Wednesday, October 25, 2006


Hace unas semanas pensábamos que le había pasado algo a la vieja de enfrente porque no la habíamos visto más y los sobres se acumulaban en el pasillo. Ayer salí de mi departamento y vi que la puerta de mi vecina estaba apenas abierta. Detrás de la puerta, esa muñeca del terror que me miraba, leía mi mente y sabía lo que pensaba en ese momento: mis secretos más cochinos (qué buena palabra). Y se sonreía, la muy turra.

2 comments:

bp said...

puta.
hoy me levante
en cueritos
y fui a cerrar la ventana porque se venía la tormenta del fin del mundo
y la vieja estaba haciendo lo mismo desde enfrente.
(se quedó mirandome, mientras yo ponía mi mejor cara de circunstancia).

entre la vieja y el vecino pasado de al lado que canta canciones pop de los 80 mientras subimos el ascensor creo que nosotros como vecinos zafamos ampliamente.

lov

Anonymous said...

Mata, mi dios. Creo que no volveré a tu hogar, y los torneos teguianos tendrán que ser en Cátulo (!), en Virasoro...
(Che, mirá tus emilios que hay nueva italianita/francesita...)
Vicky.