Thursday, November 20, 2008

y después están esas otras mujeres con las cantás a viva voz (aunque cantes horrible) porque ellas te dan ganas de cantar, y después las mirás caminar y penás en bailar. Y bailan. Mujeres que de un momento a otro, mientras se olvidan de pasarte el mate, te dicen que les gustaría tener una lagartija y mueven las piernas y los brazos como las lagartijas cuando corren. Pero con una sonrisa y una mirada. Y otro día te dicen no sabía que me gustaba la rúcula, gracias, es buenísima. Cortan las verduras con una lentitud que exaspera y enternece. Cuando comen torta siempre se enchastran y les da vergüenza pero al final no les importa. Se ríen con tantas ganas que uno termina dicendo tantas boludeces sólo para escucharlas reír. Vamos al parque, te dicen y no se dan cuenta (o sí) de lo buena que están con esa remera ajustada. Y se muerden el labio de abajo cuando no dicen algo. Saltan para alcanzar a tocar las hojas de un árbol o levantan una hoja seca y roja del piso y la guardan en un libro hasta que alguien la descubre años después. Ya te extraño, te dicen y uno

2 comments:

paulenka said...

lindo.

bp said...

lo mismo digo.
me gustaaaaa