Tuesday, August 29, 2006




Hoy volví a descubrir algo que se me olvida seguido: la única forma de darle vida a los personajes es entregarles la propia. Como me parezco mucho a mí mismo, me da la impresión de que volver a dar mi vida a un personaje nuevo es repetir el personaje. Esto hace que mi primera intención sea alejarme de lo que ya escribí, tratar de no repetirme. Entonces sucede que escribo mal. Sin alma. Al parecer una parte de nosotros existe en el repetirse, en girar la cucharita siempre en el mismo sentido, en agregar un poco más de albahaca a la salsa y buscar cada día la mujer de corazón imposible. Una forma de belleza duerme en esa repetición. Hay quienes lo llaman estilo.

1 comment:

Octavio Vinces said...

Sí, creo recordar que Nabokov la llamaba estilo...