Por un día supe vivir con otra luz.
Hoy estuve todo el día sin luz eléctrica. Tuve que subir ocho pisos por una escalera iluminada sólo por la noche que entraba por las ventanas. Pero no me fastidió ni nada. Creo que hoy aprendí algo que va influir en mi vida. En una clase de fotografía me dijeron que hace dos siglos que venimos malacostumbrando al ojo. Nuestra visión tiene la capacidad de leer a la luz de la luna pero nosotros leemos sobre una pantalla que ni siquiera refleja, ilumina. ¿Hace cuánto que no hacen un giro completo con los ojos? ¿o al menos de extremo a extremo? Hace tanto que van a sentir un tirón cuando lo intenten. Por eso llegué y me dediqué a vivir con la luz de la noche. Algunas cosas se ven mejor, como si tuvieran luz propia. Comí, me tomé una copa de vino. Subí a la terraza, practiqué kung fu. Me hice un té, comí unas galletas deliciosas y me senté a leer a la luz de una vela. Lo sé, soy un adicto a la electricidad, disfruté el corte porque fue una sola noche. Pero al menos, ahora sé que también ahí tengo un refugio de paz.
Las mayoría de las fotos que tomamos ahora sólo son la representación de un instante, una ínfima fracción de segundo. Pero hay fotos que representan varios segundos o minutos, y eso es algo más que un instante, es algo de vida.
PD: recomendación, vean la foto agrandada porque tiene destalles bonitos
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