Sereno trabaja sin descanso en un tren que también lo tiene como único pasajero. El tren, con la locomotora por detrás y toda una maquinaria de infierno y vapor por delante, fabrica y emplaza sus propias vías y durmientes de concreto. Avanza con lentitud pero inexorablemente sobre un campo vastísimo. Sereno sabe que en poco tiempo su invención se quedará sin acero, sin cemento, sin carbón. Cuando llegue ese lugar, a ese momento soñado con un río que lo cruza verde y silencioso, se sentará a beber un té de menta en su nuevo hogar.
Sunday, December 02, 2007
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment