltar de una pared a otra. Entre las paredes, además de dos pisos de vacío, había todo lo que Tomás veía en las películas. Como Ninja, Tomás se subió donde su madre apilaba los baldes, después otro paso por el cantero con macetas, un paso más en la enredadera y al fin llegó a lo alto de la pared. Su gata lo miraba desde el otro lado. Se puso en cuclillas para tomar más carrera, se impulsó con las piernas, pero al dar el primer paso tuvo que esforzarse para no perder el equilibrio. Así, balanceándose, llegó hasta el borde. Saltó pero no había conseguido velocidad suficiente. Los dos pisos digirieron su cuerpo hasta que chocó contra las baldosas. Se levantó, miró su ropa sucia de sangre y se sentó en un escalón. La madre llegaría pronto, no había mucho tiempo. Limpió las baldosas lo mejor que pudo, se lavó las heridas y trató de quitar las manchas de sangre de su remera, pero no logró más que expandirlas. Mientras buscaba ropa para cambiarse, oyó que la puerta de calle se abría. Comprendió que no había más remedio que decir la verdad. Pensó en qué podía prometer para que no le quitaran la televisión pero no se le ocurrió nada. Al fin salió a su encuentro con la sospecha de que una primera jugada de su parte mejoraría la situación. Hola, Ma. Tengo que contarte algo. Me morí. No te enojes.

Wednesday, August 22, 2007

Homenaje de un narrador a un poeta:

costanera04

"todo cielo"

Soñé que comía afuera con amigos. Por alguna razón llegaba tarde, las pizzas ya estaban servidas; algunos vinos y varias cervezas. Me senté en la silla que pidieron a otra mesa y que acercaron a la esquina de la nuestra. En el vidrio, antes de la calle, las gotas de lluvia buscaban su camino al mundo. Ella es M, dijo una amiga para referirse a la chica que se movía hacia un costado para hacerme lugar. Giré para saludarla. Aquella persona estaba hecha de cielo: algunas nubes cruzaban su cuerpo iluminado de azul inabarcable, los últimos rayos de sol rasgaban su hombro derecho y la luna ya asomaba por su cadera. Cuando me saludó, cerré los ojos para disfrutar de la brisa, para decirme no te enamores de un sueño.



Tengo que escribir un libro para este título: Tropiezos premeditados.

Sunday, August 19, 2007


costanera05

"tu mach"

Saturday, August 18, 2007

Dos momentos para cagarme a trompadas:
cuando no digo lo que pienso

y

cuando no pienso lo que digo.


Ayer, después de que yo usara posmoderno como un termino despectivo para un expresión artística, me calificaron de conservador.

Y creo que tienen razón.

helena en agua

"mañana de sábado"

Terminé de leer dos libros japoneses en el mismo día: Mil grullas de Kawabata y Una cuestión personal de Oe. Me gustaron los dos pero: para el primero necesito un entendimiento más profundo de la cultura japonesa y de su ceremonia del té; el segundo es la primera novela japonesa que leo que termina bien y eso no me gustó.

Me extiendo con el libro de Oe y el que no lo haya leído no lea más. Está bueno que el tipo, después de buscar una forma de escaparse de su hijo, después de hundirse y estar a punto de zafarse, elija hacerse cargo de la situación. Lo que me parece que no funciona es que después de la operación, se haga expreso que el nene tiene la posibilidad de tener una vida normal y feliz. Tal vez, si se hubiese dejado la duda, una duda con esperanza (por ejemplo terminarlo cuando el doctor entra a la sala de cirugía), me gustaba más, porque de esa forma el protagonista se estaría haciendo cargo a pesar de saber también que lo más probable es que se condene con esa decisión. Me dejó la sensación de que al final se lo premia por hacerse cargo, algo que no funciona con el resto del argumento.

Ahora que pienso, me desagrada el gusto a moralina que te deja en la boca. La misma moralina de la que algunos me acusan.

Thursday, August 16, 2007

Frase de la noche:

" - Pero señor, he visto clítoris más largos que eso."

Wednesday, August 15, 2007

Hoy por la mañana terminé El entenado y una vez más Saer me deja con la sensación de ¿y? De todas formas, el libro me gustó. El problema es que no logro sentirlo. Mi lectura no fueron más que procesos intelectuales en los que los sentimientos apenas se asomaron. Me gustaron muchos pasajes, en especial cuando habla de la lengua de los indígneas, como el que cuenta que dudaban tanto de la existencia misma del universo que no tenían el verbo ser o estar sino sólo parecer. Lo cuenta de una forma tan contundente que uno mismo se convence de que estos tipos tienen razón. Tengo que reconocer que la prosa es exquisita y que la idea motora del relato está muy bien pero a mí no me alcanza. Necesito sentir más al personaje.

Tuesday, August 14, 2007

desayuno alemán

Con Amrai quedamos que una vez por semana, mientras escuchamos los beatles, vamos a tener un desayuno alemán: cereales, fruta y avena, café, té y jugo de naranja recién exprimido, tostadas y queso. Me pareció una fórmula efectiva para ser feliz.

Monday, August 13, 2007


colores01



No tengo idea de por qué me levanté a las siete de la mañana. Encima, mis dos alumnos de hoy postergaron sus clases así que no tengo obligaciones hasta las dos de la tarde. Cinco horas para dedicarle a Saer y a Kawabata.

Una vez más, en El Entenado, Saer demuestra lo groso que es y aún así no me termina de gustar. Es que los protagonistas de Saer pocas veces son realmente protagonistas de sus novelas, ese rol lo cumple más que nada la prosa impecable del tipo. Muchas veces da la impresión de que los personajes están ahí sólo para ver lo que Saer quiere contar y eso me hincha las pelotas. Claro, soy de esos anacrónicos que les gusta las novelas centradas en personajes. Y también, me canso de tener que buscar los sujetos de sus oraciones de diez líneas.

Mil grullas, pequeña novela de Kawabata, es un despliegue de japonesidad. Tiene estas relaciones cruzadas que tanto gusta este autor y que tan bien le sale. Ahora que pienso, Old Boys también tiene algo de esto pero en kawabata no está forzado. Tal vez porque no espera hasta el final para develar la trama de relaciones. La necesidad de una última escena explicativa es lo que me molesta de la película coreana. En cambio, en Mil grullas, uno puede ver cómo se van formando la trama de relaciones y cómo pesan las miserias, los deseos y la humanidad de los personajes.

Thursday, August 09, 2007

amrai a cuadros

"Como las cosas que nunca se alcanzan"

Hace unos días saqué esta foto. Ahora la veo y me doy cuenta de que sería mucho mejor si algo rompiera el encierro del marco: por ejemplo, si Amrei tuviera el brazo levantado hacia el cuadrante superior derecho y la mano presionada contra el vidrio. Podría sacar otra vez la foto y pedirle que levante el brazo pero, a diferencia de corregir un cuento, corregir una foto no me entusiasma mucho. Voy a pensarlo, tal vez si cambio el modelo haga la otra foto.

Wednesday, August 08, 2007

Ayer vi Old Boy, una buena película coreana. Hay muchas cosas buenas: el protagonista (el personaje y la actuación son increíbles), algunas líneas del guión y varias escenas exquisitas. Lo que me pareció más logrado fue la bronca que transmite el personaje. Descarga una violencia que poco tiene que ver con las películas de artes marciales. Acá no se trata de movimientos agraciados ni precisos; este tipo quiere lastimar.
Una vez más, me gusta que no haya buenos ni malos, que la historia se apoye en la búsqueda del protagonista.
No me gustó el final. Y lo malo es que los finales influyen demasiado sobre la calidad de las películas. Muchas veces historias masomenos pero que tienen un buen final me dejan una sensación agradable. En cambio, un mal final después de hora cincuenta de buena película te puede arruinar todo. ¿Qué onda? ¿Por qué pesan tanto esos últimos diez minutos, esas últimas páginas, esas últimas semanas de una relación? En fin, les dejo una escena:


Hoy me desperté a eso de las siete y remolonié en la cama hasta las ocho. Me levanté, fui al baño y me preparé café. Mientras desayunaba me invadió una felicidad particular, que no sentía hace como como diez años. ¿Se acuerdan cuando se levantaban un martes agarraban la mochila y salían para el colegio? En el subte, todo lo que no había hecho para ese día, el trabajo que no iba a entregar, las cosas que no había estudiado, los días que faltaban para terminar la semana martilleaban mi alma. Llegaba a estación Catedral, caminaba las tres o cuatro cuadras en un microcentro desolado, acompañado por otras sombras con mochilas. Cruzaba avenidas sin tránsito, sin sol. Avanzaba por Bolívar en una corriente a la que cada vez se sumaban más caras dormidas. Pero en la esquina antes de llegar ya se sentía que había algo distinto. El amontonamiento de gente en las escaleras resquebrajaba la cáscara que se había formado; de a poco las preocupaciones se desprendían, la espalada se erguía y la mochila no pesaba tanto. El rumor ya era sólido: no había clases.
Esa es la felicidad que siento ahora.

Tuesday, August 07, 2007

Tan lejos la pensaba que era como si siempre la siguiera de atrás. Aún cuando tomábamos un mate y miraba sus ojos negros, sus labios sobre las palabras, me era imposible estar ahí. No existía realidad en la que nosotros pudiéramos estar juntos. Cada momento compartido era recuerdo o anhelo; nunca vida y presente.
En esta mañana preciosa insisto: la onda es la única forma de belleza.

Para demostrarlo les dejo a mi amigo Israel Kamakawiwo'ole.

Con un amigo pasamo la otra noche hablando de nuestras derrotas. Decidí que la conversación ya debía tomar nuevos rumbos cuando escuché este comentario:

- Al menos le mordí una teta.

Friday, August 03, 2007

amrei

Sí, uno de esos días para quedarse en casa.

Thursday, August 02, 2007

Miré por la ventana y vi a cuatro personas que llevaban instrumentos a la espera de que cambiara el semáforo. Creo que se miraron de reojo.

Eso solo me hizo feliz.
Para las almas esclavas como la mía, estoy por inventar un dispositivo autodiciplinario: el Sopapic. Este instrumento consiste en una mano del tamaño de una raqueta de tenis que, gracias a un mecánica de avanzada y su motor eléctrico de última generación, es capaz de propinarle hasta tres cachetadas por segundo al usuario. Regulable en intensidad y frecuencia, el Sopapic también puede acomodar sus dedos construidos en caucho para lograr diferentes dolores que cubren un amplio espectro: desde cachetada de revés de Arnaldo André hasta gancho de izquierda de Mike Tyson. Claro que éste último sólo sería comercializado a esclavos profesionales y certificados.


-Ponete a escribir, carajo.

Doce amigos y amigas acaban de irse de casa. A cada uno lo saludé con un abrazo sentido y afectuoso. Nos reímos mucho. Siempre pensé que compartir el sentido del humor o, al menos, los mismos códigos para el humor era indispensable para la amistad. Me hubiese gustado sacar alguna foto pero estuve ocupado.

Me hizo feliz ver a Paula feliz con nosotros.

Wednesday, August 01, 2007

Hay una historia que alguien escribió, filmó o me contó y que yo vi, leí o escuché que creo que viene así:

Un tipo ambienta una cabaña como si fuera del lejano oeste. Se fija en cada detalle y no deja ni rastro de algo que pudiera darle indicio de que en realidad vive en otra época. Así se pasa los días, haciendo tareas que serían del lejano oeste, hasta que sale de la cabaña y se encuentra en el lejano oeste. Vive un par de idas y venidas, chica incluida, hasta que un día llega con la chica a la cabaña dispuesto a ponerla. Empiezan a desvestirse y la mina le pregunta ¿qué es eso? El tipo se mira la muñeca, ve su reloj pulsera y se da cuenta de que no está en el lejano oeste. Y la mina desaparece.

Bien, tal vez soñé la historia, no sé, pero ésta fue la primera vez que comprendí que la percepción de las cosas determina la realidad.

Todo esto para contarles que ayer llegaron Martín y Paula, dos amigos de mi corazón. Verlos a los dos juntos me provocó un pequeño viaje al lejano oeste. Me había olvidado cuánto los quiero. Me siento de veinte años y por suerte no uso reloj.

Monday, July 30, 2007

Cada mañana pienso:
es siniestro lo cómoda que es la cama.

asako bn

Ella es Asako, una amiga japonesa. Conversamos de muchas cosas, entre ellas, acerca de nuestra adolescencia. En japón, la etapa más exigente de la vida es la niñez y la juventud. Ya desde la primaria y hasta finalizar la secundaria, los chicos sufren una gran presión. En la primaria, hay que ser buen estudiante para poder entrar en una buena secundaria; en la secundaria, hay que ser buen estudiante para poder entrar en una buena universidad. Sólo si entraste en una buena universidad te podés relajar. Después, todo está tan ordenado que es casi automático el conseguir un trabajo en una de las tantas megacorporaciones. Claro que tu trabajo no va a tener nada que ver con lo que estudiaste. Ahora tal vez no tanto, pero hasta hace diez años, era probable que a los 22 años uno empezara a trabajar en la misma empresa de la que se iba a jubilar.
En fin, toda esta explicación para contarles que, según Asako, yo en japón hubiese sido visto como un chico malo. El rebelde al que todos los demás estudiantes hubiesen visto como la manzana podrida. Porque para la percepción de la sociedad de ese país, ser buen estudiante, buen ciudadano y buena persona están directamente relacionados. Al parecer no importa que un buen estudiante pueda ser un hijoputa que sólo espera la oportunidad de cagar a los demás, porque hace lo que la sociedad espera que haga. Sí, lo sé, esto pasa en todo el mundo pero supongo que este orden se potencia en un país recontrasuperpoblado, sin recursos propios y con la segunda economía del mundo. Por suerte mi amiga Asako no quiere vivir más en Japón.
- Por favor, que alguien junte los pedazos y vuelva a armar mi corazón.

Comprendimos que para ser hombre el corazón tiene que haber sido roto al menos una vez. Después hay que encontrar a alguien (una mujer en nuestros casos) dispuesta a juntar los pedazos y armar el rompecabezas. Pero es un trabajo ingrato: nadie le garantiza a esa persona que, después de lograr su cometido, después de cocer las heridas y cuidar las cicatrices, el corazón sea para ella.


Saturday, July 28, 2007


Harto de estar muerto,


ya ni sé por qué algunos días me levanto.

Friday, July 27, 2007


Me dejaron estos comentarios:

Anonymous dijo...

"la mayoría de los concurrentes eran japoneses o decendientes de, personas reticentes a la hora de bailar pero que en los últimos temas bailaban la cumbia, el reggea y el metal como si lo escucharan de toda la vida
!!!!!!!!!!!!!??????????????????????????????

me suena autodiscriminativo.

12:10 PM

Anonymous dijo...

jaja, autodiscriminatorio.
perdon, es que los japoneses tratamos de hablar el castellano como si fuera nuestra lengua!!

12:11 PM

Creo que hay una comprensión errada de lo que es la discriminación. La discriminación en sí no está mal. Discriminar es diferenciar. No entender que los humanos somos todos diferentes, que cada cultura es distinta a la otra, que todas las formas de ver el universo son igual de valiosas y que en eso se basa la riqueza de nuestra civilización es lo que hay que erradicar. Esa mentira de que todos tenemos que ser iguales que nos quieren vender como forma de democracia es el capitalismo buscando homogeneizar el mercado.
Todos tenemos que tener las mismas oportunidades porque todos somos seres humanos: eso es democracia, armonía y justicia. Pero decir que somos todos iguales y quedarse en esas palabras es sólo hacerle más fácil el trabajo a quienes nos quieren encajar a todos el mismo celular.
Ahora, porque tengo todavía algo de esa cultura por mis venas, sé que los japoneses se toman la danza de una forma distinta a los argentinos y también sé que la mitad del auditorio no conocía la música que sonaba en ese momento. Con "reticentes" me refería a que no van a bailar cualquier cosa. Por eso me alegré al ver a la gente bailando, porque me di cuenta de que los parraleños eran tan buenos que llegaron al núcleo de la música, ese núcleo que desarrolló el baile en todas las culturas, aunque de manera distinta.
Yo soy argentino decendiente de japoneses y me gusta bailar.
helena

"- No, ahora no me saques que me acabo de levantar."



Todo depende de la hora en que se mire.

Thursday, July 26, 2007

¿La torpeza tendrá algún límite? Digo, así como las mujeres pueden generar una determinada cantidad de óvulos en su vida, las metidas de pata también podrían estar contadas, ¿no? ¿No? No.

Qué injusto.


Nueva inquilina iluminada de azul.
Se llama Amrei.

Wednesday, July 25, 2007

Coger o no coger
(¡coger! ¡coger!)

Sábado por medio, me levanto con toda la noche del viernes encima, me baño, como algo y salgo en bicicleta para la práctica de Kung Fu. Lo hago de forma casi automática, como cuando iba al secundario. Tan automática era que una vez me desperté asustado porque me había quedado dormido, me vestí, bajé las escaleras de casa, vi a mis viejos en la cocina (¿qué hacen todavía en casa?) y corrí las seis cuadras hasta el subte. Cuando bajaba al andén me pregunté por qué había tan poca gente, hasta que comprendí que era sábado. Cuando volví y abrí la puerta de casa, toda mi familia se meaba de la risa. En fin, cuando practico kung fu los sábados y estoy a punto de desmayarme por la combinación de excesos, pienso que es el sexto día seguido de entrenamiento, que dormí cinco horas, que bebí demasiado y me pregunto qué mierda estoy haciendo ahí. Entonces, gracias a la meditación Zen, comprendo que todo se debe a que se ha sumado otra semana de no coger.

Tuesday, July 24, 2007


- No es que yo pierda todo sino que
el universo desvance materia cada dos por tres, como si tuviera hambre.
Hay algo, entre otras cosas, que a Salinger le sale muy bien: pequeños gestos que terminan en nada. Muchas veces sus personajes realizan acciones que sólo son notadas por el narrador y, claro, por nosotros los lectores: una mujer saca el brazo de debajo de la sábana un segundo demasiado tarde, su hijo ya se alejó un paso; un tipo tira un cigarrillo con la intención de alcanzar un punto que sólo él ve; una chica le sonríe a su amante que justo en ese momento gira para alcanzar un cenicero. Acciones mínimas que cuentan profundidades de los personajes y sus relaciones. Lo sé, muchos otros autores hacen (hacemos) lo mismo pero lo que me parece meritorio del chabón es que logra que los lectores también lo leamos al pasar, casi como si no lo leyéramos. Tendría que analizarlo un poco más, pero creo que pone estos pequeños gestos entre acciones importantes pero sin afectar el flujo de la narración, por eso quedan como perdidos entre la masa del argumento.

Salinger nos muestra cómo sus personajes intentan algo, sus voluntades llegan a realizar un gesto pero que por falta de timing, de intensidad o de determinación sólo son percibidos por ellos mismos. Eso hace que queden en la intención y que no afecten el argumento sino sólo a sus almas, raíces que no crecen hacia la tierra o el cielo sino hacia el interior de ellos mismos. No cambian en nada la historia, sólo nos dejan la sensación de una soledad, dolor, tristeza o, pocas veces, una felicidad mayor.
No sé, tal vez Salinger, ermitaño perdido en el bosque, hace esto para demostrarnos que la compañía es sólo una ilusión.
En fin, todo esto para advertirles que suelo homenajear (a veces conciente, otras inconcientemente) a este gran escritor con pequeños plagios, acciones imperceptibles y gestos mínimos.

Monday, July 23, 2007

parralenios

"cumbia poder"

Ayer fui a un evento en el Centro Okinawense Argentino. Diferentes grupos de danza y de música se sucedían para mostrar tanto artes de origen japonés como tango y, claro, cumbia con los Parraleños. Creo que es la segunda vez que voy a un evento de estos que se hace todo los años. Esto tiene algunas razones: la mitad de las cosas me parecen aburridas, dura como seis horas, algo de prejuicio que tardé años en quitármelo y que esta vez fui a buscar a una chica. Llegué a tiempo para escuchar a un pibe que cantaba muy bien canciones muy malas, una mujer que cantaba tango bastante bien, para el grupo de Taiko (tambores japoneses) que no suenan tan bien pero parecen divertirse de lo lindo y para los Parraleños, Cumbia Samurai.
Punto y aparte para los Parraleños. Son muy buenos. Casi todos sus temas son covers en ritmo reaggae cumbiero metaloso de otros temas conocidos para cuaqluiera que tenga más de veinte años (a veces se necesitan por los menos treinta). La banda suena bastante bien (algo que me sorprendió) y el tipo canta bien, además de tener carisma. Pero lo que hace que todo funcione es que creen en lo que están haciendo: se visten de kimono, con cinturón de tachas; se maquillan a lo kiss y llevan pelos largos largos; le ponen actitud y cuando están arriba del escenario son LA BANDA DE CUMBIA METAL SAMURAI. Un hecho que resume bastante lo que quiero decir: la mayoría de los concurrentes eran japoneses o decendientes de, personas reticentes a la hora de bailar pero que en los últimos temas bailaban la cumbia, el reggea y el metal como si lo escucharan de toda la vida.

Friday, July 20, 2007

" I'm a kind of paranoiac in reverse.
I suspect people of plotting to make me happy.", J.D. Salinger.



FELIZ DÍA


Wednesday, July 18, 2007

Una vez, después de perderme como en un sueño por equinas y diagonales, llegué a una plaza cubierta de flores azules. En el centro, la estatua de árbol daba sombra a unos bancos. Me senté, la espalda apoyada en el respaldo de grandes hojas verdes. Al poco tiempo se acercó una chica y supe en ese instante que iba a conocer a la mujer de mi vida. Caminaba hermoso. Se sentó junto a mí y hablamos de trompos y de panqueques con dulce de leche. Dijo que me amaba. Dijo que tenía que irse, que por favor volviera a la tarde siguiente, que quería estar conmigo. Me fui al atardecer, después de que ella se perdiera entre patas de elefante. Me alejé como si despertara entre calles y cordones. Cuando quise regresar al otro día, me fue imposible encontrar la plaza. Ningún mapa la señalaba y los vecinos no la conocían. Durante años quise volver a perderme por las mismas esquinas, las mismas diagonales, pero nunca funcionó. Ahora comprendo que aquella tarde fue lo único real en mi vida y que todo el resto es sólo un sueño.
Leer en voz alta para otros no es algo que practique mucho. Aunque me gusta que la lectura pase de ser algo solitario a una experiencia compartida, son pocas las personas que se prestan a esto y aún más escasos los libros que inviten a más de un comensal. Yo nunca fui un gran oyente: cuando alguien me lee un texto en voz alta, la forma en que cae la luz, o el ángulo que forman las sombras suelen llamar mi atención. Las veces que intenté cerrar los ojos, las distracciones fueron poco menos que irresistibles. Tal vez, si fuera más aficionado a la poesía tendría una mejor oportunidad. Pero no lo soy. De todas formas, he compartido lecturas hermosas que fueron mucho más allá del texto. Dos que recuerdo: Seda, de Baricco y Ciudades Invisibles, de Calvino. Sin importar la calidad literaria (antes me parecieron maravillosos; ahora, tal vez por mi propio vacío, vacíos), estos libros se prestaron a cubrirse de sábanas y ser leídos en voz alta; ella me rodeaba con sus brazos, la cabeza recostada en mi pecho y su pelo, que nunca se decidió a ser líquido o sólido.





PD: sé que el soporte le quita toda la onda pero de todas formas dejo Seda y Ciudades Invisbles en marxisismo.

Tuesday, July 17, 2007

glu glu glu

La alegría es líquida, la felicidad es sólida.

Hacía una hora que escuchábamos música. Aquel bar de Callao tenía una computadora en cada mesa con miles de discos grabados y dos auriculares: un buen lugar para llevar a una chica. Casi sin hablarnos, con Andrea nos turnábamos para elegir los temas. La porción de torta de chocolate y chocolate nos duró un café con leche, un café doble y dos cortados. Salinger dice que la alegría es líquida y la felicidad sólida, dije. Esto es como tener todo junto, comenté al tiempo que comía un poco de torta y tomaba mi café. Andrea no parecía escucharme, agarró mi zippo de la mesa y encendió un cigarrillo. Yo había puesto un tema de Gieco que me recordaba un verano que pasé con mi familia en San Bernardo. Por alguna razón, de Ushuaia a la Quiaca era el único casete que habíamos llevado. Andrea escuchaba con atención y parecía mirar algo detrás de mí. Giré pero no había nada más que gente, autos y la plaza. Casi sin dejar que terminara el tema, puso otro de Gieco, del mismo disco. De pronto, ya no se escuchó música y Andrea se quitaba los auriculares. Me hace acordar a mi vieja, dijo. En ese tiempo sabía que la relación con la madre era compleja, dolorosa y llena de pequeñas violencias. Pero no sabía mucho más y tampoco estaba seguro de querer enterarme. ¿Vamos?, dijo, estoy un poco aturdida. Pedimos la cuenta, juntamos las cosas y cruzamos a la plaza.

Nos sentamos en los escalones de mármol del monumento. Ella tenía esa mirada que empezaba a conocer: sus ojos marrones parecían grises de tan duros y fríos. Ahora yo me sentía aturdido. Ya vuelvo, dije y crucé al kiosco. El tipo que atendía ni siquiera se daba cuenta de que había sacado un agua de su heladera, no dejaba de hablar con dos pendejas, las dos hermosas, las dos con risas insoportables,. ¿Quién me manda a meterme con esta mina?, me pregunté mientras miraba hacia el monumento. Comprendí que estaba enojado y encima tenía que esperar que ese boludo me hiciera caso. Respiré profundo y traté de calmarme. Miré al tipo, a las chicas, la calle y otra vez al tipo: dudé si llevarme la botella sin pagar. Que se mate, yo me voy, me dije. Un peso, dijo cuando estaba a punto de decidirme. Caminé despacio por la plaza, necesitaba tiempo, necesitaba respirar. Varios metros antes de llegar, vi que Andrea buscaba algo en mi mochila. ¿Qué buscás?, pregunté. El encendedor, respondió sin dejar de revolver mis cosas. Acá, dije y le pasé el zippo que guardaba en mi bolsillo. Sabés que no me gusta que revisen mis cosas. No sé por qué dije eso. En realidad no me importaba y nunca le había dicho nada por el estilo. Perdón, no sabía, necesitaba fumarme un pucho. Aunque parecía a punto de llorar no pude dejarlo ahí. Bueno, ahora sabés, dije para no abandonar mi estupidez en una sola frase. En silencio, dio una pitada al cigarrillo. Me senté en el escalón, a una cartera y una mochila de distancia. No tenías por qué decírmelo así, dijo y las lágrimas le daban toda la razón.

Agarré mi mochila y me levanté. ¿Te vas?, preguntó ella cuando estaba a punto de despedirme. Sus ojos ya no parecían grises, sino de ámbar. No, no quiero irme, dije y abrí mi mochila. Primero saqué los tres libros que estaba leyendo en esos días y los dejé en el escalón. También saqué la cámara y el cuaderno, las biromes que guardaba en el bolsillo, monedas, envoltorios vacíos, papeles, volantes, llaves, hasta dar vuelta la mochila y dejar que cosas que había olvidado o que creía perdidas cayeran al piso. ¿Qué llevás en la cartera?, pregunté. Ella, los ojos que dudaban entre la risa y el llanto, dio vuelta su cartera: celular, maquillaje, atado de cigarrillos, agenda, libro y un encendedor cayeron sobre el escalón de mármol. Tenías un encendedor, dije. Andrea se decidió por la risa. Después de separar la basura de las cosas útiles, comencé a guardar mis cosas en su cartera. Era una tarea difícil, pero por suerte en aquella época ella usaba una cartera grande de cuero. Sólo la cámara quedó con el lente el aire. Andrea guardó sus cosas en mi mochila y se la puso al hombro. Qué incómodo que es usar cartera, dije y caminamos hacia una zona de la plaza donde había sol y pasto verde. Por ahora, dijo ella y me tomó del brazo, me conformo con una felicidad líquida.

Monday, July 16, 2007

Vi Rocky Balboa, la sexta de la serie, y me gustó. Tiene eso que me atrae de once y constitución: cliché trucho, sentimentalismo barato, escenas obvias filmadas de la forma más obvia. Pero te tira todo esto sin querer ser otra cosa. Nunca es pretenciosa. Una sinceridad que se aprecia y se agradece.
puntos suspensivos

"Puntos suspendidos..."

Mi alumna está por tocar el timbre. Necesité tres cafés para despertarme.

Hoy se ve menos gris que ayer. Aparecen algunos colores.

A veces tengo la necesidad de sentirme necesitado. Por eso me atraían (atraen, tal vez) las relaciones en las que hacía de salvador. Claro, si la relación no se equilibra, después de un tiempo cae desbalanceada por su propio peso. Es una chotada. Es vanidad. Vacío. Sentir que estaba salvando a la otra persona le daba algo de consistencia a mi vida, le regalaba un objetivo a mi deambular náufrago. Qué forro.

¿Qué tengo que hacer para que te des cuenta de que yo necesito ser salvado?

Algunas lágrimas se exprimen del corazón, por eso duele tanto.

Sunday, July 15, 2007

Sí, sí, bailé, pero de todas formas corrí más rápido y me alcancé en la esquina. Todavía no decidí si cagarme a trompadas o irme a dormir.
Sí, hasta hice algo así como nachos con harina de maíz, paque la sopa sea completa. Sí, ta, toy pasado, pero qué envidia, no?
(con una sopa azteca que me raja la lengua) Ta, la verdá no creo que haya mucha gente a quien le deba una disculpa; sólo a vos y a mí.


Yo me encuentro excusas pero no suelo perdonarme.
Domingo 6 AM. Acabo de llegar a mi casa. Escrbir es difíchile. Un amigo acaba de dejarme con el taxi. Mi inquilino tiró un forro al inodoro. Todo mal. Me preparo una sopa azteca. Mi corazón sigue roto.

Saturday, July 14, 2007

Hoy mi inquilino me preguntó qué quería decir "ojalá" y fue la primera vez que pensé en esta palabra. Palabra grosa si las hay. Una interjección con mucho sentido y sentimiento. Tan poderosa que deja atrás a los verbos y sustantivos y se erige ella solita como casi una oración. Claro, después de pensar en esto tuve que escuchar a silvio toda la mañana.

Yo no tengo celular, así que no entiendo bien cómo funciona el lenguaje de mensajitos pero hace un par de años se me ocurrió un negocio: jaikus (haikus) en el celular. Ahora la idea mutó un poco, de algo edificante como un jaiku a un negocio bien posmo: un servicio que te mande pequeños textos (poemas, cuentos o frases) que puedas reenviar. Citas o textos originales pa usar a piachere en diferentes situaciones. Así uno podría hacerse el eructito, el sabiondo, el bohemio, el psycho, el suicida y demases, con sólo cambiar los nombres o referencias personales. Podría cobrarse unos pocos centavos por mensaje, ¿no? ¿Cuántas palabras tiene como máximo un texto legible? En realidad, ¿cuántos caracteres? Soy aficionado de los cuentos super breves pero creo que de todas formas serían muy largos. ¿Se imaginan poder comprar un libro que lo leés en el celular? Un cap por día, pocas decenas de caracteres por día.

Micro cuentos:

Nunca entendí por qué me dejó su mate. Ella lo quería mucho, yo lo odiaba. Ahora no puedo dejar de usarlo.

De rodillas, aquel hombre me pidió perdón. Piedad, reclamaba. Pero yo, atado y amordazado, no pude aliviar su pena. Cuando me clavó el cuchillo sus lágrimas me entristecieron.

Lo saludé a él, después a ella. Te quiero, le dije al oído. Sólo quedaba salir de ahí, para dejarme solo.


En fin, mi aporte a la asquerosa postmodernidad.

Friday, July 13, 2007

espera en lavadero

A veces te toca parar la pelota, mirar la vida y preguntarte:

¿Por qué mierda me hacía tanto problema?

Wednesday, July 11, 2007

Ta, me volví a enamorar. Lo reconozco, soy adicto. En realidad, ni siquiera sé si cumple los requisitos de una adicción, porque nunca llega a concretarse. El deseo, la necesidad está ahí pero jamás se satisface. Digamos que es una adicción a enamorarse. En fin, un flor de boludo romantólico.
Acá les presento a la chica, Marie Digby:

Tuesday, July 10, 2007

superpancho 03


Continuamos con el cuento de la vecina. Hubo algunos cambios en el primer párrafo así que lo vuelvo a poner.

Conocí a Mariela en el ascensor de nuestro edificio. Hacía pocas semanas que me había mudado y todavía era amable con todos los vecinos. Abrí las dos puertas tijera de metal negro y esperé que levantara la rueda delantera de su bicicleta y la acomodara en un espacio reducido. No va a entrar, pensé pero era obvio que ella vivía en aquel lugar desde hacía más tiempo que yo, y que conocía los rincones más coloridos. Después de un par de movimientos, giró sobre sí misma, me miró, la mancha rosada que cubría más de la mitad de su cara también me miraba, y dijo: - Entramos los dos. Quise no pensar en su cara, no preguntarme hasta dónde llegaría ni si le dolía o si la piel de ese color se sentía diferente. De todas formas, durante los cinco pisos de recorrido no hice otra cosa que buscar una carambola en el pequeño espejo alargado de las esquina del ascensor. Ella tarareaba un tema, tal vez Calamaro. Abrí las puertas con demasiada fuerza, salí al hall y me aparté para que ella sacara la bicicleta. Gracias, dijo. Quise esperar a ver en cuál de los cuatro departamentos vivía, pero los segundos comenzaban a excederse. Chau, dije al fin. No me escuchó, llevaba auriculares puestos.

Abrí los ojos y miré la biblioteca, el sol leía a los latinoamericanos: todavía era temprano, o al menos no era tarde. La hora límite estaba marcada por un diccionario Larousse de tapas blancas: cuando los rayos del sol llegaban a este punto eran pasadas las once. Antes estaban los latinoamericanos y la madrugada la habitaban los clásicos. El límite entre podría levantarme y ni a palos me levanto estaba marcado por Cuentos Completos de Julio Cortázar y Obras completas de Oscar Wilde, dos libros gordos y bien visibles. Los otras obras en los estantes de abajo sólo cumplían su función de libros. Me levanté con cuidado de no despertar a B. En principio podría parecer una tarea fácil, pero en ese tiempo todavía usaba un colchón de dos plazas tendido en el piso del cuarto, contra una de las esquinas. Por alguna razón, en los meses que llevábamos de conocernos, se había establecido que mi lado de la cama era contra la pared. Algo, como mínimo, mal analizado si se piensa que yo siempre me despertaba a mitad de la noche y me levantaba antes. Me incorporé despacio, caminé por la cama, con cuidado de no pisar ninguna parte del cuerpo de B., que cada noche insistía en arrinconarme, y al fin llegué a tierra firme. Salí del cuarto.

Era más temprano de lo que creía, tal vez era tiempo de reacomodar la biblioteca. La cocina no tenía puerta ni pared que la separara del resto de la casa. En ese momento pensé que al menos debía poner una cortina, para evitar que una de las primeras imágenes de las mañanas fuera el desorden y los platos sucios de la cena anterior. Caminé hasta el baño para mear y lavarme los dientes. Una de las mejores cosas de aquel departamento era que cada espacio tenía su ventana y que estaba en el último piso del edificio, donde la luz llegaba hasta que caía la noche. Volví al cuarto en busca de un pantalón y de una remera. Me vestí sentado en la cama del otro cuarto, que siempre estaba vacío. Cuando me mudé, pensaba que ahí iba a estar mi estudio -computadora, libros, escritorio- separado de mi habitación. Al final puse todas mis cosas juntas, tal vez no estaba listo para disponer de tanto espacio. Me puse las zapatillas y salí de casa.

Cuando llegué abajo, del otro ascensor salía Mariela. Buen día, dije. Hola, dijo ella y cerró las puertas. La mancha era, en aquella mañana, una laguna rosada con un brillo violento. El contrate con uno de sus ojos, recién entonces me daba cuenta de que eran azules, saturaba aún más el color. Comencé a caminar por el pasillo larguísimo. Al fondo, a través de las dos puertas vidriadas, se veía la calle, la gente y los autos. Sin darme vuelta, escuchaba sus pasos a pocos metros. Pasos suaves, no de zapatos. Llegué a la primera puerta y abrí para dejarla pasar. Gracias, dijo. Abrió la puerta de calle y salió. Comenzó a caminar hacia el mismo lado que yo me dirigía. Por alguna razón, pudor acaso, ¿pudor de qué?, reduje el paso para dejar unos metros entre nosotros. Dobló en la misma esquina que yo y entró en la panadería a la que yo quería ir. La atendieron primero. Pidió pan y bizcochos. Pagó, le trajeron el vuelto y me preguntaron qué iba a llevar. Chau, dije a Mariela. Si me seguiste hasta acá, dijo, al menos voy a esperarte. No, no te estaba siguiendo, comencé a explicarme pero por suerte me callé. Pedí media docena de facturas: dos churros con dulce de leche y cuatro de hojaldre con dulce de leche.

Volvimos juntos. Allá, a una cuadra, su dedo señalaba hacia Medrano, tenés Las Violetas. Las facturas son más caras pero valen la pena, dijo y estaba seguro de que la laguna había vuelto a cambiar de color. Entramos al edificio. El otro día te vi con una cámara, ¿sos fotógrafo?, preguntó. No, dije, no todavía. Quise saber dónde me había visto, qué hacía ella ahí, si cuando no se miraba en el espejo sentía aquella mancha, en qué departamento vivía, cómo se llamaba. ¿Cómo te llamás?, preguntó. Yo me llamo Mariela, dijo. Subimos al ascensor, la luz de la mañana que se filtraba por las ventanas y el enrejado parecía de algodón. Mirá esto, dije. Apagué el interruptor de la luz y mientras subíamos, los rayos del sol avanzaban como si el tiempo saltara una y otra vez sobre un disco rayado. Ella extendió su mano en un intento de atrapar aquellos fantasmas, hasta que el ascensor se detuvo en el quinto piso. Me sonrió, abrió las puertas y buscó sus llaves. Que tengas un lindo día, dijo.

Cuando llegué a casa B. salía del cuarto. ¿Qué hora es?, miró el reloj colgado en la cocina. ¿Por qué no me levantaste?, dijo y entró apurada al baño. Te dije que me levantaras, su voz se deslizó justo cuando cerraba la puerta. Soplé el aire que pensaba usar para responderle. Dejé la bolsa con las facturas en la mesada y puse agua a calentar. El calefón se encendió al tiempo que el sonido de la ducha salía del baño. Encendí la computadora que hacía años se sacudía como un lavarropas. Un golpe en uno de los lados la silenció por pocos segundos. Volví a la cocina, cambié la yerba del mate y tiré el agua fría del termo. Abrí el paquete de facturas y elegí una de hojaldre. Estaba deliciosa. No creo que las de las Violetas sean mejores, dije. Puse la bombilla en el mate y agregué lo último que quedaba de miel. ¿Me pasás una toalla?, B. gritaba desde el baño.

Llevé el mate, el termo y las facturas a la mesa del comedor. Desde la ventana podía verse la avenida y el movimiento perezoso de un sábado por la mañana. El churro no era tan bueno como la factura de hojaldre. Después de considerar si el esfuerzo valía la pena, fui a la cocina a buscar el pote de dulce de leche. En ese momento, B. salía del baño. Buen día, dije, atento a sus piernas desnudas, bombacha blanca y musculosa negra. Hola, dijo y entró al cuarto. Volví a la mesa, me senté y puse dulce de leche extra sobre el churro. Serví un mate que tomé despacio. En el cruce de la avenida, cinco colectivos trataban de adelantarse por un espacio donde apenas cabía uno. Los bocinas comenzaron a sonar a los pocos segundos. Serví otro mate y se lo llevé a B., que se maquillaba sentada en la cama. ¿Estás bien?, dije. Sí, estoy bien, dijo mientras me devolvía el mate. Bueno, ¿entonces qué te pasa? Era tarde cuando me di cuenta de que en realidad no quería saber. Nada, dijo. Me apoyé en el marco de la puerta, B. sostenía el delineador cerca de su ojo. No llego al casting. Nunca entendí cómo las mujeres hacían para no cerrar el párpado. Bueh, no es tan grave, le aseguré. Para vos nada es grave, dijo. Volví a la mesa, me serví un mate y terminé de comer el churro con extra dulce de leche.



superpancho04
nieve 02

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Ayer flashié varias horas junto a la ventana: nevaba en buenos aires. Justo el otro dí ahabía ido a la muestra de Oesterheld que hay en la biblioteca nacional. No sé si se acuerdan o lo leyeron, pero la invasión alienígena empieza con una nevada zarpada en buenos aires. Toda esa belleza antes del cataclismo. De eso hablaba con Moi: si viene el cataclismo que al menos sea con belleza. Algo que me hizo recordar Bananafish, un cuento de Salinger (el que no lo haya leído, no siga porque voy a contar el final), donde hay una escena preciosa de un tipo que juega con una nena en la playa antes de que vaya a su cuarto de hotel a pegarse un tiro. Siempre me pareció (acabo de releerlo) que el protagonista no logró soportar tanta belleza.
Otra cosa que vi en ese cuento es que el protagonista es Seymour, hermano de los protagonistas de otras dos novelas de Salinger, hermano que se menciona una y otra vez, al que todos idealizan pero que nunca hace acto de presencia salvo a través de sus cartas, poemas o diario. Creo que voy a hacer homenaje (plagiar) esa metaestructura. Que los protagonistas de un cuento sean personajes no presenciales de otro, que influyan en el argumento aunque no estén en la escena.

- ¿Por qué siempre elegís los peores momentos para ser sincero?

Thursday, July 05, 2007

Tengo 45 (ahora que lo pienso, 40) días para escribir cuatro cuentos. Algo así como diez días por cuento. Es obvio que no voy a llegar, pero me gusta el desafío. Hasta ayer, todo lo que tenía eran dos ideas, o casi ideas, pero el maldito insomnio de la madrugada las convirtió en un solo argumento, o casi argumento. En fin. Acá les dejo el primer párrafo surgido de toda esta cuestión.

Conocí a Mariela en el ascensor de nuestro edificio. Hacía pocas semanas que me había mudado y todavía era amable con todos los vecinos. Abrí las dos puertas tijera de metal negro y esperé que levantara la rueda delantera de su bicicleta y la acomodara en un espacio reducido. No va a entrar, pensé pero era obvio que ella vivía en aquel lugar desde hacía más tiempo que yo, y que conocía los rincones más coloridos. Después de un par de movimientos, giró sobre sí misma, me miró, la mancha rosada que cubría más de la mitad de su cara también me miraba, y dijo: - Entramos los dos. Fueron cinco pisos de buscar una carambola en el pequeño espejo alargado de las esquina del ascensor. Ella tarareaba un tema, tal vez Calamaro. Abrí las puertas con demasiada fuerza, salí al hall y esperé que ella sacara la bicicleta. Gracias, dijo. Quise esperar a ver en cuál de los cuatro departamentos vivía, pero los segundos comenzaban a excederse. Chau, dije al fin. No me escuchó, llevaba auriculares puestos.

Monday, July 02, 2007



Hacía un tiempo largo que no me pasaba: dormí once horas seguidas. Otra vez soñé con estar en en otras tierras. Es obvio que necesito viajar, agarrar una mochila y despegar. Ya veremos. Por ahora toy aprendiendo a disfrutar de leer en la compu, disfrutar de esos viajes que dan un poco de aversión de tan digital, pero que igual funcan. Está muy bien levantarse, prepararse un café, leer una par de noticias importantes y mecharlas con un cuentito de Chejov. Es como si los grosos de la literatura te explicaran la actualidad mientras te recuerdan que no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo.
(Nota mental: bajar a Nabokov.)
En fin, releyendo estas pocas línes me doy cuenta de que a esta hora no puedo coordinar ideas, así que mejor lo dejo así.

PD: si se les ocurre autor o libro indispensable, lo pueden mandar a marxisismo y dejarme un comentario para que yo lo baje y lo mande.

Sunday, July 01, 2007

- ¿Y entonces por qué la seguís viendo?

- Porque estoy harto de que la amnesia se lleve mis horas.

Son las 9.15 de la matina del domingo. Acabo de llegar a mi casa después de una larga noche. Hubo vino, wii, fiesta griega, baile rodeado de gente joven, desayuno de dos panchos, tres medialunas y una porción de pizza y caminata por el jardín botánico. La mañana está preciosa, lástima que estoy a punto de desmayarme. Quiero dejar asentado un pensamiento:

Hazte la fama
y échate a morir.

Friday, June 29, 2007

tal vez mañana

"Tal vez mañana"

Ayer a las 8.30 vino un amigo de toda la vida, pero que no veía hacía unos meses. Durante muchos años fue el pesimismo hecho persona y siempre me tocaba ser quien le inyectara un poco de luz a su horizonte. Por suerte en el último tiempo venía sintiéndose mejor. En algún momento de la velada la conversación inició un camino donde empecé a contarle penas que había tenido estos meses, en busca de palabras suyas, que en este momento de su vida podían ser luminosas. Pero resultó que no, que el hijoputa seguía siendo el pesimista de siempre y cada cosa que yo le planteaba él la sentía hacía rato y con mayor profundidad, oscuridad. Hijoputa. No puede ser. Alguna vez me tendría que tocar a mí. En fin. Seguimos la conversación que concluyó en que todo es una mierda, que estamos rodeados de mierda y que la mierda está en nosotros. Por suerte mi último pensamiento fue que somos unos tarados. Se fue a las cinco de la mañana.

Thursday, June 28, 2007

Está bien, lo confieso. Hoy en un momento de debilidad, fastidiado porque la gripe no me permitía escribir y ni siquiera lograba leer, volví a instalar el Civilization III. A la hora y media de jugar me di cuenta de que el juego se apoderaba de mí, que incluso empujaba la gripe y ya no sentía nada más que la maldita adicción en el cuerpo. Por dios, qué débil soy.

Wednesday, June 27, 2007

Cosas bellas que hace mi hermana.

origami vale 04

origami vale 03

origami vale 02

origami vale 01


PD: recomiendo que vean las fotos en el tamaño más grande, el papel es exquisito.