Thursday, July 06, 2006
El tipo que sueña mi vida es un pelotudo. Algo perturbado tal vez, pero en esencia aburrido. Asexuado de mierda, debería despertarlo a patadas. Que se enamore de una morocha hermosa de ojos verdes. Aunque no se enamore, que le agarre una calentura o que le guste o algo. No sé, que vea una buenas gambas en el bondi y que antes de acostarse se acuerde de lo bien que le quedaba esa minifalda. Si, vos, mierdita, a vos te hablo. Haceme un favor, mirá porno, loco. Pero no, nada. Mírenlo, si no puede con la cara de idiota que tiene. Está todo el día como un boludo en una oficina llena de tubos fluorescentes que nunca terminan de encender. Encima después me deja sin pantalones en medio de una reunión o me hace volver a la casa donde vivía de chiquito, que ya es un terreno baldío lleno de basura, gatos y olor a mierda. Y no, loco, esa Yamila compañera tuya de la secundaria era feucha. No me va. Ni en en pedo salgo con esa pelotuda. Porque además es pelotuda. Nada, no me importa lo que te haya dicho hace más de diez años. ¿Y Por qué Laura siempre está tan lejos? Siempre pasa por allá y cuando corro a buscarla ya no está. ¿Qué me importa que sea tu jefa? Mi jefa no es, así que no me rompas las pelotas. La próxima vez que te la cruces, le mirás bien el orto y las tetas, ¿me escuchaste? Mirale el orto porque si no cuando me hagas cagar a trompadas al gordo Petrachi me dejo ganar. Dejo que el gordo se siente encima mío, como te hacía a vos de pendejo. No no no, no quiero promesas. Mirale el orto a Yamila y punto. Pero qué pelotudo que es este tipo. Basta, me aburrió, me voy a dormir.
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