Tuesday, October 24, 2006


Sí, ahora me acuerdo, odio el verano. Hoy pensé que la realidad se derretía para mezclarse con las paredes, la mesa, el armario, con una tristeza podrida y amarillenta. El tiempo se estiraba y cada segundo me daba más sueño. Encima vivo en el último piso del edificio, con lo que mi casa se convierte en mi peor enemigo. Además, después de que cae el sol, el techo conserva todo el calor acumulado del día, con lo que nunca refresca. ¿Aumentará el índice de suicidios durante el verano porteño? ¿De asesinatos? ¿O el calor da taaaanta paja que ni eso se puede hacer? Seguro que los conflictos personales, entre parejas por ejemplo, aumenta de forma consdirable. Estoy de mal humor. LA RE MIL PUTA QUE LOS PARIÓ.

5 comments:

p. said...

es verdad: no se concibe placer más inmundo que dejarse pudrir en el sudor de una siesta.

puajj,
p

Anonymous said...

genial jejejee....!!!`´

paulenka said...

yo creo que todo aumenta en verano:

aumenta la temperatura,
aumentan las discusiones,
aumenta también el precio del helado,
aumentan las ganas de tirarse a la pileta,
aumenta el sudor, y los olores corporales, etcétera, etcétera, etcétera,

lo que salva el verano para mí son esas noches (noche noche) paseando por la ciudad en pantaloncitos cortos y musculosa. me parece uno de los mejores momentos urbanos de mi sucia vida urbana

Radio Gnome said...

JAAAAAJAJA!!
mata puteando de mal humor, qué espectáculo glorioso.. en psicología es un fenómeno casi análogo a una aurora boreal para los meteorólogos

Anonymous said...

Hola veranófobos:
Para charla televisada buscamos gente que tenga entre 25 y 30 años y viva en Barcelona. Si alguien está interesado que se comunique antes del día 16 de julio.
Saludos, Juan