Terminé de leer dos libros japoneses en el mismo día: Mil grullas de Kawabata y Una cuestión personal de Oe. Me gustaron los dos pero: para el primero necesito un entendimiento más profundo de la cultura japonesa y de su ceremonia del té; el segundo es la primera novela japonesa que leo que termina bien y eso no me gustó.
Me extiendo con el libro de Oe y el que no lo haya leído no lea más. Está bueno que el tipo, después de buscar una forma de escaparse de su hijo, después de hundirse y estar a punto de zafarse, elija hacerse cargo de la situación. Lo que me parece que no funciona es que después de la operación, se haga expreso que el nene tiene la posibilidad de tener una vida normal y feliz. Tal vez, si se hubiese dejado la duda, una duda con esperanza (por ejemplo terminarlo cuando el doctor entra a la sala de cirugía), me gustaba más, porque de esa forma el protagonista se estaría haciendo cargo a pesar de saber también que lo más probable es que se condene con esa decisión. Me dejó la sensación de que al final se lo premia por hacerse cargo, algo que no funciona con el resto del argumento.
Ahora que pienso, me desagrada el gusto a moralina que te deja en la boca. La misma moralina de la que algunos me acusan.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment