Sunday, July 30, 2006


Son las doce del mediodía, hace una hora que estoy despierto en este domingo de sol buena onda. Pensaba salir a tomar mate, leer y sacar fotos en el parque rivadavia. Como Andrea vive a tres cuadras de ahí, la llamé. Claro que no estaba; claro que debe estar en lo del novio; soy un boludo, claro. Y ahora me viene a la memoria algo que pensaba ayer antes de caer rendido por la botella de vino y los fernet con coca: contacto físico. Tantos cafés, tantas cervezas y vinos, tantos llamados, tantos meils, tanto para poder sentir el calor de la otra persona, la piel y en su pelo ese perfume jodido que da hambre. No hablo de amor y ni siquiera hablo de sexo (ya ni me acuerdo del sexo) sino de ese contacto simple de un abrazo, del darse la mano, de la caricia en el cuello, lo único que por un instante nos rescata de la soledad.


(sí, loco, me levanté así)

2 comments:

Anonymous said...

También muchos de tus mensajes (¿son mensajes lo que se publica en un blog?, perdón es que estoy fuera de onda, ¿se nota?), de tus textos, digamos, ¿por qué definir? También muchos de tus textos, entonces, rescatan de la soledad.

Mata said...

Sí, yo los llamo textos. Y fuera de onda es bastante fuera de onda, también.

Beso.