Thursday, July 31, 2008
Wednesday, July 30, 2008
Algunas fotos son como despedidas. No es que uno se despide de ese momento y tiene la foto para recordarlo sino todo lo contrario: la foto se despide de uno. La foto es quien queda y se despide de quien se va, de ése que siempre se está alejando de quien era. Hablo tanto del fotografiado como del fotógrafo. En el caso del fotógrafo la despedida es, si se quiere, más sutil: quien permanece es la mirada.
Si no hubiese prestado los otros libros de Salinger, ahora mismo estaría releyendo.
PD: todos sabemos que el agua y el aceite no se mezclan. Entonces, ¿por qué cuando uno hace masa, para la tarta de choclo por ejemplo, con agua y aceite parece que pueden convivir a la perfección? La relaciones dependen del cotexto.
Tuesday, July 29, 2008
adicto crónico latente
a cualquier adicción posible.
Monday, July 28, 2008
Friday, July 25, 2008
Thursday, July 24, 2008
Mientras caminaba por su barrio, Eduardo pensaba en qué iba a gastar las doce balas que cargaba la nueve milímetros que llevaba en el bolsillo. Había que ser cuidadoso porque no tenía forma de conseguir más municiones. Al principio claro que había anhelado llegar hasta los hijodeputas célebres pero aquella fantasía le duró hasta terminar el café con leche. Debía ponerse objetivos alcanzables. Más factible era tomarse un bondi hasta Puerto Madero y elegir entre la abundancia de garcas pero, debía reconocerlo, le daba tremenda fiaca tener que cruzar el microcentro. Se dijo que ya era la hora pico y que no valía la pena, que garcas había en todos lados. Para que la ansiedad no lo traicionara, entró a un bar. Pidió una gaseosa, un tostado y el diario. Estaba seguro de que leer las noticias le daría gran inspiración pero como siempre empezó por los chistes. De pronto, mientras terminaba el primer triángulo, se preguntó si este mundo de mierda merecía su generosidad; ¿por qué no podía gastar las balas que él había comprado en las personas que ahondaban su tristeza? Trató de espantar aquel pensamiento pero era tarde, el egoísmo ya se había instalado. Bueno, se dijo, cinco balas para mí y siete para la humanidad. Una resolución más que justa. Pensó primero en las cinco balas. No tardó en darse cuenta de que no eran suficientes, tan sólo en ese bar ya sobraban candidatos. Reconoció la pesadez en todo su cuerpo, el cansancio que le llegaba como primer síntoma de depresión. Debía hacer algo pronto. Levantó el brazo y apretó el gatillo. Una mujer toda pintada de rojo empezó a gritar mientras su amiga caía al piso. De pronto, Eduardo se sintió lleno de energía. Se puso de pie, dejó un billete de veinte y salió a la calle. Todavía dudaba de contar aquella bala como de la humanidad o propia. En un acto filantrópico, la contó como una de las suyas. Su propia generosidad lo hizo feliz. Miró el arma y a su alrededor. Paró un taxi. A Puerto Madero, dijo. En la radio sonaba Radio 10.
Wednesday, July 23, 2008
En estos días vi todos los capítulos de la primera temporada de Six Feet Under. No sé si fue por el desgaste de la novedad pero me pareció que iba de mejor a peor. Es cierto que los personajes van ganando profundidad y que los actores logran sostenerlos (en especial y en este orden: David, la madre y la hermana) pero aún así hay algo en la historia que se va haciendo más trucho, tendría que verlo de vuelta para ser más preciso y no tengo ganas. Las alucinaciones, en especial las de David, son lo mejor. Me gustaban las publicidades de productos para funerarias que hay en los primeros dos capítulos y que después desaparecen. Me pareció novedoso, tal vez porque no veo tele, la presentación de las drogas como algo cotidiano e inserto en el argumento. En fin, tengo que admitir que me hice adicto a estos personajes y que necesito conseguir ya la segunda temporada.
Tuesday, July 22, 2008
En Buenos Aires, la mayoría de las calles son paralelas y perpendiculares; las avenidas están separadas por cuatro o cinco cuadras; por lo general el sentido de circulación es único y está intercalado para que uno tenga la seguridad de que si no pudo doblar a la derecha en esta esquina lo podrá hacer en la siguiente. Pero hay puntos donde todo esto se pierde: Parque Chas, donde una calle puede cruzarse con sí misma; la diagonal que traza Estado Israel-Angel Gallardo-Gaona, la otra diagonal de Juan B Justo; las manzanas triangulares de Avenida San Martín o de Palermo Viejo; la curva imposible (casi recta) de San Pedrito-Nazca; las avenidas Garay o Chiclana que se diluyen a medida que se alejan de esa esquina, como si no supieran existir sin la otra.
Dicen que este desorden no siempre fue así pero que la ciudad, como todos nosotros, tiende al caos. Esos trazados que rompen el cuadriculado original son calles que surgieron solas, por voluntad de Buenos Aires. Cuando creemos que hay cada vez más gente y más autos, en realidad sucede que hay cada vez menos calles. Cuadras que desaparecen frente a nuestras narices sin que nos demos cuenta, personas que regresan de un día de trabajo pero que no reconocen la puerta de sus casas, el almacén de la vuelta que se convirtió en una inmobiliaria.
Una mañana que volvía de Palermo, después de esperarlo cuarenta minutos, me tomé el 160. Claro que me quedé dormido. Por suerte no tanto como para llegar a Claypole pero sí hasta Pompeya. Cuando bajé del colectivo me di cuenta de que todavía estaba borracho y de que ya no tenía plata así que empecé a caminar. Al ver que una calle se abría en diagonal como si trazara una línea recta hacia mi casa decidí seguir por ahí, hasta que se cortó en una plazoleta y tuve que doblar a la derecha. Doblé a la izquierda en la primera esquina y caminé despacio, todo mi esfuerzo concentrado en mantener un paso firme y los ojos abiertos. Llegué hasta una pared, como si hubiera alguna vía de tren que cruzara Pompeya. Di media vuelta para regresar a la esquina, pero ya no estaba la calle por la que había llegado; en su lugar, otra pared. Más allá había surgido un pasaje, tan angosto que todavía no llegaban los rayos de sol. Caminé por sus adoquines, las veredas eran apenas dos cordones elevados pegados a las casas. Pensé en la mujer que cada noche, para no esperar su llamado que nunca llegaba, me expulsaba de casa. Una sombra avanzaba junto con mis pasos. Me resultaba imposible no querer verla, mandarla a la mierda de una vez por todas. No quise mirar atrás pero sabía que la ciudad se cerraba a mi espalda. Alguna vez llamó para pedir perdón, perdón por sus desplantes. Ahora las paredes a mis lados comenzaban a arrimarse, ya ni siquiera permitían ese cordón flaco. ¿Quién quería sus disculpas? Sabía que ella no necesitaba mi perdón. Al frente, una avenida cargada de autos; la luz que llegaba adelgazaba a cada segundo. Quería verla, nada más. Pero ella no quería verme a mí. El hartazgo me durmió las piernas y por un segundo pensé en sentarme sobre aquellos adoquines hasta ver cómo la luz desaparecía del todo. Grité su nombre, grité como si lo vomitara, como si me despidiera, y corrí hacia la avenida. Las paredes cada vez más cerca me hacían correr de costado, los últimos pasos fueron apretados contra los ladrillos. Ya en la vereda de la avenida, miré atrás: una agencia de lotería había encerrado su nombre en aquel pasaje.
Monday, July 21, 2008
PD: sí, lo sé, tengo que ver Twin Peaks.
La primera vez que Buenos Aires se asomó al rincón que le tengo reservado fue en un paseo con mi viejo. Era 1984 o 1985 y manejaba un Falcon (sí, verde, se los juro). La puerta trasera de la derecha solía trabarse y cuando iba a dar la vuelta para entrar por el otro lado, mi viejo me dijo que subiera adelante. Para mí, hermano menor de cuatro, era un privilegio que casi nunca se me otorgaba, salvo cuando viajaba en la falda de mamá. Era tanta la felicidad que no me importó que el tapizado me quemara las piernas donde no me protegía el pantalón corto o que la manivela de la ventanilla se burlara de mis pobres esfuerzos. Después de andar por las calles vacías, supongo que era domingo, llegamos a una parte de la ciudad en la que nunca había estado. Estacionamos y bajamos en una plaza. Pero no era una plaza cualquiera aunque tuviera los mismos árboles y pastos secos. Aquel lugar caía en un abismo. Supongo que sería Barrancas de Belgrano, el parque Lezama o la plaza San Martín. Mi viejo me agarró de la mano y corrimos cuesta abajo. Yo, que sólo conocía la chatura del departamento en la calle Venezuela, sentía que había viajado a un país lejano para aprender a volar. Subimos y bajamos varias veces más, hasta que mi viejo se cansó y se sentó en un banco para verme correr solo. Cuesta abajo, los pasos los daba saltando y cuesta arriba debía esforzarme con piernas y brazos. Al final del día, mi viejo me invitó un helado de palito. Pero no le cuentes a tus hermanos, dijo.
Después de unos años, mi viejo me pidió que lo acompañara a hacer unas compras. Pasamos por Barrancas de Belgrano y sentí un atisbo de la felicidad de aquella tarde. Le conté todo lo que recordaba pero mi viejo ni siquiera me prestaba atención. Paró el auto, ahora era un renault 12 bordó, y bajamos. Compramos helados de palito y nos sentamos en un banco, frente a la barranca. Le pedí que sostuviera el mío y corrí cuesta abajo. A pocos metros del final, había tomado tanta velocidad que no pude mantener el equilibrio y caí rodando sobre el pasto. El dolor en la pierna no tenía nada que ver con lo que había sentido aquella tarde. Volví a subir y mi viejo se reía mordiéndose el labio de abajo. Ya estás grande para esas boludeces, dijo y me devolvió el helado que había sufrido un mordisco. Estuvimos en silencio hasta chupar el palito de madera. ¿Te conté la historia de esa calle en Naha? Antes de la guerra, había una calle que bajaba en curvas de un cerro. Era tan empinada, que la mayoría de la gente prefería hacer un rodeo de medio kilómetro antes de subir aquellos cien metros. Se decía que en aquella cuadra había una sola casa, antigua, de una familia más antigua aún, con la joven más hermosa de todo Japón. Chitose (milenaria), se llamaba. Chitose sólo salía de la casa unos minutos, una vez por semana, para leer a la sombra de los árboles del jardín. Los jóvenes, muchos del barrio pero algunos de los pueblos más lejanos de la isla, se reunían al pie y en la cima del pequeño cerro. El trayecto era tan peligroso que sólo pasaban de a uno. Se turnaban para admirar, aunque sea por unos pocos segundos, aquella hermosura legendaria. Decían que la calle estaba embrujada, que algún mago miembro de esta familia ancestral, había encerrado el espíritu de un dragón en el cerro, que aquellos adoquines eran escamas petrificadas. Cuando los jóvenes estaban por pasar frente al jardín, la pendiente cambiaba y hacía imposible permanecer en aquel lugar. Algunos decían que desde abajo, aunque el esfuerzo fuera mayor, también era mayor el tiempo que uno podía apreciar aquella piel blanquísima, los labios rojos y sus manos delicadas. Los que empezaban arriba, admitían que era más peligroso pero que al menos podían ver la totalidad de aquel cuerpo, aunque sea por un instante. Pasaron los años y cayeron bombas sobre la ciudad de Naha pero ninguna en aquel barrio. Cuando los habitantes volvieron a los escombros, descubrieron que el cerro había desaparecido junto con los adoquines y aunque la calle y la casa del jardín seguían ahí, ya nadie vio a Chitose a la sombra de los árboles.
Antes de volver a subir al renault 12, corrí una vez más pendiente abajo, cada paso más largo que el anterior.
Sunday, July 20, 2008
Saturday, July 19, 2008
Friday, July 18, 2008
Days pass and this emptiness fills my heart
When I want to run away
I drive off in my car
But whichever way I go
I come back to the place you are
All my instincts, they return
And the grand facade, so soon will burn
Without a noise, without my pride
I reach out from the inside
In your eyes
The light the heat
In your eyes
I am complete
In your eyes
I see the doorway to a thousand churches
In your eyes
The resolution of all the fruitless searches
In your eyes
I see the light and the heat
In your eyes
Oh, I want to be that complete
I want to touch the light
The heat I see in your eyes
Love, I don't like to see so much pain
So much wasted and this moment keeps slipping away
I get so tired of working so hard for out survival
I look to the time with you to keep me awake and alive
And all my instincts, they return
And the grand facade, so soon will burn
Without a noise, without my pride
I reach out from the inside
In your eyes
The light the heat
In your eyes
I am complete
In your eyes
I see the doorway to a thousand churches
In your eyes
The resolution of all the fruitless searches
In your eyes
I see the light and the heat
In your eyes
Oh, I want to be that complete
I want to touch the light,
The heat I see in your eyes
In your eyes In your eyes
In your eyes In your eyes
In your eyes In your eyes
PD: qué bien me cae este chabón y qué mal me cae Phil Collins. No puedo creer cómo el pelado ese pudo arruinar una buena banda en tan poco tiempo.
Thursday, July 17, 2008
La foto no tiene nada que ver pero me gusta.
Wednesday, July 16, 2008
Lo que me da bronca de este conflicto del campo es que los que están en contra del gobierno son tan flor de tremendos hijos de la concha de su puta madre que uno termina simpatizando con este gobierno recontraultrare zorete y cagón de mierda.
Tuesday, July 15, 2008
Monday, July 14, 2008
Cada vez que veo algo basado en un comic pienso que debería introdcirme en este género
Sunday, July 13, 2008
Escribí esto hace casi tres años, a mediados de octubre, a pocos días de su nacimiento:
"Tu mamá dice que cuando te tuvo en sus brazos, cuando por primera vez te tuvo en sus brazos (buenos aires, palermo, sexto piso, bañera, brazos de ana), su mundo cambió. ¿Sabés lo difícil que es que un mundo cambie? Pasaron tantas cosas y tantas cosas siguieron iguales. Vos, tres kilos cuatrocientos y no más de treinta centímetros, cambiaste un mundo. Vos, con esos ojos de noche de estrellas (hay quienes dicen que todavía no miran, yo creo que existen para mirarlos), decidiste que el mundo es otra cosa. Y ahora el mundo es un universo lila."
Friday, July 11, 2008
La primera es una película clásica de mafia china que está muy bien. Me gustó porque la historia está bien contada y porque algo en la fotografía me hace acordar a esas sombras que estoy buscando. En la trama siempre está latente lo que no se cuenta, lo que realmente está pasando en esas sombras y por eso le va tan bien a la peli. El final está muy bien
La segunda es de artes maciales pero con algunos agregados. El primero, la protagonista es una nena de unos 13 o 14 años; segundo, esa nena tiene algún problema en el cerebro que la hace medio autista pero con la capacidad de copiar movimientos que ve; tercero, la madre es una ex capa de la mafia. Con estos ingredientes podría ser una gran película pero al final queda medio trucha.
Lo destacable es la chica que tiene un dominio del cuerpo zarpado y la mayoría de las veces se le cree que puede lanzar de una patada a chabones que le doblan el tamaño. Las coreografías de pelea son increíbles y uno diría imposibles de realizar pero estos tipos lo hacen (muy al estilo de otras pelis de Tony Jaa). Hay un pasaje de la historia que está muy bien: un amigo de la protagonista encuentra un cuaderno donde la madre ex mafiosa tiene anotado lo que le deben cada uno de los negocios. Para conseguir el dinero que necesita la madre para su tratamiento, salen a reclamar la plata a estos tipos, que no son ningunos santos. Una pena que no profundizaron más por ese camino. Ejemplo: la madre acomplejada por su pasado, la hija comprendiendo (lo que pueda comprender una persona semiautista) que su madre no es buena y maravillosa, el conflicto que podría surgir de ello. El resto de la historia, como dije, es medio trucha. Pero vale la pena ver la peli sólo por la nena, que en un par de años va a ser una fenómena. Al final muestran escenas malogradas donde los actores se rompen todo. Ahí se ve lo jodido que es hacer estas pelis.
Wednesday, July 09, 2008
Así que ahora tengo un acta en la comisaria y una advertencia. A la segunda queja es una multa, a la tercera te meten en cana.
Tuesday, July 08, 2008
Si alguien te habla de mi en tu presencia
Diles que yo soy tu negro santo
Diles que yo soy tu negro santo
Yo soy un feo, un feo que sabe amar
Con todo su corazon y que no te ha de olvidar
Y una yapa: "Perhaps perhaps perhaps"
Monday, July 07, 2008
Saturday, July 05, 2008
Thursday, July 03, 2008
Wednesday, July 02, 2008
Sinead O´Connor, Nothing compares to you (Prince).
It's been seven hours & fifteen days
since U took your love away
I go out every night & sleep all day
since U took your love away
Since U been gone I can do whatever I want
I can see whomever I choose
I can eat my dinner in a fancy restaurant
but nothing
I said nothing can take away these blues,
'cos nothing compares
nothing compares 2 U
It's been so lonely without U here
like a bird without a song
Nothing can stop these lonely tears from falling
Tell me baby where did I go wrong
I could put my arms around every boy I see
but they would only remind me of you
I went to the doctor guess what he told me
guess what he told me
He said girl U better have fun
no matter what U do
but he's a fool
'cos nothing compares
nothing compares 2 U
All the flowers that U planted mama
in the back yard
all died when U went away
I know that living with U was sometimes hard
but I'm willing to give it another try
'cos nothing compares
nothing compares 2 U