Tuesday, January 30, 2007



En Almagro, a unos seis metros bajo el nivel de la calle, entre varios carriles de vías de tren, hay una casa. Paso varias veces a la semana pero nunca vi que nadie saliera o entrara de ella, a pesar de que a veces se abren o cierran ventanas, no logro distinguir la mano que empuja o que tira. Recién el otro día, pasé al atardecer y vi un perro sentado en la entrada.

1 comment:

paulenka said...

yo también la veía! en el roca también abundan. siempre quise, de hecho, vivir en una de esas...

amo las ciudades y sus sorpresas permanentes!