Saturday, June 17, 2006

En los Himalaya, existió un pequeño pueblo donde los hombres eran respetados como divinades. Desde que nacían hasta el vigésimotercer verano, las mujeres se esforzaban por complacerlos y ellos no hacían otra cosa que disfrutar de la vida. Después, los hombres se convertían en comida para el invierno.

1 comment:

paulenka said...

me parece muy justo.
aunque con vos nos moriríamos de hambre-