Wednesday, April 12, 2006

Hoy, mi amiga Paula me preguntó si no tenía una remera sin mangas para prestarle. Hay que considerar que ella mide como metro ochenta y yo metro setenta con lo que la diferencia de espaldas, aunque existe, no es tanta. Le ofrecí la única remera sin mangas que tenía, que había comprado hacía poco para los entrenamientos pero que nunca había usado (todavía tiene la etiqueta puesta). Se la probó. Parezco lesbiana, dijo. Cierto. Lleva el pelo corto y esa remera, como es para hombres, es muy cuadrada y no se entalla. Después me la puse yo para mostrarle por qué no la usaba. Por alguna razón me queda muy gay. Ya sin esa remera, hay tipos a los que les despierto interés. No me quiero imaginar si salgo a la calle así. No sé por qué. Conozco chabones que usan musculosas parecidas y no quedan gays. Pero a mí sí. Tal vez porque soy más homosexual de lo que creo. No sé. Es increíble cómo la ropa puede despertar nuestros matices más homosexuales y algo realmente extraño que a Paula le quedara lesbiana y a mí gay. Tal vez es cuestión de costumbre. Me voy a sacar una foto a ver cómo quedo en realidad.
Voy a pensar un argumento acerca de una remera que desviste la verdadera identidad de las personas.
Bien. Para congraciarme con mis matices gays les dejo un tema a tono. Temazo de Erasure: Respect.


1 comment:

Anonymous said...

(advertencia: lo que voy a comentar tiene muy poco que ver con lo que escribiste, pero asocié).

con lo de prestar ropa me hiciste acordar a cuando yo salía con una chica a la que presté unos ocho sweaters. era compañera mía de secundaria y cogíamos seguido porque vivíamos cerca e imagino porque nos gustábamos.
yo le prestaba las prendas para que ella anduviese por la calle con mi sweater y que los demás hombnres se dieran cuenta de que, además de tener un físico del mismo tamaño, yo era quien estaba con ella.

eso.

saludos.