Friday, June 29, 2007
Ayer a las 8.30 vino un amigo de toda la vida, pero que no veía hacía unos meses. Durante muchos años fue el pesimismo hecho persona y siempre me tocaba ser quien le inyectara un poco de luz a su horizonte. Por suerte en el último tiempo venía sintiéndose mejor. En algún momento de la velada la conversación inició un camino donde empecé a contarle penas que había tenido estos meses, en busca de palabras suyas, que en este momento de su vida podían ser luminosas. Pero resultó que no, que el hijoputa seguía siendo el pesimista de siempre y cada cosa que yo le planteaba él la sentía hacía rato y con mayor profundidad, oscuridad. Hijoputa. No puede ser. Alguna vez me tendría que tocar a mí. En fin. Seguimos la conversación que concluyó en que todo es una mierda, que estamos rodeados de mierda y que la mierda está en nosotros. Por suerte mi último pensamiento fue que somos unos tarados. Se fue a las cinco de la mañana.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment