Wednesday, May 05, 2010




Escribí muy pocos de los llamados finales felices.
Y, cada vez, me costó un huevo.
Siempre me suenan a típico final yanqui.
¿Será que la felicidad es inverosímil?
Espero estar equivocado
porque eso sería muy triste.


1 comment:

Nati Jota said...

¿será que en realidad no somos realmente conformes cuando estamos realmente bien y cuando presenciamos un final feliz, entonces no queremos ponerle el título de final soñado porque no cumpliría con nuestras expectativas de perfección (porque ésta no existe)?
no creo.