Wednesday, March 21, 2007

olas de cemento

A veces me da la impresión de que la onda lo es todo. La luz y el sonido están compuestos por ondas. El comportamiento dialéctico de las sociedades, ese devenir, tiene forma de onda. El movimiento pendular de la cultura tiene forma de onda. Los ríos, las olas, las mareas dibujan ondas. Nuestro organismo, el de todos los seres vivos, se comporta como un péndulo entre valores promedio. Y la histeria no es más que una onda.
Lo maravilloso de la onda es que lleva en sí misma su contradicción, su destrucción. Una onda que se enfrente a su opuesto desaparece. Si se superponen dos sonidos o luces iguales pero opuestas, el resultado es nada: silencio y oscuridad. Alguna vez se pensó que el universo era sólo una de las dos mitades de la nada. Algo así como que en el Big Bang, la nada se dividió en dos ondas: el universo y el anti universo; la materia y la anti materia; el espacio y el anti espacio; el tiempo y el anti tiempo. Si en un juego de histerias uno hace la misma acción al mismo tiempo que el otro, la histeria desaparece.

Bueno, como les decía, lo importante es tener onda.




PD: dato curioso y más que interesante acerca de los ríos. Al precer, todos los ríos del mundo tienen una relación cercana a pi (3,14159) entre la distancia de su origen y su desembocadura y el camino que recorre.

1 comment:

Radio Gnome said...

no recuerdo quién lo dijo, 'el número pi es la firma de dios'

el que hizo la película PI debe saberlo.. por quinta vez, bajátela viejitaahh