Tuesday, October 23, 2007

Odio ir a la peluquería. Es una incomodidad que sufro desde chico. Tal vez porque mi viejo hacía que me raparan en la nuca: el ruido penetratne de la máquina, y el raspón frío de la navaja. Después, cuando empecé a ir solo era peor aún porque ya era conciente de que nunca me quedaba bien. Aún hoy, no entiendo cómo es que los peluqueros se las arreglan para cortarme siempre pal orto. Tengo el pelo abundante y bastante lacio, creo que es buena materia prima para que les salga algo no demasiado choto. Pero no, se esfuerzan y así me queda. Esta vez estuve como tres o cuatro meses sin cortarme el pelo, tanto que empecé a usar vincha. Pero también me arte de eso. Hoy pensé en raparme del todo, cada vez que me veo obligado a ir a la peluquería, considero agarrar la máquina y pelarme. Lo malo es que quedaría como un monje. En fin, por lo menos, ahora faltan otros dos meses para que tenga que volver.

2 comments:

Anonymous said...

el mejor corte -LEJOS- fue el de Bruce Lee que te hice...
ese corte coge!!!

Mata said...

hmm, sí, puede ser cierto. Y "te coge" es un alto calificativo.