Friday, May 11, 2007

Acabo de terminar de leer un libro de Salinger. Siento que mi alma se estira. Pero empecemos un poco más atrás.

Leí The Catcher in the Rye (El guardián entre el centeno, si tienen mala suerte; El cazador oculto, una traducción algo más feliz) a los 18 o 19 años. Recuerdo que quedé (perdón, no hay otra palabra) maravillado. Alguna vez dije que cuando disfruto arte que en realidad me llega, veo la luz de otra forma, todos mis sentidos se abren en busca de abarcar el universo y me dan unas ganas eufóricas y desordenadas de crear algo, aunque sea un sánguche. Eso me pasó con Salinger. Un año después estaba escribiendo Gaijin y quien lo haya leido notará que hay un intento de mancharme de Holden. Después encontré 9 Stories (9 Cuentos) y me gustó aunque no me maravilló. No volví a leer ninguno de los libros por pereza, porque no suelo leer los libros más de una vez y porque tenía miedo de que me pasara lo mismo que con Hesse: que fuera un autor para disfrutar sólo en la adolescencia. Y el recuerdo de esa sensación era demasiado querido para mí como para perderlo. Y sí, estaba muy equivocado. Ayer me enteré que Salinger, además de Franny y Zoey (libro que todavía no consigo) existía otro que no había leido. Esa noticia, saber que había otro libro de Salinger por leer, me alegró como un sol. Caminé dos cuadras y compré (sí, nuevo; usado es imposible de encontrar) Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción. Libro que contiene dos historias o dos capítulos de una misma historia. Estoy tentado a citarles unos párrafos pero tal vez cometa un crimen o, algo peor, una maldad. Sólo voy a decirles que llega a mi escritorio una luz hermosa.

1 comment:

Anonymous said...

salinger es uno de mis escritores preferidos. haber leído the catcher in the rye me cambió la forma de leer y de pensar al igual que rayuela en su momento.
es un escritor genial sin contar el personajazo que ha creado fuera de su máquina de escribir.