Tuesday, April 15, 2008

Recién hablaba con Ce acerca de cómo algunas veces la vida se parece a un cubo rubik. Cuando al fin parece que se ha llegado a algo, hay que dejarlo de lado o desarmarlo para conseguir otro color. Creo que lo máximo que logré con el cubo fueron dos colores. Imagínense si llegan a 4 colores y saben que tienen que desarmarlo para hacer los otros dos. Alguna vez en el iutú vi a gente que armaba el cubo en pocos segundos. Por los pasos que hacían parecían perdidos y el resultado, seis caras, seis colores plenos, una obra de la fortuna. Como cuando uno llega de casualidad a un punto que no esperaba llegar y mira hacia atrás y comprende que cada uno de los pasos fueron necesarios. Así creo que va a ser la única forma de que yo logre armar mi vida rubik: puro culo.

Lo bueno es que sé que tengo mucha suerte.

2 comments:

c é c i l e said...

Sé que con esto se cae toda mi credibilidad filosófica sobre el tema que discutimos ayer. Pero mientras seguía línea a línea tu entrada mi primer lectura de "gente que armaba el cubo en pocos segundos" fue "gente que amaba culos en pocos segundos". En realidad, reconoceme que estamos conectados, anticipé tu final.

Mata said...

Cierto es que hay culos que merecen ser amados a los pocos segundos, pero creo que es mérito de los culos que de esa gente.