Todavía con el oído tapado, terminé la versión final del cuento del cocinero. Después de recorrer diferentes alternativas, llegué a la conclusión de que la primera estructura que había elegido era la mejor. Al menos la mejor que yo podía escribir. Ya me ha pasado otras veces: tener argumentos que me parecen geniales pero que mis capacidades narrativas no logran relatar. Es menos frustrante de lo que uno creería. Con algo de suerte, uno consigue explotar al máximo los recursos que sí tiene y los demás optan por darle nombre a esa falta de capacidad: estilo.
Después leo bien las bases del concurso para ver si puedo publicarlo en el blog. De todas formas, quien quiera leerlo puede pedírmelo por meil.
4 comments:
qué estás cortando en la foto?
no soy yo, es el otro. ji.
es pablo derka que corta naranjas pa una ensalada.
las manos de pablo! cómo no reconocerlas!
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