Saturday, April 10, 2010

Pueblo 1 (Chascomús):



"Chascomús es lindo. La moza que me atiende también. Se parece a Amelie. El pueblo es un poco cheto pero todavía no llega a ser desagradable. En el centro las calles son empedradas y tiene unos bulevares anchos y muchos árboles. En la costa hay un parque onda Ital Park pero de pueblo. Por alguna razón me dio mucha ternura. Pero claro, debería contar primero otras cosas. El otro día decidí que todos los fines de semana que pueda voy a ir a algún pueblo de provincia. Cosa rara, el Vasco Viejo está muy bien. Decía, salir de capital para sacar fotos, pensar, leer escribir. Esas cosas inútiles. Empezamos por Chascomús porque sí. El pejerrey a la parrilla está increíble y la ensalada verde acompaña bien.
Estoy pensando, eso me pasa por beber (pensar, digo), decía, creo que me gustaría saber cantar antes que saber escribir. Claro, entonces por qué mierda no dejo de escribir boludeces y me tomo unas clases de canto, ¿no? O clases de dibujo. Me encantaría saber dibujar. Dibujar y cantar, eso quiero hacer."



"Estoy en un bar cheto de Chascomús, de esos bares con sillas con almohadoncito cubierto de cuero verde y que se llena de lectores de La Nación. Si, ya sé ya sé, no tengo ¿cómo es? ¿respaldo moral? para decir algo así. En fin. Tengo los pies helados de andar caminando por el pasto cubierto de rocío pero mejor le pongo un poco de orden a la cosa. Ayer, después del pejerrey, me fui con el auto por la ruta que circunda la laguna. Quería encontrar un lugar alejado de las luces de la ciudad, para poder ver las estrellas. Estacioné el auto en un descampado y saqué unas fotos. Sin convicción, la verdad. Eso. A estas fotos les falta convicción.



Después me preparé para dormir en el auto: recliné el asiento y me acomodé lo mejor que pude. Pero ¿saben? dormir en el auto no es nada cómodo. No sé por qué tenía el recuerdo de que sí. Tenía lugar, no hacía frío y aún así no dormí nada bien. Encima, justo una de las veces que había conseguido el sueño algo me despierta: unos golpecitos en la ventana. A ver, los ubico. Yo estaba a por lo menos tres kilómetros de cualquier luz, en medio de un descampado por donde no pasaba un auto, a las 3 de la madrugada y escuché golpecitos en la ventana. Abrí un ojo y vi la silueta inconfundible de un cana. ¿Cómo es que los canas, sin importar peso o estatura, tienen todos la misma silueta? Buenas noches, señor. Hola. ¿Todo en orden? Sí, todo bien. El cana trataba de ver qué tenía adentro. ¿Qué hace acá estacionado? Saco unas fotos. ¿Cómo se llama? ¿Pero hay algún problema? El cana me miró como si no entendiera. Digo, ¿no se puede estar acá? No, problema no, pero es sospechoso. Unos vecinos avisaron que había un auto estacionado en la zona. Lindos, vecinos pensé. Sí, estacioné acá para poder sacarle foto a las estrellas, dije y, cosa extraña, el cana pareció entender. ¿Termina con eso y retira? Sí, a la madrugada me voy. Muy bien señor."



"Me desperté antes del amanecer y le di la vuelta entera a la laguna mientras el sol se levantaba sobre el horizonte. Todo muy bello, aunque las fotos se me escaparon. Resumen: pies fríos, zapatillas mojadas, resfrío incipiente, fotos medio pelo, cansancio y una linda sensación. De libertad o de verdad. Son tan parecidas que se me confunden."

4 comments:

Anonymous said...

Me encanta. Cada día más leerte. Cada día más.

¿Podría alguien sumarse a las escapadas de fines de semana?

Mata said...

Uno de cada dos viajes se hará con tripulación. Se está armando un listado de tripulación y destinos. Los tripulantes eligen los destinos.

Mata said...

bueh, ahora que las miro más tranqui, no están mals fotos.

Victoria said...

Están lindas las fotos Mata! (las 3últimas especialmente)

Menos mal que no les tenías fe...