Wednesday, August 08, 2007

Ayer vi Old Boy, una buena película coreana. Hay muchas cosas buenas: el protagonista (el personaje y la actuación son increíbles), algunas líneas del guión y varias escenas exquisitas. Lo que me pareció más logrado fue la bronca que transmite el personaje. Descarga una violencia que poco tiene que ver con las películas de artes marciales. Acá no se trata de movimientos agraciados ni precisos; este tipo quiere lastimar.
Una vez más, me gusta que no haya buenos ni malos, que la historia se apoye en la búsqueda del protagonista.
No me gustó el final. Y lo malo es que los finales influyen demasiado sobre la calidad de las películas. Muchas veces historias masomenos pero que tienen un buen final me dejan una sensación agradable. En cambio, un mal final después de hora cincuenta de buena película te puede arruinar todo. ¿Qué onda? ¿Por qué pesan tanto esos últimos diez minutos, esas últimas páginas, esas últimas semanas de una relación? En fin, les dejo una escena:


3 comments:

Anonymous said...

si algo tiene de sensacional Old boy, es el final! por Dios!!!
me hizo acordar al final de manhattan y algo de la expresión de woody allen.
Esa cara que pone, mezcla de que sí que no,y la decisión de que le borren la memoria para seguir
c... a la hija.

Mata said...

a: ya que contaste el final, me despacho con todo. Sí, eso está bueno y está bueno que se corte la lengua y está bueno que el otro se suicide y está bueno que busque a la mina pa que lo hipnotice pero lo que me parece rebuscado es que el otro tipo haga todo eso para que el protagonista sufra lo mismo que sufrió él, para que enfrente el mismo destino, la misma culpa, los mismos miedos. Esa sería la razón primera del argumento y no sé, me pareció tu mach, aunque ya me está picando el bichito de la duda. Tampoco me convence cuando un argumento necesita ser explicado. Me pasa con Bioy, que tiene cuentos hermosos pero que siento que decaen cuando el narrador explica las causas de lo sucedido.

Mirta said...

coincido con mata.
La razón del malo me pareció muy tonta.