Thursday, September 07, 2006

Primero fue el sexo.

¿Cómo empezaron las religiones? Dejando de lado todas las teorías que existen, en algún momento algún chabón/a tuvo que decir: - Uhhh. Qué flashero, ¿no? Qué bueno flashear asíii. O: Bueno, loco. Las cosas son así. ¿Quién está conmigo? O en todo caso: - Loco, yo tengo las armas y ustedes no. Las cosas son así.

En nuestros tiempos, las religiones que surgen son derivados de otras religiones ya existentes. Ayer, en una charla con Ce*, nos dimos cuenta de que nuestras creencias personales necesitaban de un derivado del budismo: el Buddytasismo (demasiado largo de explicar). El budismo brinda el núcleo de la creencia: todos somos parte de una única cosa, el universo; cualquier cosa que le pase al universo sucede de alguna forma en cada una de las personas. Pero claro, todos vemos que le falta un poco de onda. Los buddytas creemos que para llegar a la iluminación que permita comprender en su totalidad que uno es el universo, hay que seguir un camino:

1 - Sexo: Sí.
2 - Ya que estamos, ¿por qué no bailar?
3 - Aguante el sol.
4 - ¿Qué comemos?
5 - Abro el vino.
6 - Una siestita, ¿no?
7 - Metallllll. Tupatupatupatupa.
8 - Qué buena choloteada.
9 - Si tienes alguna duda, pregunta a Google.
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Cierto, está incompleto. Están más que invitados a aportar. Falta algo acerca del amor, pero no soy el más indicado para ser un guía acerca de ese tema.

3 comments:

c é c i l e said...

Sabes cual es el problema con publicar muchos post seguido? (no es que esta sea mi excusa de cabecera por la cual me tardo tanto en escribir, pero hay mucho de verdad): la gente solo comenta sobre el ultimo post.
Ya volvere con mas iluminacion buddytasista, ahora me llama uno de sus principios posible de realizar: la comida.

paulenka said...

-vivir en otra ciudad

Anonymous said...

-viajar a otras ciudades a reencontrarte amigos,
-escuchar música juntos (bailando, claro).
-levantarte y que la persona que amás te esté mirando, y que mientras lucha por abrir los ojos y contra el maldito final del descanso, sonría.

Vicky.