Esto de escribir cada tanto hace que me queden muchas cosas que contar. Lo negativo del asunto es que me da fiaca extenderme en cada una de ellas. Así que, a resumir:

- Rompí mi record: pasé 43 horas y media sin dormir. No porque tuviera que vigilar que una secuencia de números fuera pulsada cada tanto, ni nada por el estilo. Sólo no podía conciliar el sueño. Recurrí a todos los métodos conocidos (sí, ése también; y también ése) pero nada funcionaba.

- Después de comerme 7 porciones de pizza provolone, me llevaron al boliche brasilero. Bebimos cerveza, bailamos y no pude dejar de mirar a una chica. Como soy un sonso a cospel, se me escapó la tortuga: ella se fue al baño y yo tenía que irme. Si no me iba en ese momento perdía el taxi y ya llevaba 42 horas sin dormir. Una excusa de lo más pedorra. Bueno, chica de vestido floreado, lunar en el hombro, que bailaba con una suavidad líquida en Devenir el viernes último, sepa que es la mujer de mi vida. En fin, cuando le conté esto a mis amigas, me dijeron que se habían dado cuenta y si yo no me había dado cuenta de algo. No, ¿de qué? Es igual a tu ex.

- ¿No les pareció una mierda Lost? Qué pasó? Estaba todo mal, los actores, los diálogos, los planos, la música. Parecía como cuando los jefes quieren hacerse cargo de los trabajos que sólo saben encargar. Hoy rebautizamos la serie: Boooossst


- En la semana que me queda en baires, tengo que escribir un ensayo de unas diez páginas y un cuento de unas seis o siete. Voy tres del ensayo y una versión impublicable del cuento.