Hace poco escribí algo sobre el contraste de colores. Hoy vamos a pasar a la falta de contrastes, la monotonía.
Hay veces que uno se levanta y dice para qué mierda. Un día más en una sucesión monótona donde lo único que cambia es la intensidad con que sentís la angustia. Ni ganas de levantarse de la cama, subirse al bondi o bajar al subte, lidiar con el jefe, laburar todo el día para terminar roto a las 8 de la noche con sólo la energía suficiente de comer y dormir. (Lo sé, no es mi caso)
Pero hay una diferencia, hoy no es ni ayer ni mañana. Hoy es el día que toca vivir, ayer ya pasó y mañana no existe. Sólo hoy se pueden tomar decisiones, pasar a la acción, crear algo hermoso. La belleza que puedo encontrar en la monotonía reside en ese enfoque sutil que nos da el presente y que deja todo lo demás fuera de foco.
Hay veces que uno se levanta y dice para qué mierda. Un día más en una sucesión monótona donde lo único que cambia es la intensidad con que sentís la angustia. Ni ganas de levantarse de la cama, subirse al bondi o bajar al subte, lidiar con el jefe, laburar todo el día para terminar roto a las 8 de la noche con sólo la energía suficiente de comer y dormir. (Lo sé, no es mi caso)
Pero hay una diferencia, hoy no es ni ayer ni mañana. Hoy es el día que toca vivir, ayer ya pasó y mañana no existe. Sólo hoy se pueden tomar decisiones, pasar a la acción, crear algo hermoso. La belleza que puedo encontrar en la monotonía reside en ese enfoque sutil que nos da el presente y que deja todo lo demás fuera de foco.
PD: debería escribir un libro de autoayuda y llenarme de guita.
1 comment:
yo no sé qué esperás para el libro de autoayuda, con lo poco que te cuesta y lo bien que te sale... hay que financiar macho, después seguís con el arte y etc.
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