Sunday, July 26, 2009


Cuando Buenos Aires llueve es más Buenos Aires. No sólo porque se duplica en sus calles o porque se fríe en el sonido del caucho contra el asfalto y ni siquiera porque las gotas la devuelven a su lugar de ensueño, sino porque Buenos Aires, como cualquier porteño sabe, es la lluvia que alguien está recordando frente a un vaso casi vacío.

1 comment:

Lucía said...

Grossoooooo