Acabo de terminar de leer Confesiones de un artista de mierda de Philip K. Dick. A diferencia de sus muchos otros libros, éste no es de ciencia ficción. Y, a diferencia de Los tres estigmas de Palmer Eldrich , me gustó mucho. Es que en este libro se nota que estaba más relajado, tal vez menos merqueado y con más horas de sueño. Con un sabor que recuerda a Kennedy Toole, apela a la humanidad de los personajes para contar la historia. Esto es lo que me gustó de Confesiones… y lo que lo diferencia de Los estigmas…, no impone su lado más racional sino que le confía a los personajes que creó el fluir y desarrollo de la novela. Sólo el final me pareció algo débil, como si se hubiera cansado de escribir.
Monday, April 07, 2008
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