Sé que soy un tipo afortunado pero a veces se me olvida. Hoy me lo recordaron. Hay algo excepcional en mi vida que, por la costumbre, me da la sensación de que se da siempre, en todas las vidas. Tengo muchos amigos a los que quiero, mucha gente que me hace sentir querido. En un viaje en bondi de 45 minutos traté de imaginar lo difícil que hubiera sido todo sin ustedes pero fue imposible. Toqué el timbre, bajé los tres escalones hasta la vereda y me sentí tan agradecido que todavía no dejo de sonreírme.
Gracias, mis queridos.
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1 comment:
Ha visto mi querido Mata, las cosas simples de la vida no fallan. Yo también soy otro afortunado aunque muchas veces me siento un pobre diablo pero que le vas a hacer, hasta Gardel habrá tenido un mal día.
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