Tuesday, April 25, 2006

Lo primero que siento de un nuevo día es el sol que pasa por sobre mi cama. Los rayos, que calientan mi brazo y parte del cuerpo, me arrastran fuera del sueño. Como no tengo despertador y no uso reloj, me fijo en la biblioteca: si está iluminado el libro gordo y verde de Tolstoi, Resurrección, sé que todavía no son las ocho; si es el Libro Guiness de los records, flaco, grande y rojo, son pasadas las nueve. Cuando los rayos ya no caen sobre la biblioteca me pongo de mal humor. Me quedé dormido. A lo largo del año tengo que cambiar de lugar los libros para que mi reloj siga funcionando. A veces empujo un poco la biblioteca para que no atrase. Los días nublados ni dan ganas de salir de la cama.

1 comment:

paulenka said...

estás durmiendo en MI cama?