Saturday, July 15, 2006


Advertencia: texto algo aburrido. ¿qué quieren? es sábado por la mañana.

El sábado se presenta como un hermoso día matoso. Aire fresco, que parece más livinano, y ese sol que acaricia en lugar de calentar.

Claro, son las diez de la mañana, eso quiere decir que ayer no salí. Me quedé viendo otra película del Estudio Ghibli, de este groso que se llama Miyazaki (mismo que hizo el viaje de chihiro). En la semana ya es la tercer película que veo del mismo estudio que se suman a otras cuatro o cinco que habré visto antes. Esto es 8 películas maravillosas del mismo chabón (a veces es director otras productor).
Una vez me contaron que los dibujos japoneses tiene ojos grandes para poder darle una mayor expresividad a los rostros. Si uno ve estas películas, las historias se desarrollan mucho más en la forma que toman los ojos ante cada situación que en los diálogos, que son pinceladas sutiles. Estoy tratando de entender cómo arma las historias. Además de la animación y el nivel de detalle que tienen sus películas, los relatos se construyen con una delicadeza y profundidad que si pudiera llorar, lloraría a moco tendido, no porque sea triste o feliz sino porque hace resonar mi alma como si fuera un diapasón. Hace tiempo que quiero escribir así, con esa comprensión de las personas. Cuando lo logre me voy a sentir realizado en la vida.

Una sola escena de
Omohide poro poro pa ejemplifacar: una nena y un nene de diez años en la escuela; al nene le gusta la nena y todo el mundo lo sabe pero cuando se presenta la oportunidad, la nena se va corriendo (nadie sabe que a ella le gusta él); el nene la intercepta en un cruce donde no hay nadie más que ellos dos y, cuando la nena está por pasar junto a él con la cabeza gacha, él trata de decirle algo pero no le sale; es un minuto de no poder articular palabra; al final logra preguntarle qué te gusta más, los días lluviosos, nublados o soleados?; otro silencio largo; nublados dice ella; igual que yo, dice el nene; por la expresión de los dos se nota que ahora están contentos; él se va corriendo sin decir nada más, lanza una pelota de beisbol al cielo (uno ve cómo sube y sube) y la atrapa cuando cae; ella se va en dirección contraria, uno, dos pasos y el tercero lo hace en el aire y cada nuevo paso la eleva un poco más hasta que empieza a volar.

1 comment:

ximena said...

Omohide Poro Poro (Recuerdos del Ayer) no es de Hayao Miyazaki es de Isao Takahata el co fundador del estudio y el mentor de Miyazaki. Sus trabajos en Studio Ghibli, además de Recuerdos del Ayer (1991), son La Tumba de las Luciérnagas (1988), Guerra de Mapaches (1994), Mis Vecinos los Yamada (1999) y La Leyenda de la Princesa Kaguya (2013).