Por alguna razón, la violencia parece ser otra forma de achicar distancias con la realidad. Onda el club de la pelea. Las peleas son enfrentamientos con uno mismo. Importa poco si ganás o perdés, lo único que cuenta es que en el momento que te toca pelear lo hagas. Importa tan poco ganar, que la primera instrucción que da el protagonista (edward norton?) es que encaren una pelea y la pierdan. Supongo que todos los instintos nos acercan a la realidad, y volvemos a ser un poco nietszchianos, creo. Debería volver a leer al bigotón.
Bueno. Se me ocurrió algo. No creo que entre en la novela pero éstá bueno igual. Hay que hacer un bar con un ring en el medio. Donde pueda subir el que quiera y haya peleas. Pero peleas para pelotudos como uno, que nos cagan a trompadas al toque. Por eso tienen que ser sólo tres rounds de un minuto. Eso es todo. El que sube no paga lo que tome esa noche. El que gana no puede volver a subir en toda la semana.
Ahora que pienso, puede ser otra escena tipo la de la fiesta de vendados. Puede empezar a entrar en mundos de esa onda, que ni sabía que existían. Tengo que pensar en más escenarios parecidos.
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