Tuesday, July 10, 2007

nieve 02

nieve 04

Ayer flashié varias horas junto a la ventana: nevaba en buenos aires. Justo el otro dí ahabía ido a la muestra de Oesterheld que hay en la biblioteca nacional. No sé si se acuerdan o lo leyeron, pero la invasión alienígena empieza con una nevada zarpada en buenos aires. Toda esa belleza antes del cataclismo. De eso hablaba con Moi: si viene el cataclismo que al menos sea con belleza. Algo que me hizo recordar Bananafish, un cuento de Salinger (el que no lo haya leído, no siga porque voy a contar el final), donde hay una escena preciosa de un tipo que juega con una nena en la playa antes de que vaya a su cuarto de hotel a pegarse un tiro. Siempre me pareció (acabo de releerlo) que el protagonista no logró soportar tanta belleza.
Otra cosa que vi en ese cuento es que el protagonista es Seymour, hermano de los protagonistas de otras dos novelas de Salinger, hermano que se menciona una y otra vez, al que todos idealizan pero que nunca hace acto de presencia salvo a través de sus cartas, poemas o diario. Creo que voy a hacer homenaje (plagiar) esa metaestructura. Que los protagonistas de un cuento sean personajes no presenciales de otro, que influyan en el argumento aunque no estén en la escena.

3 comments:

Anonymous said...

Hola Mata, soy Flor la amiga de Viole, nosé si te acordás, nos vimos alguna vez.
Tengo otra interpretación sobre ese cuento, a ver qué te parece. Parte de una pregunta: ¿por qué un tipo con una "sensibilidad" como la del protagonista, se casa con una mina gritona, chusma, vulgar; que lo lastima con el timbre de la voz, con el rojo de las uñas? A mi se me ocurre que ella (y nada más lejos de la belleza), ella es la excusa para matarse. Lo leí hace mucho, pero me había quedado esa idea.
Está bueno tu blog, lo disfruto.
salú.

Mata said...

f: sí, claro que me acuerdo de vos.
Es que en realidad la gritona chusma y vulgar creo que es la suegra con la que ella habla por teléfono. La mujer trata de apartarse de todo eso. Bah, me quedó esa sensación a partir de este cuento combinado con la novela donde ella aperece y él es mencionado todo el tiempo. Tal vez el cuento independiente merece otra interpretación pero por lo que se cuenta de seymour en tres de los cuatro libros de salinger que leí, este final era inexorable: un tipo demasiado sensible y profundo para tener una existencia en el mundo.

Unknown said...

también lo lei hace mucho, pero me da la impresión que el pobre fulano acaba de vivir una experiencia tan superficial y elevada (jugar con la nena a divisar peces banana) que sencillamente decide acabar las cosas ahí, en ese punto, como para no arruinar el recuerdo con más mundanal bazofia.
y lo de seymour, nadie sabe qué es lo que se trae entre manos sallinger, quizás ni él siquiera, pero es tan atractivo ese juego de quien está y no está que qué importa.
abrazo,
p