Al menos a aquellas que uno espera que le hablen.
Wednesday, March 03, 2010
Tuesday, March 02, 2010
Sunday, February 28, 2010
Se supone que cuando uno sale al espacio, cuando al fin se libera de la fuerza de gravedad, la sensación es como de una caída sin fin. O sea, pánico total.
A veces pasa que a uno le plantan una verdad en la carota, de esas verdades que destruyen algo. Algo se desvanece: un miedo. Qué bien perder un miedo, pensarán ustedes. Pero uno construyó muchas cosas sobre ese miedo, toda una casa, con sus muebles, cuadros, fotos y muchas porquerías adentro. Así que de pronto, la mecedora en donde uno estaba tan tranquilo mirando pasar la vida ya no está más. Pánico total, una caída sin fin y los manotazos que tratan de aferrarse a algo de toda aquella mentira. Pero con la verdad no hay vuelta atrás. Estás en pelotas en medio de la nada y no parás de caer. Tardás un tiempo pero, al igual que en el espacio, uno termina dándose cuenta de que no estás cayendo, sino que ya nada te pesa. Estás libre.
A veces pasa que a uno le plantan una verdad en la carota, de esas verdades que destruyen algo. Algo se desvanece: un miedo. Qué bien perder un miedo, pensarán ustedes. Pero uno construyó muchas cosas sobre ese miedo, toda una casa, con sus muebles, cuadros, fotos y muchas porquerías adentro. Así que de pronto, la mecedora en donde uno estaba tan tranquilo mirando pasar la vida ya no está más. Pánico total, una caída sin fin y los manotazos que tratan de aferrarse a algo de toda aquella mentira. Pero con la verdad no hay vuelta atrás. Estás en pelotas en medio de la nada y no parás de caer. Tardás un tiempo pero, al igual que en el espacio, uno termina dándose cuenta de que no estás cayendo, sino que ya nada te pesa. Estás libre.
Wednesday, February 24, 2010
Sunday, February 21, 2010
La primera porno que vi en mi vida era de mis viejos. Eso podría explicar tantas cosas. En fin, decía, la primera película porno que vi la encontré en un cajón en el cuarto de mis viejos. No me acuerdo qué estaba buscando ahí, seguro unas monedas para ir a los fichines, cuando debajo de una pila de ropa vi una caja de plástico con fotos de minas en culo. En culo, como nunca antes había visto; en culo con pelos entre las piernas. Saqué los videos, eran tres. En la casa no había nadie, así que supongo que era fin de semana o verano. Apreté el eject de la videocasetera que hacía ese ruido a robot antes de levantarse una tapa por arriba. Metí el casette y puse play. Se ve que mis viejos ya habían usado ese video porque estaba por el medio. Y entonces así, de golpe, sin siquiera escena previa, dos cuerpos me enseñaron dónde iba cada cosa. Todavía no me masturbaba y no supe qué hacer con tanta incomodidad. Bueh, no exageremos, tampoco es tanta. Pero en ese momento no supe que hacer. Al toque llegó alguien, guardé los videos donde los había encontrado y me fui a mi cuarto. Los días siguientes, cada vez que podía, seguí con mi instrucción. Un buena tarde que estaba acostado boca abajo mirando una escena que me gustaba particularmente (no, no les voy a decir cuál) me di cuenta de que se sentía muy bien moverse arriba abajo. Y arriba abajo arriba abajo, acabé. Me mojé el calzón, el pantalón y probablemente las sábanas de la cama de mis viejos. Sí, un asco. Y obvio que no hice nada con las sábanas. Guardé los videos y me fui a limpiar. Esto está bueno, pensé. Así que estuve pajero un buen tiempo hasta que un día los videos no estaban más donde siempre. Revolví todo el cuarto de mis viejos y nada. Fue entonces que maduré un poco. Salí de casa y me conseguí mi propio porno.
Friday, February 19, 2010
Wednesday, February 17, 2010
Tuesday, February 16, 2010
Creo que acabo de ver una de las historias más bellas que me hayan contado. Me la regaló una peli: Hangul (Oasis) de Lee Chang Dong y de los actores (que te morfan el corazón) Moon So-ri y Sol Kyung-gu. Todavìa ando medio boludo, como te bajabas de la patineta después de estar horas sin tocar el piso.
No sé qué contarles. Es una historia de amor. Una bellísima historia de amor. Tratada con toda la crudeza y la poesía que pueda entrar por esos sentidos a veces tan mezquinos y distantes. Eso. Dan ganas de tocar, de estar cerca. De abrazar a los protagonistas y decirles que todo va a estar bien. Ahí está, es lo único que puedo decirles.
Les dejo el link: Hangul en cultmoviez
No sé qué contarles. Es una historia de amor. Una bellísima historia de amor. Tratada con toda la crudeza y la poesía que pueda entrar por esos sentidos a veces tan mezquinos y distantes. Eso. Dan ganas de tocar, de estar cerca. De abrazar a los protagonistas y decirles que todo va a estar bien. Ahí está, es lo único que puedo decirles.
Les dejo el link: Hangul en cultmoviez
Sunday, February 14, 2010
Saturday, February 13, 2010
Hay veces que sucede, eso de acabar al mismo tiempo. Una vez conocì una chica que cuando de pendeja le preguntaron si se estaba cuidando dijo que no. "Pero no se preocupen, que igual no acabamos juntos" Me pareció genial (más allá de lo lamentable de la educación sexual), la chabona creía que sólo podía quedar embarazada si acababan al mismo tiempo.
Sunday, February 07, 2010
Saturday, February 06, 2010
Friday, January 29, 2010
Thursday, January 28, 2010
Monday, January 25, 2010
Sunday, January 24, 2010
En el cine del que hablo acá abajo, había una señora que tenía todas las perder. Sentada a tres asientos a mi derecha, abría bolsa tras bolsa, paquetito tras paquetito y no dejó de hacer ruido durante los primeros quince minutos de peli. Todo el mundo le chistaba, le decía por favor señora y así. A mí también me molestaba pero también me daba un poco de pena. Imaginaba que trataba de pasar lo más desapercibida posible pero su torpeza no se lo permitía. Después de esos quince minutos de bardo, inmediatamente después de que dejó de hacer ruido se quedó dormida. Y, por supuesto, roncaba como un rinoceronte, y uno de los bien gordos. Otra vez chistidos, bufidos y quejas. Además, pobre señora, olía bastante mal. En fin, pasamos toda la primera película con la orquestación onírica de la señora. Ahí sí ya me estaba molestando pero también me molestaba la gente que no paraba de quejarse, así que estábamos a mano. Por suerte, cuando empezó la peli de los Woodabe la señora se despertó y se rescató un poco. Es más, en un momento me cayó bien porque mientras todos se reían de cosas bellísimas de la tribu (esa risa nerviosa de quien no sabe que existen otras culturas) la señora se mantuvo callada y atenta. Hasta que abrió la boca. Qué horror, dijo indignada cuando una chica woodabe contaba cuánto le gustaba su chico. Qué horror, repetía. Y ahí sí que me dieron ganas de que se comiera una granada.
Ultimamente me está pasando eso. Termino estando de acuerdo con algo que en principio rechazo.
Ultimamente me está pasando eso. Termino estando de acuerdo con algo que en principio rechazo.
Ayer fui a ver el ciclo de Herzog que están dando en el San Martín. Primero que nada, vayan. Es muy recomendable, además de ser un buen refugio para el verano de mierda de Baires. Decía, fui a ver a Herzog, a su Lecciones de oscuridad y Woodabe, Pastores del Sol. Peliculones. La primera es un documental acerca del trabajo sobre los últimos pozos encendidos que quedaban en Kwait. Las imágenes son de un dramatismo zarpado y con una música (ahora no recuerdo el compositor) que se aseguraba que te entrara bien profundo lo que te estaban mostrando: lagos de petróleo, terrenos enormes pintados de negro, fuego y humo, las víctimas de la guerra. La segunda es otro documental. Trata acerca de los woodabe, una tribu nómada del desierto de sahara. Y éste es pura belleza. Los woodabe se consideran el pueblo más bello del mundo y creo que no le pifian por mucho. Herzog documenta una festividad en particular en la que se reúnen todas las tribus y los hombres jóvenes se preparan para desfilar y seducir a las mujeres. Los tipos se maquillan se preparan y bailan y las mujeres son las que eligen. Eligen un día a uno y otro día a otro y así. En esta película, uno se enamora de Herzog. ¿Cómo no enamorarse de alguien que ama tanto a la humanidad? Eso es lo que transmite Herzog: la belleza del amor, el dolor del amor, la pasión del amor, el amor del amor. Para volver a los woodabe, estos tipos dicen que la tierra no pertenece a nadie, sólo podría pertenecer a los humanos si éstos fueran pastores del Sol
PD: muy bien el San Martín por traer estas pelis y también por armar este díptico.
PD: muy bien el San Martín por traer estas pelis y también por armar este díptico.
Thursday, January 14, 2010
y están esas otras ex, esas que te conocen de verdad. No suele haber más de una, como mucho dos, en cada vida. Son de las pocas personas que tienen un poder real sobre uno. Real en el sentido de realidad. En el sentido de que pueden hacerte cambiar tu forma de inventar la realidad. Es un poder que me da miedo. Porque a diferencia de la persona con la que estás, ya no tienen que hacerse cargo de nada y no tienen nada que perder. O sea: pueden decirte la más cruda verdad sin que se les mueva un pelo. Eso mete miedo. No saben cuánto. Aún así, y tal vez por esto mismo, a mí me gusta encontrarme con esas ex (en mi caso son dos). Vamos, nos tomamos un café y charlamos. Y, como con las películas de terror, cuando están por decirme una de esas verdades que no tienen vuelta atrás, aterrado, me cubro con las manos pero con los dedos bien abiertos para no perderme detalle.
Ayer escuché algo interesante. En realidad, alguien expresó de una forma interesante algo que yo le decía. Eso de que al escribir hay que buscar los miedos. Que la marca de lo que te cruza, de lo que realmente querés contar, está justamente donde te da más miedo. Después hay que luchar porque el mismo miedo te quiere echar de ese lugar. Dijeron: "Es que hay que aferrarse a esa primera oscuridad." Me gustó eso.
Sunday, January 10, 2010
Saturday, January 09, 2010
Me desperté con esta sospecha: amar también es una decisión. No sé si uno puede elegir de quién enamorarse pero sí está en uno permitir que ese amor suceda o no. Algo así como que la semilla se siembra y hasta puede germinar sola, sacar brote y crecer pero hay que decidir si regar la plantita o pisotearla, cuidarla o dejarla morir. O arrancarla de cuajo.
Saturday, January 02, 2010
Wednesday, December 30, 2009
Tuesday, December 29, 2009
Buenos Aires se zarpa. Hoy volvía por la panamericana cuando vi la panza de una nube que parecía acostada. Después de pasar unos puentes vi otras panzas hasta que a mi frente se desplegaron decenas de nubes acostadas sobre la ciudad. Miré alrededor pero el resto del cielo era del celeste furioso del verano, sólo buenos aires andaba entre nubes, como si todas esas gordas, cansadas de ir flotando por ahí, hubieran decidido dejarse caer y retozar ahí mismo. La luz de la tarde iluminaba las puntas y dejabael resto sombreado. Cada tanto, cuando la panamericana cruzaba alguna ruta, parecía que iba por la autopista hacia una cordillera blanca, anaranjada y amarilla. Entonces bajaba la velocidad para que el momento durara un poquito más. Creo que nunca fui tan despacio por la autopista. Putié bastante porque no tenía la cámara pero igual me sentí feliz de tanta maravilla. Además, mejor no usar una cámara a cien kilómetros por hora. Después, en la Lugones pensé que si me desviaba a la costanera iba a poder seguir disfrutando del paisaje pero no. Había una linda luz pero no mucho más.
Sunday, December 27, 2009
Saturday, December 26, 2009
El mantel sobre la mesa grande,
el árbol de plástico que
sale ya decorado de la caja,
el televisor encendido en
una película que nadie ve
Y todos, mi familia,
hablan
de la marcha de los pingüinos
en la Antártida
de un taxista que devolvió una valija
llena de plata
y de los chinos
que no festejan navidad.
No dejo que mi copa
se vacíe
de vino.
Algo golpea la ventana.
Otro golpe.
Una cara gris
se aplasta contra el vidrio.
Y sonríe.
Sonrisa de vigésimo piso.
Alas entran por la rendija abierta.
Un murciélago choca contra
las paredes de la navidad
mientras
sus compañeros
empapelan, del lado de afuera,
el edificio.
Mi tía y mi tía gritan, mi mamá grita
mi hermana grita.
Aprovecho para gritar.
Ahora
la cena de navidad
se hace en la mesa chica.
el árbol de plástico que
sale ya decorado de la caja,
el televisor encendido en
una película que nadie ve
Y todos, mi familia,
hablan
de la marcha de los pingüinos
en la Antártida
de un taxista que devolvió una valija
llena de plata
y de los chinos
que no festejan navidad.
No dejo que mi copa
se vacíe
de vino.
Algo golpea la ventana.
Otro golpe.
Una cara gris
se aplasta contra el vidrio.
Y sonríe.
Sonrisa de vigésimo piso.
Alas entran por la rendija abierta.
Un murciélago choca contra
las paredes de la navidad
mientras
sus compañeros
empapelan, del lado de afuera,
el edificio.
Mi tía y mi tía gritan, mi mamá grita
mi hermana grita.
Aprovecho para gritar.
Ahora
la cena de navidad
se hace en la mesa chica.
La noche de navidad estábamos en la pizzería. Tomábamos ferné, yo con hielo y agua porque no me gusta la coca. Charlábamos boludeces aprovecando que no había ninguna chica presente mientras tratábamos de juntar voluntad para ir a algún lado. En algún momento salimos a la vereda a fumar. Una chica que pasaba nos dijo algo que no pude entender. Supongo que mi amigo entendió a la perfección porque le ofreció una seca que ella aceptó de buena gana. Estaba descalza, llevaba los zapatos en la mano. Che ¿todo bien? ¿por qué vas descalza? Los zapatos me molestan y vengo caminando desde Santa Fé (10 cuadras) Uh, bajón. No, todo bien, me gusta ir así. Después de unas secas siguió camino. Qué linda chica, dijimos. La noche quedó en la pizzería. Cuando se terminaron el ferné y las cervezas, agarré mis cosas y salí al amanecer y a esos putos pajaritos que te recuerdan que ya empezó otro día. Por la otra vereda pasaba la chica, con los zapatos puestos y acompañada por un chabón.
En mi familia, mi viejo es quien cocina. Mi vieja maneja las finanzas. Lo hace muy bien, a decir verdad. Pero de cocinar, nada. Así es como mis hermanas no cocinan y mi hermano y yo sí. El jueves llegué a lo de mis viejos y ni bien entré pude sentir ese aire que se instala en la casa cuando mi viejo está enojado. Silencio. Mi viejo no grita, no putea, no nada. Sólo se queda callado. En silencio se enoja, se entristece, se angustia. En silencio te quiere. Y en silencio consigue las cosas. Zarpado su nivel de manipulaión, si consideramos que apenas habla.
Decía que llegué a casa y estaba todo en silencio, ese silencio que no es la nada sino una nada bajo cero, una nada fría. La mayoría de las peleas de mis viejos (gritos unilaterales de mi vieja) son a causa del dinero. Nunca les faltó plata, en gran parte porque a mi vieja le encanta ahorrar. No es tacaña, sólo es mucho más feliz ahorrando que gastando, lo contrario que mi viejo. Por ejemplo, mi viejo hace las milanesas con lomo. Si tiene que hacerlas con peceto se pone de mal humor. Y mi vieja se pone de la cabeza cada vez que él va al súper. Grita hasta que se cansa y aplica su frase de cabecera: Bueno, hagan lo que quieran. Que quiere decir exactamente lo contrario, todos entendemos. Entonces, mi viejo se va a su cuarto y deja esa atmósfera helada. Así pasó la noche de navidad.
Mis hermanos empezaron a acusar a mi vieja que, como grita bastante fuerte, siempre parece la agresora. Por primera vez en mi vida, salí en defensa de ella. Es que recién ahora entiendo que mi vieja es la persona más sana de la familia. Sí, grita fuerte, se pone de mal humor fácil, es mandona y necesita estar en control de todo pero al menos habla, dice y grita. Mi viejo cocina. Cocina muy bien. Se preocupa por que haya un plato que le guste a cada uno y que esté echo con los mejores ingredientes. Es la forma que encontró para comunicarse. Eso es algo que mi vieja no puede entender.
Mis viejos chocan, se sacan chispas, no se entienden en un nivel muy evidente. Nunca se entendieron en esas cosas. Y aún así se quieren. Hasta podría decir que se aman. Es un amor que yo no podría sostener. Me canso de sólo verlos.
Decía que llegué a casa y estaba todo en silencio, ese silencio que no es la nada sino una nada bajo cero, una nada fría. La mayoría de las peleas de mis viejos (gritos unilaterales de mi vieja) son a causa del dinero. Nunca les faltó plata, en gran parte porque a mi vieja le encanta ahorrar. No es tacaña, sólo es mucho más feliz ahorrando que gastando, lo contrario que mi viejo. Por ejemplo, mi viejo hace las milanesas con lomo. Si tiene que hacerlas con peceto se pone de mal humor. Y mi vieja se pone de la cabeza cada vez que él va al súper. Grita hasta que se cansa y aplica su frase de cabecera: Bueno, hagan lo que quieran. Que quiere decir exactamente lo contrario, todos entendemos. Entonces, mi viejo se va a su cuarto y deja esa atmósfera helada. Así pasó la noche de navidad.
Mis hermanos empezaron a acusar a mi vieja que, como grita bastante fuerte, siempre parece la agresora. Por primera vez en mi vida, salí en defensa de ella. Es que recién ahora entiendo que mi vieja es la persona más sana de la familia. Sí, grita fuerte, se pone de mal humor fácil, es mandona y necesita estar en control de todo pero al menos habla, dice y grita. Mi viejo cocina. Cocina muy bien. Se preocupa por que haya un plato que le guste a cada uno y que esté echo con los mejores ingredientes. Es la forma que encontró para comunicarse. Eso es algo que mi vieja no puede entender.
Mis viejos chocan, se sacan chispas, no se entienden en un nivel muy evidente. Nunca se entendieron en esas cosas. Y aún así se quieren. Hasta podría decir que se aman. Es un amor que yo no podría sostener. Me canso de sólo verlos.
Sunday, December 20, 2009
¿Saben? Creo que voy a dejar de ir a fiestas. Solìa divertirme en las fiestas. Tomaba hasta el punto justo de narrarme en una tercera persona. Bailaba y ahì aparecìa en mundo, un mundito, es cierto, pero todo mìo. Podìa estar asì horas y horas, viendo la realidad desde la ventana de un bondi. No sè què pasò pero ya no lo disfruto. Debe ser que ahora ando tan despegado de la realidad que no quiero alejarme màs. Un poco màs allà y no existe bondi que pueda traerme de vuelta.
Friday, December 18, 2009
Wednesday, December 16, 2009
Tuesday, December 15, 2009
Monday, December 14, 2009
Saturday, December 12, 2009
Pfff. Es increíble cómo un mimo al ego puede dejar al descubierto algunas aristas de mi personalidá. Ayer me dijeron que un poema que escribí estaba bueno (uno que yo pensaba era malo) y al toque mi juicio perdonó al poema y me perdonó a mí (que me pensaba un chanta por haberlo mandado) . Ahora de pronto pienso que el poema no está mal y que incluso es mejor que otros. Mi ego es como un perrito triste, tirado en el pasto. Le hacés una caricia y en seguida se levanta y mueve el rabo y empieza a saltar por todos lados, a ensuciarte, morderte y rasguñarte. Se vuelve tan molesto que preferírías no haberlo acariciado nunca y que siga ahí tirado sin molestar a nadie.
En fin. Una cosa buena de todo esto: asomaron unas ganitas de escribir.
Thursday, December 10, 2009
Estoy sentado en la cama. La almohada de Pucca hace de respaldo y si dejo de teclear puede escucharse el hielo romperse dentro del whisky. No, no se preocupen que no soy alcohólico. En la puerta cerrada puede verse una L de luz que llega del comedor. Mi hermana habla con su ex por teléfono. La pantalla en blanco llena todo el cuarto. Es que si dejo de mirarla no hay nada, al menos por nos segundos (disculpen, un trago de whisky).
La ficción se me cae a pedazos.
Eso quería decir.
La ficción se me cae a pedazos.
Eso quería decir.
Hoy iba por la Panamericana. Cosa extraña, cada día manejo más lento. Iba por el carril del medio y todos me pasaban, también por derecha. Bueno, que iba por la Panamericana y tuve esa sensación de nada, de que todo lo que veía, el volante en mi mano, el viento que entraba por la ventana, los camiones, el asfalto, el sol, todo estaba por desaparecer. Estaba seguro de que podía cruzarme todos los carriles en zig zag y la realidad se iba a apartar. No, no me animé a hacerlo.
Tuesday, December 08, 2009
Ayer, por primera vez en muuuuucho tiempo, fuimos a un pool. A uno de esos pool de barrio. Pool rolinga, digamos. Estuvimos tomando birra y haciendo papelones con el taco. Charlamos montón y terminamos a las cuatro de la matina, como en los viejos buenos tiempos. Pena que ahora nosotros somos los viejos que no tienen tiempo pa ser buenos. En fin. Eso sí, escuchamos La Renga pa tener, guardar y repartir. Así que aquí se los comparto:
PD: dónde fueron a parar todos los rolingas?
ppd: cómo pasamos de los rolingas a los emos?
pppd: soy el que nunca aprendió, desde que nació, como debe vivir el humano, llegué tarde al sistema, ya estaba enchufado y así funcionandoooooooo
PD: dónde fueron a parar todos los rolingas?
ppd: cómo pasamos de los rolingas a los emos?
pppd: soy el que nunca aprendió, desde que nació, como debe vivir el humano, llegué tarde al sistema, ya estaba enchufado y así funcionandoooooooo
Sunday, December 06, 2009
Conozco gente que siempre está a cinco centímetros de la realidad, otra que está pegada, que no logra discernirse de la realidad, y yo que me siento a ochenta kilómetros de lo que supongo puede llegar a ser las afueras de la realidad. No sé, sospecho que está ahí en algún lugar pero al parecer no me preocupa llegar a ella. No me preocupa nada de nada, la verdá. De a poco voy adoptando una forma particular de nihilismo. Un nihilismo matoso.
Friday, December 04, 2009
Wednesday, December 02, 2009
Hoy en el taller de foto vimos una peli porno. Estaba formada por varias piezas de diferentes directores. Un par estaban bien, las otras eran un embole. Pero de todo eso comprendí algo: con todo el porno que vi en mi vida, me sería imposible coger con alguien de habla inglesa. ¿Se imaginan coger y escuchar un ouh ieeeaaa, ieaa beibi, ieeeaaa rait dear? Perdería toda concentración. O me cagaría de la risa. O empezaría a creer que tiene que haber alguien filmando.
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