Saturday, January 09, 2010



Me desperté con esta sospecha: amar también es una decisión. No sé si uno puede elegir de quién enamorarse pero sí está en uno permitir que ese amor suceda o no. Algo así como que la semilla se siembra y hasta puede germinar sola, sacar brote y crecer pero hay que decidir si regar la plantita o pisotearla, cuidarla o dejarla morir. O arrancarla de cuajo.



4 comments:

Lucía said...

oui

Esti said...

sí.. así lo creo.

Anonymous said...

Algunas plantitas con el tiempo se convierten en hiedras venenosas que te enroscan, a veces mejor arrancarlas de cuajo...
Sol

Unknown said...

A veces la arrancas y vuelve a salir, la arrancas y vuelve a salir, la arrancas y vuelve a salir, la arrancas y vuelve a salir, la arrancas y vuelve a salir, la arrancas y vuelve a salir, la arrancas y vuelve a salir, y así.

Solución: ácido muriático.